Quien habla con claridad es uno de los hombres que en Venezuela está dedicado hoy, día y noche, a idear las formas para que el país supere el capitalismo: William Izarra. Su hermano (y antiguo compañero de ruta revolucionaria) fue el célebre periodista Richard Izarra, líder de la aún más celebre revista ”Reventón” que convulsionó a la Venezuela de los años 70. Su hijo es el ex-ministro de Comunicación e Información Andrés Izarra.
A sus 63 años, con un aspecto de playboy retirado que conserva su figura juvenil, William Izarra ha sido uno de los conspiradores militares de mayor reciedumbre, que aterrizó en las ideas de izquierda cuando fue el joven militar de 19 años a quien le asignaron interrogar en 1967 a uno de los militares cubanos que desembarcaron por Machurucuto, una playa del estado Miranda: Antonio Briones Montoto.
“Yo llevaba en la cabeza las ideas norteamericanas de seguridad
nacional, pero cuando interrogué a Briones comenzó a hablar de
categorías que yo desconocía -la explotación, el imperialismo, la lucha
de clases- y algo sucedió dentro de mí. Sentí una enorme curiosidad por
estudiar más la realidad. Allí comenzó mi transformación política”.
En sus periplos internacionales ha combinado estudios de postgrado en la Universidad de Harvard con misiones secretas en Libia para requerir de Muammar Khaddafi apoyo logístico para los entonces planes conspirativos anteriores a 1992, y pasantías por la prestigiosa escuela de gobierno John F. Kennedy (Boston) con tareas clandestinas en Cuba. Un hombre que acumula visiones para forjar su propia mirada sobre el mundo.
La opinión pública percibe que William Izarra es un personaje político que el chavismo no sabe muy bien dónde ubicar. Es temido por su radicalismo. Su insistencia de años en el concepto de la democracia directa lo coloca en la mente de muchos como una suerte de maoísta de la tendencia Revolución Cultural. Apenas pone un pie en el gobierno, sale a los pocos meses, como fue el caso de su paso por uno de los Viceministerios de Relaciones Exteriores en 2005.
Como sea, William Izarra con su trabajo teórico y su preocupación por la ideología, podría estar siguiendo en la revolución bolivariana el ejemplo de Mijaíl Suslov, el ideólogo del comunismo soviético, del “socialismo real”.
Ojalá tenga mejor suerte.
Cinco pasos
-Usted ha escrito que, a raíz de la aprobación de la enmienda constitucional, hemos entrado en la fase de traslación revolucionaria. ¿Con qué se come eso?
-Se materializa con cinco elementos estructurales. Primero, la conciencia revolucionaria fundamentada en el socialismo del siglo XXI.
-Un momento. ¿Cómo se puede fundamentar una conciencia sobre un concepto que no está definido?
-Yo si lo tengo definido: es un sistema económico, político y social basado en el humanismo que comprende tres elementos fundamentales: la producción socialista, la democracia directa y el bien común.
-Los dos primeros no están concretados del todo en Venezuela y el tercero parece una divagación.
-No es una divagación hablar del bien común. Se refiere a la satisfacción de las expectativas individuales y colectivas en sus niveles más elevados en lo moral, económico, social y espiritual.
-Veamos. En el Psuv y en la revolución no se mueve una hoja sin la aprobación del presidente Chávez. ¿Eso es democracia directa?
-El Psuv es apenas uno de los componentes del proceso revolucionario. El Psuv tiene que ser una estructura al servicio de las comunidades, tiene que ponerse a la orden de la comunidad organizada para estimular su emancipación.
-¿Al servicio de las comunidades o del gobierno?
-Al servicio de la comunidad, del pueblo.
-¿Y lo está intentando?
-Hay diferentes formas de interpretar al Psuv. Una es como dijimos. Otra es que la revolución no es el Psuv. Sus miembros también forman parte de la comunidad organizada. Un vocero de un Consejo Comunal puede ser, o no, miembro del Psuv. Lo importante es que el Consejo Comunal sea la unidad básica para la acción política de la revolución. El Psuv tiene que estar subordinado a los Consejos Comunales.
-La oposición dice que es al revés. Que el Psuv los maneja.
-Esa es una generalización que no refleja la realidad.
-Usted ha escrito que el gobierno está generando las transformaciones para que se cambie la estructura reformista por una revolucionaria. ¿En cuáles iniciativas del gobierno ve usted esa voluntad?
-En las constituyentes regionales para crear el nuevo fundamento legal de los estados. Por ejemplo, en Portuguesa se eligieron a 70 constituyentes que en 60 días deben crear el proyecto de una nueva constitución. Todos fueron electos por las asambleas de ciudadanos sin intervención de ningún ente de intermediación. Cada municipio eligió cinco voceros y son 14 municipios. Cada vocero lleva la voz cantante pero no manda. Quien decide es la asamblea de ciudadanos. Esa nueva constitución debe establecer la nueva estructura del estado comunitario, donde el gobernador no manda sino que es un vocero del pueblo organizado.
-¿Cuáles son los otros cuatro elementos de la fase de traslación revolucionaria a la que usted alude?
-El segundo elemento es el cambio de la estructura del Estado. Arrancar de raíz la composición del Estado actual y sembrar la semilla del Estado comunitario.
-¿Son auténticamente revolucionarias las autoridades gubernamentales?
-No podemos considerar todo en blanco y negro. Son necesarios los matices. Yo recomendaría, en todo caso, los cursos de capacitación y formación política basados en el socialismo del siglo XXI.
-¿Qué otro elemento incide en esta fase de traslación revolucionaria?
-El cambio en las relaciones de producción. Como proceso, esta revolución cumple con momentos, fases y etapas que llamamos espacios temporales del proceso. Por lo tanto, el cambio en las relaciones de producción se va dando en la medida que se cumplen los espacios temporales. Y eso pasa por la generación de la conciencia y la creación de estructuras apropiadas para que se pueda producir económicamente sin basarse en las leyes del capitalismo sino en la composición socialista que tiene al bien común como finalidad última. Vayamos al cuarto elemento: el Partido tiene que convertirse en un instrumento del pueblo y hacer que se materialice el poder popular. Y, por último, el pueblo debe dominar el concepto de defensa integral.
-Usted es percibido por el gobierno como alguien incómodo por su insistencia en la formación ideológica.
-No, de ninguna manera. Yo cumplo un rol en el proceso.
-Eso suena a consolación.
-No. Yo he puesto los centros ideológicos a la disposición del proceso. En todo caso, soy consecuente con mis principios, con la lucha revolucionaria y el cambio de estructuras. Nadie del gobierno me ha manifestado su incomodidad.
-¿Usted es la voz que clama en el desierto?
-No. Ya vemos como hay múltiples unidades abocadas a la formación ideológica y política, como las Escuelas de Cuadros que está organizando el Psuv.
-¿Usted se define como marxista?
-No
-¿Maoísta?
-Tampoco.
-¿Entonces cómo?
-Como una síntesis y simbiosis entre Marx, Bolívar, Cristo y Hugo Chávez para dar concreción al Socialismo Bolivariano en el Siglo XXI.
De perfil
William Ernesto Izarra Caldera nació en 1947. Es oficial de la Fuerza Aérea en situación de retiro, con el grado de Teniente Coronel. Egresado de la Escuela de Aviación Militar, fue el primero de su promoción en 1967.
Obtuvo la licenciatura en Educación en la UCV en 1977, estudios que completó con Maestrías en Planificación Educativa en la Universidad de Harvard en 1980 y cursos de postgrado en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), en la Universidad de Tufts, en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy, en el Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Harvard y en la Escuela de Estudios Políticos de la Universidad de Boston.
Fue creador de los Movimientos R-83 y Arma (Alianza Revolucionaria de Militares Activos) dentro de las FAN entre 1979 y 1985. Fue miembro fundador del Frente Patriótico Revolucionario a raíz de la masacre del 27/F de 1989.
Ocupó el cargo de Director Nacional del MBR-200 entre 1996 y 1997, actuando posteriormente como miembro fundador y primer Director Nacional de Organización del Movimiento V República (MVR), entre 1997 y 1998. Electo como senador al Congreso por el MVR en 1998, presidió la comisión de Defensa del Senado.
En el año 2005 ocupó el cargo de Viceministro de Relaciones Exteriores. Escribió y publicó el libro de ensayos políticos “En busca de la revolución”, la novela “El tiempo que nos queda” y el ensayo geopolítico “Del proyecto original al proyecto del nuevo siglo”.
IGOR MOLINA
En sus periplos internacionales ha combinado estudios de postgrado en la Universidad de Harvard con misiones secretas en Libia para requerir de Muammar Khaddafi apoyo logístico para los entonces planes conspirativos anteriores a 1992, y pasantías por la prestigiosa escuela de gobierno John F. Kennedy (Boston) con tareas clandestinas en Cuba. Un hombre que acumula visiones para forjar su propia mirada sobre el mundo.
La opinión pública percibe que William Izarra es un personaje político que el chavismo no sabe muy bien dónde ubicar. Es temido por su radicalismo. Su insistencia de años en el concepto de la democracia directa lo coloca en la mente de muchos como una suerte de maoísta de la tendencia Revolución Cultural. Apenas pone un pie en el gobierno, sale a los pocos meses, como fue el caso de su paso por uno de los Viceministerios de Relaciones Exteriores en 2005.
Como sea, William Izarra con su trabajo teórico y su preocupación por la ideología, podría estar siguiendo en la revolución bolivariana el ejemplo de Mijaíl Suslov, el ideólogo del comunismo soviético, del “socialismo real”.
Ojalá tenga mejor suerte.
Cinco pasos
-Usted ha escrito que, a raíz de la aprobación de la enmienda constitucional, hemos entrado en la fase de traslación revolucionaria. ¿Con qué se come eso?
-Se materializa con cinco elementos estructurales. Primero, la conciencia revolucionaria fundamentada en el socialismo del siglo XXI.
-Un momento. ¿Cómo se puede fundamentar una conciencia sobre un concepto que no está definido?
-Yo si lo tengo definido: es un sistema económico, político y social basado en el humanismo que comprende tres elementos fundamentales: la producción socialista, la democracia directa y el bien común.
-Los dos primeros no están concretados del todo en Venezuela y el tercero parece una divagación.
-No es una divagación hablar del bien común. Se refiere a la satisfacción de las expectativas individuales y colectivas en sus niveles más elevados en lo moral, económico, social y espiritual.
-Veamos. En el Psuv y en la revolución no se mueve una hoja sin la aprobación del presidente Chávez. ¿Eso es democracia directa?
-El Psuv es apenas uno de los componentes del proceso revolucionario. El Psuv tiene que ser una estructura al servicio de las comunidades, tiene que ponerse a la orden de la comunidad organizada para estimular su emancipación.
-¿Al servicio de las comunidades o del gobierno?
-Al servicio de la comunidad, del pueblo.
-¿Y lo está intentando?
-Hay diferentes formas de interpretar al Psuv. Una es como dijimos. Otra es que la revolución no es el Psuv. Sus miembros también forman parte de la comunidad organizada. Un vocero de un Consejo Comunal puede ser, o no, miembro del Psuv. Lo importante es que el Consejo Comunal sea la unidad básica para la acción política de la revolución. El Psuv tiene que estar subordinado a los Consejos Comunales.
-La oposición dice que es al revés. Que el Psuv los maneja.
-Esa es una generalización que no refleja la realidad.
-Usted ha escrito que el gobierno está generando las transformaciones para que se cambie la estructura reformista por una revolucionaria. ¿En cuáles iniciativas del gobierno ve usted esa voluntad?
-En las constituyentes regionales para crear el nuevo fundamento legal de los estados. Por ejemplo, en Portuguesa se eligieron a 70 constituyentes que en 60 días deben crear el proyecto de una nueva constitución. Todos fueron electos por las asambleas de ciudadanos sin intervención de ningún ente de intermediación. Cada municipio eligió cinco voceros y son 14 municipios. Cada vocero lleva la voz cantante pero no manda. Quien decide es la asamblea de ciudadanos. Esa nueva constitución debe establecer la nueva estructura del estado comunitario, donde el gobernador no manda sino que es un vocero del pueblo organizado.
-¿Cuáles son los otros cuatro elementos de la fase de traslación revolucionaria a la que usted alude?
-El segundo elemento es el cambio de la estructura del Estado. Arrancar de raíz la composición del Estado actual y sembrar la semilla del Estado comunitario.
-¿Son auténticamente revolucionarias las autoridades gubernamentales?
-No podemos considerar todo en blanco y negro. Son necesarios los matices. Yo recomendaría, en todo caso, los cursos de capacitación y formación política basados en el socialismo del siglo XXI.
-¿Qué otro elemento incide en esta fase de traslación revolucionaria?
-El cambio en las relaciones de producción. Como proceso, esta revolución cumple con momentos, fases y etapas que llamamos espacios temporales del proceso. Por lo tanto, el cambio en las relaciones de producción se va dando en la medida que se cumplen los espacios temporales. Y eso pasa por la generación de la conciencia y la creación de estructuras apropiadas para que se pueda producir económicamente sin basarse en las leyes del capitalismo sino en la composición socialista que tiene al bien común como finalidad última. Vayamos al cuarto elemento: el Partido tiene que convertirse en un instrumento del pueblo y hacer que se materialice el poder popular. Y, por último, el pueblo debe dominar el concepto de defensa integral.
-Usted es percibido por el gobierno como alguien incómodo por su insistencia en la formación ideológica.
-No, de ninguna manera. Yo cumplo un rol en el proceso.
-Eso suena a consolación.
-No. Yo he puesto los centros ideológicos a la disposición del proceso. En todo caso, soy consecuente con mis principios, con la lucha revolucionaria y el cambio de estructuras. Nadie del gobierno me ha manifestado su incomodidad.
-¿Usted es la voz que clama en el desierto?
-No. Ya vemos como hay múltiples unidades abocadas a la formación ideológica y política, como las Escuelas de Cuadros que está organizando el Psuv.
-¿Usted se define como marxista?
-No
-¿Maoísta?
-Tampoco.
-¿Entonces cómo?
-Como una síntesis y simbiosis entre Marx, Bolívar, Cristo y Hugo Chávez para dar concreción al Socialismo Bolivariano en el Siglo XXI.
De perfil
William Ernesto Izarra Caldera nació en 1947. Es oficial de la Fuerza Aérea en situación de retiro, con el grado de Teniente Coronel. Egresado de la Escuela de Aviación Militar, fue el primero de su promoción en 1967.
Obtuvo la licenciatura en Educación en la UCV en 1977, estudios que completó con Maestrías en Planificación Educativa en la Universidad de Harvard en 1980 y cursos de postgrado en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), en la Universidad de Tufts, en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy, en el Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Harvard y en la Escuela de Estudios Políticos de la Universidad de Boston.
Fue creador de los Movimientos R-83 y Arma (Alianza Revolucionaria de Militares Activos) dentro de las FAN entre 1979 y 1985. Fue miembro fundador del Frente Patriótico Revolucionario a raíz de la masacre del 27/F de 1989.
Ocupó el cargo de Director Nacional del MBR-200 entre 1996 y 1997, actuando posteriormente como miembro fundador y primer Director Nacional de Organización del Movimiento V República (MVR), entre 1997 y 1998. Electo como senador al Congreso por el MVR en 1998, presidió la comisión de Defensa del Senado.
En el año 2005 ocupó el cargo de Viceministro de Relaciones Exteriores. Escribió y publicó el libro de ensayos políticos “En busca de la revolución”, la novela “El tiempo que nos queda” y el ensayo geopolítico “Del proyecto original al proyecto del nuevo siglo”.
IGOR MOLINA
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