Energía Morfogenética

Energía Morfogenética
Fuerza de los Revolucionarios para luchar de manera inquebrantable por consolidar la Revolución Bolivariana

III Curso para Difusores e Investigadores del Socialismo Bolivariano

III Curso para Difusores e Investigadores del Socialismo Bolivariano
Se iniciia el 31.05 a las 08.30am en la UBV de Caracas, Los Chaguaramos, Piso 10, Sala Cruz Diez

Hacia la Capilla ardiente de 10 días

Hacia la Capilla ardiente de 10 días
Fueron cientos de miles quizás millones...no se sabe cuántos desfilaron frente a Chávez para darle su adiós

El Comunismo en Venezuela en 2017

El Comunismo en Venezuela en 2017
El comunismo hoy en día en el siglo XXI lo interpreto como el modo de vida que se fundamenta en la espiritualidad (razón política de energía morfogenética para luchar por transformar el mundo) del ser para organizar a la sociedad en componentes comunitarios que buscan alcanzar el Bien Común (racionalidad de justicia), la producción socialista y el poder popular expresado por vía del autogobiernC

Táctica y Estrategia de la Revolución Bolivariana en la coyuntura del 12 de Octubre

Táctica y Estrategia de la Revolución Bolivariana en la coyuntura del 12 de Octubre
Quienes creen en el Socialismo Bolivariano (Revolución), como otro modo de vida diferente al capitalismo, buscan la realización de actos dirigidos a transformar el capitalismo y generar una nueva estructura de relaciones humanas que invente el otro mundo posible.

El MNOAL y el Socialismo Bolivariano

El MNOAL y el Socialismo Bolivariano
La coyuntura en que se encuentra Venezuela al realizarse la Cumbre de los Países del MNOAL es una oportunidad, para el país que sigue de manera inexpugnable alcanzar la viabilidad de construir el Socialismo Bolivariano

La Revolución Bolivariana es un paradigma que guía a los movimientos emancipadores del mundo

La Revolución Bolivariana es un paradigma que guía a los movimientos emancipadores del mundo
La fuerza interior se crece para transformarse en ímpetu imbatible al dominar las ideas que proyectan el modo de vida sustentado en el socialismo, razón del reto contra las fuerzas de USA, de la derecha mundial y la globalización universal.

Talento, Bien Común y Virtud vs Fascismo, Odio y Destrucción

Talento, Bien Común y Virtud vs Fascismo, Odio y Destrucción
El Bien son los principios, la ética, la moral de la justicia, la razón del espíritu. El Bien es el amor al prójimo y la Buena Voluntad. El Mal es el odio, la devastación consciente, la intención de hacer daño, la negación de la idea, del pensamiento y de la Revolución.

La Carta Democrática Interamericana, instrumenrto de USA para mantener su hegemonía

La Carta Democrática Interamericana, instrumenrto de USA para mantener su hegemonía
No puede uno de sus miembros (OEA) invocar la aplicación de la Carta cuando se carece de moral política por ser violador de su articulado.

El Partido Político tiene que transformarse en estructura para la emancipación

El Partido Político tiene que transformarse en estructura para la emancipación
Democracia Directa es el nuevo estadio que tiene que asumir la Revolución Bolivariana una vez que el pueblo venza a la GNC, a la desestabilización, a la derecha mundial, al Comado Sur, al Departamento de Estado, a los gobiernos de la derecha mundial y al Presidente de USA.

martes, 19 de enero de 2016

En la lógica del capital: los peligros de la guerra y el estado de bienestar por Gustavo Borges Revilla

Para principios de 2011, en toda África, solo un país ostentaba un nivel de vida más alto que el de muchas naciones europeas. Se dice que entre sus logros más consolidados, servicios de "primera necesidad" como salud, electricidad, educación y vivienda no tenían costo alguno, todo gratis. Los créditos entregados a la población de cualquier clase gozaban de 0% de interés por ley. La vivienda era considerada un derecho humano inalterable. La población vivía con sólidos niveles de comodidad y bajo un estado de bienestar garantizado. Cero problemas mayores en términos económicos o de gestión. Los planes de justicia social e igualdad prometidos por su líder se venían cumpliendo.

El 19 de marzo de ese mismo año 2011, aviones cazas de la fuerza aérea de la OTAN iniciaban un bombardeo sobre Bengasi, y horas más tarde 110 misiles crucero Tomahawk eran descargados, con toda la saña, sobre otras ciudades importantes de Libia, ese país con "índices de desarrollo" impensables en otras naciones del continente africano. Ocho meses después de ese primer bombardeo, se proyectaba al mundo en directo una secuencia de las imágenes más nefastas de los últimos tiempos: momentos antes de ser asesinado de un disparo en la cabeza, Muammar el Gadhafi, líder por más de 40 años de ese país y político de alta influencia en el mundo, era sodomizado por sus captores, combatientes del grupo terrorista Al-Qaeda y demás soldados de organizaciones multinacionales. Mercenarios teledirigidos desde sectores del Estado profundo gringo y sus corporaciones, más su colonia la Unión Europea haciendo la mayor parte del trabajo sucio.

Días antes de ser capturado, Gadhafi, ya consciente de su destino, escribió un documento con reflexiones claves para el posterior estudio, no de esta guerra cantada años atrás por los poderes corporativos y militares occidentales, sino de los motivos profundos que la hicieron posible desde adentro.

Decía Gadhafi: "Durante 40 años, o aún más, hice todo lo que pude para darle al pueblo casas, hospitales, escuelas, y cuando tenían hambre, alimentos. Incluso en Bengasi convertí el desierto en tierras de cultivo (…) hice todo lo que pude para ayudar a la gente a entender el concepto de democracia real, donde comités populares dirigen nuestro país. Pero eso no alcanzó, incluso las personas que tenían casas de 10 habitaciones, nuevos trajes y muebles, me dijeron, nunca estuvieron satisfechos y tan egoístas eran que aún querían más. Fueron ellos quienes dijeron a los estadounidenses y otros extranjeros, que necesitaban ‘democracia’ y ‘libertad’ sin reconocer que es un sistema salvaje, donde el pez grande se come al chico, pero estaban encantados con esas palabras".

Dos años antes de la invasión, en 2009, Gadhafi sostenía una propuesta para la integración económica y política del norte de África. Con el respaldo de 140 toneladas de oro y más de 170 mil millones de dólares en reservas, proponía una nueva moneda africana que provocaría un alto grado de independencia económica de la región, tal como lo indican cables desclasificados por el Departamento de Estado cinco años después.

Libia ostentaba una economía sólida, abundante en recursos líquidos en bancos internacionales y reservas naturales bastante considerables, su población, como se señala arriba, gozaba de un estado de bienestar pleno. ¿Impidió esto la criminal invasión de 2011? No. Las razones fundamentales de su fracaso no fueron económicas. Fueron políticas. En los últimos años Gadhafi (influenciado por políticos locales al servicio de Europa y Estados Unidos) había decidido acercarse a las potencias financieras y corporativas de Occidente.

¿Puede un país fundar una sociedad nueva satisfaciendo las necesidades infinitas de la vieja?
Hoy Libia no existe como Estado-nación. Gran cantidad de sus habitantes están muriendo en el Mar Mediterráneo huyendo de la matanza que aún hoy realizan múltiples grupos mercenarios. Sus reservas petroleras están siendo saqueadas y vendidas en el mercado sin ningún tipo de regulación internacional y sus reservas de casi 200 mil millones de dólares desaparecieron misteriosamente de las bovedas de los bancos europeos. El oro con el que proponían golpear el sistema financiero artificial, soportado en el dólar, también fue saqueado. No existe nada que se parezca a la era Gadhafi. La clase media que en 2011 pedía democracia y libertad hoy no existe, muchos son cadáveres producto del daño colateral de los bombardeos. Otros probablemente estén trabajando en Alemania o Francia, esclavo o empresario, según la clase y su destino.

Términos y conceptos tan enunciados a lo largo de la historia como estado de bienestar, justicia social, estado de derecho, democracia directa, buena gestión, eficiencia, gobernanza, estabilidad, confort, felicidad social, gestión social, atención integral, derechos humanos y otros tantos, en el caso de Libia, por mencionar sólo ese ejemplo, no impidieron el desmantelamiento de su aparato de gobierno a la fuerza por dos cuestiones fundamentales: 1) Una parte de la población libia acompañó las condiciones para su invasión; 2) La comunidad internacional tiene total libertad (y recursos militares y financieros) para pasarse por el forro todos y cada uno de estos "logros" e imponer sus planes, sean cuales sean, por los métodos que sean, en el país que sea.

A la razón corporativa y financiera mundial la acompaña el obligatorio ejercicio de la fuerza. El aparato militar además de abrazar al poder político funciona como bomba de oxígeno a la debilitada dinámica capitalista. Afganistán, Irak, Libia, Siria y siglos de historia lo demuestran. La brutalidad de las circunstancias en las que cada una de estas operaciones y sus contextos particulares se desarrollaron dejan abiertas muchísimas preguntas en el marco de nuestra realidad propia.

¿Es cierto que saldar eso que llaman "deuda social" garantiza la sustitución de la lógica cultural que sostiene al capitalismo y sus aparatos de dominación? ¿Debemos dedicar por completo grandes recursos, esfuerzos y planes de todo un país a esa categoría abstracta del "bienestar social"? ¿Tomamos el poder para administrar las estructuras fundacionales del sistema capitalista? ¿Es la redistribución de la riqueza el fin último de una sociedad que se plantea cambiar? ¿Después de haber redistribuido las riquezas, qué pasa con las nuevas ambiciones? ¿Puede un país fundar una sociedad nueva satisfaciendo las necesidades infinitas de la vieja?

De 1999 a 2016 la Revolución Bolivariana ha sido el único proyecto político que ha alcanzado, por la solidez de su esfuerzo, superar las condiciones de pobreza heredadas de un siglo entero de saqueo. Los datos estadísticos son, de hecho, públicos. Ningún país del planeta, por ejemplo, puede darse el lujo de ostentar una cifra como la nuestra en el sector vivienda: 1 millón de casas entregadas a la población más necesitada. Lo mismo pudiéramos decir de los planes educativos, de salud, de alimentación, etc. En la lógica del pensamiento tradicional resulta incomprensible una crisis como la actual.

Parece necesario entonces volver a las preguntas de arriba. Han logrado instalar en gran parte de nosotros la teoría que indica que la guerra es sólo un ejército contra otro, bombas contra bombas y aviones silbando en el aire. La abstracción argumental de la guerra económica es una realidad. Es de hecho un error agregarle la extensión "económica". La guerra es la guerra y se aplica en toda su ley. Como apunta El Cayapo, toda guerra es nueva en el marco del capitalismo. Perceptual, híbrida, líquida, comunicacional, mediática, militar, de cuarta generación, financiera; es la guerra lo que sucede no sólo de este lado del planeta.

Podríamos estar dando vueltas alrededor de la soga que tarde o temprano irá al cuello colectivo
La historia lo indica, viejos y nuevos ejemplos sobran. La palabra sabia intenta decirnos que no debemos cuestionarla, repetirla una y otra vez no importa los resultados. Pero, ¿de verdad debemos condenar al chavismo a repetir la historia de cientos de miles de pueblos que intentaron superar el sistema capitalista en su exacta lógica cultural, social y política? ¿Por qué no nos damos el chance de cuestionar sus columnas vertebrales, sus bases fundacionales? ¿Superaremos el desastre capitalista reproduciendo con mayor esfuerzo sus símbolos resumidos en la "necesidad"?

¿Construiremos otra sociedad sin tocar el aparato y la lógica de producción del capitalismo y sus modos de producir? Si el aparato de producción de un sistema es el que determina las relaciones sociales y por lo tanto las raíces de su cultura, entonces ¿por qué no hacer un esfuerzo y pensar, diseñar, experimentar otro modo de producir, otro diseño del trabajo y por lo tanto de las necesidades?

Podríamos estar dando vueltas alrededor de la soga que tarde o temprano irá al cuello colectivo. No se puede agarrar mal esta curva cerrada del momento y no proponernos discusiones responsables e históricas. Los resultados de la palabra al aire en la lucha por la mejor consigna estéril están a la vista. No suma, no resuelve, no da resultados, no moviliza. El chavismo ha demostrado, aún en la crisis existencial más grande de los últimos 100 años, tener un ejército de más de 5 millones de personas dispuestas a cambiar, a discutir, a pensar, a activar. Pero no es lo mismo proponerse discutir sobre el reloj de un ministro cualquiera, a proponerse discutir cómo abandonar el aparato de producción capitalista y todo su sistema cultural.

Si el chavismo es una fuerza histórica, debe proponerse discusiones y planes históricos, conformarse en la crónica enfermedad del presente es por lo menos irresponsable. La crisis del planeta entero no es responsabilidad nuestra. El desastre mundial corresponde a sus creadores y a su sistema en metástasis.

Esta no es una discusión para apurados; con o sin gobierno, con o sin poder, con o sin apoyo internacional, la Revolución seguirá. Queda de nosotros decidir dónde invertir la energía vital, los años, el esfuerzo. Seguimos regalando tiempo y oxígeno al sistema capitalista y sus corporaciones transnacionales, o nos proponemos saltar al vacío de la otra discusión, la que ahora mismo no existe producto de la neurosis económica y del chantaje irresponsable de los dogmáticos.


Enormes batallas se vienen, no tengamos duda. Pero hagamos el esfuerzo, ocupemos el cerebro para las grandes tareas; las pequeñas, dejémosla para seres rendidos en las quejas.

Frente a la emergencia económica en Venezuela por Alfredo Serrano Mancilla

El escenario económico adverso, externo e interno, amenaza luego de muchos años a la revolución política y social en Venezuela. La restricción externa es un hecho irrefutable. Aquello que muchos analistas denominaran viento de cola a favor por los altos precios de las materias primas, hoy se torna como viento en contra. El precio del petróleo se ha reducido en 70%. Además, el estrangulamiento financiero internacional contra Venezuela es constante. A pesar que el país pagó alrededor de 14.000 millones de dólares el año pasado en concepto de deuda externa, el riesgo país jamás se vio mejorado. La banca internacional asfixia para lograr su salida, la neoliberal.

Este frente externo tiene claras consecuencias directas a lo interno, fundamentalmente por la reducción de divisas disponibles. No obstante, esto no significa que todos las dificultades económicas casa adentro estén ocasionadas por la restricción de afuera. La renta petrolera, reapropiada soberanamente con Revolución Bolivariana, no logró realmente traducirse en un flujo virtuoso productivo. Hubo logros en estos años de chavismo pero no necesariamente en el uso productivo de la divisa. La política económica del chavismo consiguió humanizar la economía, garantizando derechos sociales, y también obtuvo mejoras reales en los patrones de consumo para las mayorías. Sin embargo, este nuevo músculo social y el pujante mercado interno no fue aprovechado para consolidar un nuevo orden económico productivo. ¿Por qué? El rentismo importador se ocupó excesivamente de satisfacer la demanda interna, y esto trajo consigo notables desequilibrios estructurales en la economía venezolana.

Esta caracterización se complejiza aún más si se tiene en cuenta los principios básicos de la economía política. Eso que llaman eufemísticamente mercado se compone de actores económicos privados con capacidad real para influenciar más de lo que cualquier manual de economía neoclásica presupone. En medio de la guerra económica venezolana, los ganadores han sido aquellos que fueron capaces de concentrar aún más la riqueza en sus propias manos. En el año 2014, el 12% del tejido empresarial acumuló el 79% del enriquecimiento neto en el país. ¿Tendrá algo que ver este dato con la inflación? Según la ortodoxia neoliberal, todo es cuestión de emisión monetaria o déficit fiscal. Por cada ejemplo que ellos encuentren para demostrar esta relación directa, siempre se puede hallar otro que dice lo contrario. La inflación no es resultado de ninguna ecuación matemática. Más bien es fruto de una compleja algebra política-económica, en la que sí inciden las variables macroeconómicas convencionales, pero también tiene mucha influencia quienes se quedan con la mayor tasa de ganancia por cada eslabón de la cadena de valor. En este punto, no puede pasar inadvertido el papel ineficiente-usurpador de renta de los actuales sistemas de distribución en el país.

Entonces, a partir de este diagnóstico complejo, la cuestión es preguntarse qué se puede para salir de este laberinto. La economía venezolana está al borde de su punto bifurcación. O toma un camino u otro. Una de las victorias de este cambio de época es que ahora el pensamiento único neoliberal compite con otras alternativas cada vez que se afronta una situación económica complicada. Las recetas de ajuste quedaron en evidencia en el siglo pasado pero siempre tienen la virtud de resucitar cada vez que ven dificultades a la vista. La diferencia con la época neoliberal es que en la actualidad no están solas; rivalizan con otras opciones heterodoxas.

He aquí la decisión alrededor de esta pugna entre dos modelos completamente antagónicos e irreconciliables. Del neoliberalismo ya se conoce su libreto, y sus consecuencias. En cambio, la revolución bolivariana hasta el momento nunca había tenido que afrontar sus propias tensiones económicas internas en medio de una gran tempestad externa. Ahí radica el verdadero reto en estos momentos: escaparse de la vía neoliberal al mismo tiempo que se crea una nueva senda económica de respuestas efectivas en el marco del horizonte estratégico trazado por el chavismo.

En este sentido, no sirven aquellas mismas recetas que el chavismo usara para salir del laberinto neoliberal. Este es otro mundo, tanto afuera como adentro, lo cual obliga a poner en marcha una batería de políticas económicas para impedir que la restricción externa no se acabe imponiendo como sacrificio interno para las mayorías. Algunos puntos claves en esta nueva época de Gran Política Económica son los siguientes:

1. El Estado de las Misiones Sociales requiere de su espejo económico; por cada misión social, una misión económica que desate nuevas fuerzas productivas a nivel interno. Para ello, las compras públicas han de servir como músculo económico a favor del nuevo metabolismo social democratizador. Hay que procurar el efecto multiplicativo económico derivado de la Revolución Social.

2. Es preciso ordenar lo que se puede producir y lo que no. La Revolución Productiva exige ponerse manos a la obra con los nuevos motores económicos, considerando: a) el verdadero valor agregado que se puede generar internamente, y b) el límite externo impuesto por las cadenas globales de valor. De nada serviría producir nuevos bienes si para ello se acaba importando buena parte del valor agregado.

3. No todo es una cuestión de motores; también se trata de actores. La democratización del aparato productivo es condición necesaria y suficiente en la nueva etapa económica porque es la única manera de romper con la dependencia oligopólica actual. El poder comunal ha de ser pivote esencial en el nuevo orden económico, tanto en lo productivo, como en el tema distributivo y comercializador. La comuna ha de dejar de ser marginal en lo económico; la salida no neoliberal es indudablemente la salida comunal.

4. Hay que evitar caer en la trampa neoliberal de abordar el tema de las divisas desde el enfoque exclusivo de lo nominal. ¿Es importante discutir el tipo de cambio? Si, siempre y cuando antes se defina cuál es la nueva matriz de asignación de divisas. En un momento de escasas divisas, es más determinante elegir cómo se van a sembrar las divisas para que florezca otra economía real en el menor tiempo posible. Se requiere de una suerte de acupuntura de tal manera se le de un uso anti inflacionario, productivo y pro crecimiento a las divisas disponibles.

5. Otro imperativo es una nueva matriz de captación de divisas que rompa la dependencia exportadora petrolera. Hay que ser muy consciente que esta tarea no es instantánea, pero hay que buscar respuestas eficaces en algunas inversiones extranjeras directas, en el sector minero, bajo control mayoritario del Estado. Hay que buscar formas legales para que la banca privada repatrie sus dólares, y participe activamente en esta situación de emergencia económica que existe en el país.

6. Ante la restricción de afuera, es imprescindible avanzar en materia de soberanía tributaria. Hay margen suficiente para hacer una revolución tributaria basada en principios de justicia social. Resulta preciso implementar un plan de lucha contra el fraude y la evasión fiscal. Se necesita recaudar adentro todo lo que se necesita para garantizar la inversión social y productiva, e impidiendo que el shock externo tenga impacto negativo internamente.

7. Otra respuesta es retomar a la senda regional en forma efectiva. Habría margen seguramente de activar planes especiales Sucre para importar bienes prioritarios evitando pasar por el dólar. Es fundamental además buscar nuevas vías de importación sin dólar, en Mercosur, con algunos métodos compensatorios, al mismo tiempo que se logra un nuevo mapa de inversiones desde la región.

Con estos elementos se observa cómo se puede construir otra carta de navegación para superar la actual tormenta, adentro y afuera. No solo basta con decirle no a la propuesta neoliberal de medidas regresivas de la distribución de la riqueza. Es preciso implementar una agenda económica bolivariana para este momento histórico. La única forma de superar el mandado neoliberal del no hay alternativa, es encontrar opciones reales y certeras para el futuro de cambio económico adentro del cambio de época. A la guerra económica, se le vence con victorias tempranas en el terreno de lo concreto, y construyendo expectativas creíbles para que la paz económica puede llegar mas pronto que tarde. 

domingo, 3 de enero de 2016

Los Comandos Populares Bolivarianos “CPB” por William E. Izarra



Los CPB son unidades de protección territorial organizadas por la comunidad para asumir la custodia y defensa de una área específica en el entorno comunitario. Se organiza con base en dos elementos: El Centro de Operaciones (COP) y las Unidades Básicas de Acción (UBA).

El COP es el elemento de dirección, planificación y control de las actividades que ejecutan los CPB. Lo forman cinco (5) miembros que se disponen en secciones. Éstas son:
1.              La dirección cuya función es la de coordinar todas las actividades que se cumplen en los CPB. Es además el ente que supervisa y evalúa la ejecución de las tareas el equipo de dirección.
2.              La sección de Organización, cuya misión es la de formar las Unidades Básicas de Acción (UBA) en el área de la comunidad que le compete y establecer relaciones con los otros CPB del entorno comunitario.
3.              La sección de Operaciones, cuya misión es la elaborar y poner en ejecución el Plan de Operaciones. Éste es el instrumento que define el concepto de las operaciones que se van a ejecutar. Contempla de manera específica la asignación de responsabilidades y tareas que cumplirán todos los integrantes de la organización. Determina también los blancos seleccionados que sean necesarios incluir en las operaciones a desarrollar. Entendiendo por blanco, aquellos objetivos específicos que deben ser protegidos, controlados, aislados, posesionados o eliminados.
4.              La Sala Situacional es el espacio físico clasificado como secreto, el cual acumula toda la información de inteligencia, operaciones, política y complementaria que se procesa en los CPB. Esta sala alimenta al Plan de operaciones.
5.              La Escuela de Formación, centro de enseñanza para la capacitación, difusión e investigación de todos las áreas necesarias para cumplir satisfactoriamente la misión de la organización.

Las Unidades Básicas de Acción (UBA) son los componentes orgánicos que ejecutan las tareas operativas fundamentales para materializar exitosamente la custodia y defensa de la comunidad con base en los criterios del Equipo de Dirección y el Plan de Operaciones. Las UBA se organizan con base en un (1) Coordinador y seis (6) áreas funcionales:
1.              El Coordinar tiene por responsabilidad distribuir, ejecutar y supervisar las tareas asignadas a cada miembro de la UBA en el Plan de Operaciones. De igual manera, el Coordinar debe darle direccionalidad a las tareas específicas que cumple cada área funcional.
2.              Las áreas funcionales, las cuales deben ser asignadas por especialidad a los seis (6) miembros de la UBA, (una para cada uno), son las siguientes:
a)             Abastecimientos. Se encarga de velar por la ubicación, almacenamiento y distribución de todos los bienes alimenticios y complementarios que requiere el ser humano para subsistir. Tales como: alimentos perecederos y no perecederos; agua; bebidas; medicinas; ropa; calzado.
b)             Comunicaciones. Se encarga de elaborar el inventario de todos los medios de comunicaciones (teléfonos, radios, televisores, otros afines) existentes en el área de la comunidad. Además, debe proveer los mecanismos (equipos e instructivos) para establecer las comunicaciones directas, indirectas y de emergencia, entre todos los miembros del Comando; así como el enlace con otros CPB locales y parroquiales, y con los entes gubernamentales.
c)             Inteligencia. Se encarga de recabar, procesar y distribuir la información procesada a los fines de incidir eficazmente en la toma de decisiones para la custodia y defensa.
d)             Defensa. Se encarga del levantamiento del censo, cartas topográficas y planos comunitarios, del área de la comunidad de su competencia; así como de los puntos vulnerables, tácticos y estratégicos para ser considerados en el Plan de Operaciones. Defensa es responsable también de evaluar las condiciones operacionales de la población del área, para determinar su inclusión en el Plan de Operaciones.
e)             Retaguardia. Se encarga de establecer las vías, rutas, medios, sitios de resguardo y ambientes para el repliegue táctico en caso de que la adversidad o los elementos oponentes pongan en riesgo la vida de todos los miembros de la comunidad.
f)              Ofensiva. Se encarga de establecer las formas de acción, los componentes operativos y las estrategias, para pasar a la ofensiva cuando así lo determine la situación política o militar que prevalezca en el área de la comunidad.