Dos documentos son claves en este instante para aproximarnos
a pronosticar cuál será la tendencia del escenario post 6D a partir de 5E:
(1)
El discurso
del Presidente Nicolás Maduro ante las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas
(FANB) el viernes 11/12/2015
(2)
el Comunicado
de solidaridad de las FARC-EP sobre la ofensiva imperialista contra la
Revolución Bolivariana de fecha 13/12/2015.
Me fundamento en sus contenidos para señalar que el
escenario post 6D a partir del 5E será el de la “Intensificación de la Guerra
No Convencional (GNC)“.
En primer lugar tenemos que hacer mención a que todo
lo que ha venido ocurriendo durante el año 2015 y los dos años anteriores (2014
y 2013) son derivaciones del concepto doctrinario de la GNC.
Tomo de http://www.ecured.cu/Guerra_No_Convencional la siguiente concepción de GNC:
“…una penetración física política, económica, cultural
de un país poderoso en otro en desigual condiciones con la finalidad de
someterlo y expropiarlo de bienes hídricos, minerales y energéticos. Erigida no
solo como forma principal de agresión, sino como herramienta estratégica de la
política exterior norteamericana, sin el uso de armas ni fuerzas militares…“
Al respecto el Presidente Nicolás Maduro ha expresado:
“…Venezuela es víctima de una "guerra
no convencional, económica, eléctrica, financiera, criminal y
psicológica", que atribuye a sectores de derecha apoyados por Estados
Unidos. “Estamos ante una crisis de grandes dimensiones, que he caracterizado
como una crisis contrarrevolucionaria de poder…“
“…El país que aplica una GNC no pone la fuerza
desmedida de un arma convencional, si no que a través de medios creativos,
innovadores, tecnológicos y tácticas sigilosas, logra llevar a cabo los
propósitos que se plantean. En la GNC los objetivos de guerra son usualmente
psicológicos y coactivos, y los elementos de las fuerzas armadas usualmente
trabajan independientemente y es común que se encuentren infiltrados…“
Ejemplos vivos y de reciente configuración de
escenarios de GNC en el mundo del siglo XXI son Libia (2011), Siria y Ucrania
(ambos conflictos en desarrollo).
La GNC viene gestándose en Venezuela desde que se
instaló el gobierno del Presidente Hugo Chávez en 1999; pero luego de su muerte
en 2013, USA que fracasó en 2002 con el golpe de estado de 48 horas, estimó que
a partir de ese evento -hito de la historia de la Revolución y del País-
encontraría condiciones propicias para intensificar sus actos
desestabilizadores a fin de aniquilar a la Revolución. Sin embargo, a pesar de
la irrupción del terrorismo y las guarimbas urbanas apenas se conocieron los
resultados de las elecciones presidenciales del 5 de abril de 2013 que dieron
vencedor a Nicolás Maduro, el candidato derrotado Henrique Capriles quien llamó
a incendiar el país, no pudieron reducir ni someter a la Revolución
Bolivariana. No obstante, el llamado de Capriles arrojó 11 muertos, decenas de
lesionados y una gran pérdida material en bienes públicos.
No conforme con estos resultados que afectaron de
nuevo las metas de USA, en el 2014 se retomaron las acciones terroristas y
apenas se inició el año, irrumpieron nuevos hechos de ataque a instalaciones
públicas como indicativo del reimpulso que se le daría a las guarimbas urbanas
en ciudades, carreteras y bosques del país. Fueron 5 meses consecutivos que día
a día los sucesos de terror urbano se
acrecentaron, pero las fuerzas militares y populares, bajo la estrecha alianza
cívico-militar pudieron contenerlos, someterlos y derrotarlos. Este hecho fue
un éxito del Presidente Nicolás Maduro contra el imperialismo norteamericano.
Fracasó otra vez el imperio, pero no se agotaron sus
intentos por aniquilar a la Revolución. El año 2015 se inició con el intento de
un golpe militar cuyas acciones comprendían bombardear sitios estratégicos del poder
nacional. Golpe descubierto y desmontado por el gobierno revolucionario. El
Imperio y sus aliados de la derecha se percataron que por la vía del terrorismo
y los actos subversivos no acabarían con el gobierno ni con la Revolución. De
allí que cambiaron la estrategia y asumieron con mayor intensidad la GNC y uno
de sus derivados: la Guerra Económica; ésta,
como táctica para socavar y degradar la moral, la
fuerza política, psicológica, militar y económica del pueblo venezolano; situación a la que se le sumaría la calificación que
daría el gobierno de USA al gobierno de Nicolás Maduro de “amenaza a la seguridad de EEUU“ en marzo
de 2015.
Fue entonces todo el año 2015 un período en el cual se
fueron intensificando las condiciones inapropiadas para la susbsistencia
equilibrada y armónica de la población por toda la angustia y desmoralización que
causa el incremento de precios diariamente, la ausencia de alimentos, la
especulación, el acaparamiento, la variación cambiaria debido a la
confabulación para manejar el valor de la divisa dólar a niveles que permitiría
el incremento inflacionario de manera vertiginosa.
A todo esto se le suma el terror psicológico de
sentirse ser una amenaza para USA, pues en cualquier momento -apelando a esa
categoría de amenaza- podría activarse el Plan de Intervención directa por
parte del Comando Sur. Vimos y escuchamos durante períodos consecutivos a lo
largo del 2015 al comandante del Comando Sur, Gral John Kelly, opinando sobre
la situación de crisis que vivía Venezuela y descalificando al gobierno
revolucionario. Hechos que nos permiten deducir la plena disposición del
Comando Sur de inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela, contando para
ello con la autorización del Presidente
Obama y con las fuerzas de tareas para llevar a cabo un plan militar de
intervención.
A la Guerra Económica se le agregan los factores
complementarios que buscan exterminar a la Revolución Bolivariana, tales como:
1.
la matriz de opinión internacional que
pretendía aislar del concierto de naciones al Gobierno del Presidente Nicolás
Maduro y estimular múltiples agresiones por
parte de la derecha mundial;
2.
el contrabando de extracción por la frontera
con Colombia factor desestabilizador que influye significativamente en el
desabastecimiento nacional;
3.
las acciones del paramilitarismo como actos
que estimulan la violencia, el miedo y la depresión en la población;
4.
la geopolítica imperial que por el método de
la “Operación Tenazas“ pretende envolver al país a fin de presionar y alistar una
eventual intervención directa de fuerzas militares
Guerra Económica y factores complementarios son
componentes tácticos de la estrategia global que alcanza la Guerra No
Convencional (GNC)
Este cuadro generado por la GNC es el marco en el cual
se desenvuelven las elecciones del 6D. Una población atacada despiadadamente a
fin de limitar sus estándares de vida, afectar su seguridad ciudadana, con una
intensa contracción económica, responsabilizó al gobierno del Presidente Maduro
de ser el causante de esta vida insoportable y degradada como nunca antes.
Contribuye con esta tendencia de la población de
señalar al gobierno como culpable de la situación de crisis, cinco asuntos a lo
interno de la Revolución:
1.
ausencia del dominio teórico del socialismo bolivariano,
2.
esencia cupular del partido de gobierno (PSUV
y sus aliados) donde prevalecen las imposiciones desde arriba haciendo que las
decisiones sobre la conducción de la sociedad sean tomadas desde el plano
asimétrico;
3.
rumores y hechos de actos de corrupción por
parte de algunos elementos que manejan el poder generando dudas, sospechas y
decepción de los cuadros de base,
4.
fuerte apego a
una cultura de alienación que produce el mercado capitalista y el
consumo compulsivo el cual sigue vigente
en la construcción del socialismo y la búsqueda de consolidar la Revolución.
5.
Desatención por parte de algunas autoridades a
las comunidades urbanas y rurales generando frustración en sus pobladores.
Consecuencias de las elecciones del 6D
Sin dudas que los resultados de las elecciones a la AN
del 6D le da mayor capacidad de maniobra a la oposición, a la derecha mundial y
a USA. Con 112 diputados la oposición venezolana obtiene los 2/3 del total de
parlamentarios (167) necesarios para constituir la mayoría calificada condición
que le faculta para activar, entre otros asuntos de trascendencia política para
el país:
a)
dar voto de
censura al Vicepresidente de la República,
b)
tomar la
iniciativa para convocar a una Asamblea Constituyente,
c)
remover a los
magistrados de la Corte Suprema de Justicia,
d)
aprobar
proyectos de reforma constitucional.
Este poder que obtiene ahora la oposición venezolana
le permitirá a los entes internacionales, que la han financiado y acordado
pactos políticos de alianzas para arrasar a la Revolución Bolivariana, generar
acciones de mayor contundencia dentro de los propósitos que contiene la GNC
para terminar de demoler al Proceso Bolivariano. Los entes internacionales que
apoyaron y van a respaldar a la oposición venezolana en este escenario de GNC,
se pueden agrupar en 4 categorías: (i) corporaciones transnacionales incluyendo
organismo multilaterales capitalistas y gobiernos de la derecha mundial; (ii)
gobierno imperialista de USA como cabeza del plan de dominio hegemónico
mundial; (iii) la geopolítica imperial de la coacción (directriz de la GNC)
cuya materialización se concreta en los comandos militares de USA; (iv) los
países fronterizos que se prestan a coadyuvar con su espacio territorial y sus
actos de política internacional para facilitar la GNC contra Venezuela.
Ante el inminente escenario que se le presenta a la
Revolución Bolivariana, que aún mantiene un 42% de soporte popular, la
estrategia de acción para contrarrestar la GNC tiene que plantearse con base en
tres puntos mayores: (i) reactivar la economía nacional; (ii) profundizar la
viabilidad de la Revolución Bolivariana y, (iii) fortalecer la conciencia
colectiva sobre la idea del socialismo.
El primer punto es una necesidad inmediata que demanda
disminuir los niveles de ansiedad, descontento y frustración que produce en
toda la población el tema del desabastecimiento, precios incontrolables y reducción extrema de
su capacidad adquisitiva por la volatilidad del ingreso. Sobre este punto los
actores revolucionarios, expertos en asuntos económicos, ya han comenzado a trabajar y opinar al respecto. El gobierno
por su parte ha anunciado medidas que pondrá en acción a los fines de
satisfacer esta demanda generalizada y prioritaria.
No obstante, sin pretender que se active en los primeros
momentos del nuevo escenario, un cambio de estructura que genere cambios en las
relaciones de producción, el gobierno nacional tiene que responder a estas
expectativas primarias tanto por su incidencia determinante en los resultados
electorales del 6D como por la responsabilidad de producir bienestar a la
población. Además, actuar de inmediato sobre este punto le resta contundencia a
la oposición, la cual, con base en su meta de acabar con la Revolución, apelará
a todo lo que tenga a su alcance para cumplir con la GNC y así continuar
malogrando la armonía de la población nacional.
Los otros dos puntos: profundizar la viabilidad de la
Revolución Bolivariana y fortalecer la conciencia colectiva sobre la idea del
socialismo son asuntos que tienen una misma raíz y procedencia. Ambos puntos
los unifico en la necesidad impostergable de generar operaciones en dos
direcciones: (a) difusión ideológica y formación política; y (b) crear el
conjunto de categorías conceptuales que le den soporte a la tesis del
socialismo bolivariano basado en la teoría de la emancipación.
Esta afirmación responde a la hipótesis que plantea
que la Teoría
del Desarrollo y la Teoría del Crecimiento son construcciones vigentes en el
mundo globalizado del sistema capitalista en el siglo XXI, cuya aplicación no
es válida para el Socialismo Bolivariano.
Desarrollo y crecimientos son categorías que se
insertan en el marco teórico del modelo hegemónico mundial del capitalismo. Los
indicadores que manifiestan los niveles de satisfacción de expectativas de
consumo y necesidades materiales logradas por el ser humano están sujetos a
patrones derivados del mundo global auspiciado por los entes que se subordinan
al poder del capital. Por ejemplo las Naciones Unidas, organismo mundial al servicio
del capitalismo, establece paradigmas que determinan cuando se logra o no el
desarrollo.
Antepongo al concepto de desarrollo el de emancipación
en el marco de un modo de vida socialista lo que determina una posición
antagónica al capitalismo. Emancipación es la liberación del ser humano que le
permita obtener de manera individual y colectiva la acción armónica con la
naturaleza por vía de la autogestión colectiva y la desalienación cultural. Su
meta es satisfacer los objetivos del buen vivir, que es: logro pleno de las
necesidades espirituales, culturales y materiales del ser de un colectivo
organizado; autonomía de pensar, conocer y saber para que el individuo sea lo
que quiere ser y no lo que dicen que debe ser; y, potestad y autonomía de
crear, inventar y conducirse con base en su propio destino.
Si mantenemos dependencia con los indicadores de
desarrollo del capitalismo no habrá emancipación; y tampoco revolución. Los
indicadores de la emancipación tienen que crearse libremente sin ataduras para
desalienarnos del modelo capitalista.
¿Quien crea los indicadores de la emancipación? ¿El
gobierno? No. Lo hace el colectivo ilustrado inducido por el saber.
¿Quien induce la ilustración del colectivo? El cuadro
revolucionario quien debe contar con apoyo logístico del gobierno.
El gobierno viabiliza la vía
al cambio de estructura -postulado de la revolución- permitiendo la
elevación del conocimiento del colectivo. Los aparatos de poder al servicio del
estado administrados por el gobierno no son para el clientelismo son para la
emancipación. La emancipación exige un elevado nivel de conciencia,
conocimiento y saber de las estructuras de poder y de los cuadros
revolucionarios.
De tal manera, que el ente a crear tiene que
abocarse a comprobar esta hipótesis y a producir los conocimientos que permitan
sostener la tesis de la Teoría de la Emancipación como alternativa y base del
socialismo bolivariano.
Conciencia socialista
En 17 años de Proceso Revolucionario la capacitación política que abarca
difusión ideológica y formación política no ha sido prioritario. En este lapso
ha prevalecido lo pragmático de ganar elecciones sin estar atado a la
conciencia de la idea del nuevo modo de vida que implica el socialismo. Se ha
impuesto la corriente reformista por encima de la revolucionaria que busca el
cambio de estructura como postulado fundamental de la Revolución. Cambio de estructura
supone crear un nuevo modo de vida que genere cambios en las relaciones de
producción, autogestión colectiva y democracia directa.
En un escenario de GNC donde la oposición ha ganado espacios políticos y se
crece su ímpetu por la alta moral que produce la victoria del 6D, los
revolucionarios que conforman la Fuerza Revolucionaria tienen que poseer
convicción dada por los ideales del socialismo posible. Sus acciones tienen que
ser contundentes contra la GNC. Condición que requiere dominio ideológico. Sin
ideología revolucionaria se corre el riesgo de permanecer en la reforma,
conciliar con el adversario y, en consecuencia, permitir que perezca la idea de
la revolución socialista. Situación que le permitiría a la oposición lograr su
meta de aniquilar a la Revolución. La fuerza Revolucionaria es antagónica a la
oposición Son actores opuestos, por lo tanto irreconciliables. Esto se traduce en la esencia de la lucha de
clases. Por esta razón, el factor ideológico es vital para comprender y
asimilar lo que implica la lucha de clases.
Un revolucionario convencido de su pugna
por el socialismo no teme por los actos desestabilizadores de la GNC y, lo más
significativo de su certeza, no le teme a la muerte. Por lo tanto, un
revolucionario con dominio ideológico sobre el socialismo bolivariano no se
rinde, ni vota en contra de la Revolución; tampoco se deja seducir por la
fascinación del poder, ni cae en tentaciones codiciosas que genere el dinero,
ni en actos de corrupción. Un revolucionario que se disputa por el socialismo
bolivariano inventa vías, caminos alternos para repeler la GNC y abrir espacios
para que culturalmente se rompa con la alienación y se entienda lo de la
emancipación del ser.
Manipulación conceptual del socialismo y estímulo a la
alienación
Existe una obsesión (idea que con tenaz persistencia asalta la mente) en los seres del mundo
capitalista sobre el comunismo. La intensa propaganda desplegada en el mundo
occidental durante el período de la Guerra Fría, la cual continuó con mayor
empuje a partir del Nuevo Orden Internacional de la globalización iniciado a
partir de la caída del Muro de Berlín, ha hecho del individuo un ser alienado
(estado mental caracterizado por una pérdida del sentimiento de la propia
identidad). La alienación como expresión cultural de generaciones de seres
humanos que se atan al mundo capitalista ha sido un instrumento de dominio
psicológico (derivación de la GNC) que
ha hecho al individuo de la modernidad y, ahora de la postmodernidad
globalizada, presa sumisa de los conceptos que esa propaganda impone como
verdad siendo la misma aceptada sin ningún tipo de reflexión, meditación o
verificación.
Cuando USA asume la confrontación contra el incipiente
mundo socialista que comenzaba a emerger después de la II Guerra Mundial
dispuso de su capacidad maligna impregnada de rapacidad, sometimiento y
opresión para inventar realidades, ninguna verdadera o al menos manipulada esa
verdad parcializada, y crear fantasmas (figuraciones de la imaginación) acerca
de un modo de vida diferente al generado por el consumo y sus leyes de la
maximización de la ganancia (razón del capitalismo). El comunismo era entonces
visto desde la óptica del capital como lo antagónico a democracia, felicidad,
libertad y justicia. Era dictadura, opresión, subyugación del pueblo,
sometimiento al trato cruel, inhumano y extirpador de sueños y disfrute
pleno. El comunismo era el infierno; mientras que el capitalismo era el cielo.
Pues bien, de allí devino la deformación del comunismo
que ha sido permanente, incrustándose en la mente de generaciones humanas para
que se asuma (consciente o inconscientemente) como un mal del mundo al cual hay
que repudiar, refutar y negar. En Venezuela esa cultura de la alienación y, en
consecuencia el concepto de comunismo estrechamente unido al de socialismo,
generaliza el anticomunismo, y lo asume como una postura ante el mundo y la
vida; la cual sigue viva con mucha fuerza al interior del ser. Postura que
demuestra, por un lado, ignorancia masiva de una gran proporción del colectivo
nacional, que incluye a contingentes de “revolucionarios“ aún alienados; y por
el otro, la propaganda anticomunista se convierte en un factor de estímulo a la
lucha contra la Revolución Bolivariana la cual es interpretada por la
contrarrevolución (inculta la mayoría) como una copia de la experiencia
comunista cubana, factor vigente para descalificar a Cuba y su sistema político
autodeterminado por su pueblo; y proporcionar rechazo a la Revolución
Bolivariana por el simil que se establece entre ambos modos de vida.
En si, al investigar sobre el concepto político de
comunismo tomamos la siguiente conceptualización: “modo de interpretar y hacer
la historia de un pueblo como lucha de clases regida por el materialismo
histórico o dialéctico, que conducirá, tras la dictadura del proletariado, a
una sociedad sin clases ni propiedad privada de los medios de producción, en la
que haya desaparecido el Estado”. Este concepto en bruto sin otro tipo de
consideraciones lo interpretó el centro dominante para desvirtuarlo e imponer
de manera deformada sus propias visiones interesadas en preservar la esencia
del mundo occidental sin influencia de ningún modo de vida diferente al suyo.
Sin embargo, en la práctica de la política actual en Venezuela
y con base en nuestra identidad y fundamentándonos en los ideales de los
libertadores del siglo XIX, e integrándolos a nuestros propios pensamientos
criterios, juicios e ideas, el comunismo hoy en día en el siglo XXI lo
interpreto como el modo de vida que se fundamenta en la espiritualidad (razón
política de energía morfogenética para luchar por transformar el mundo) del ser
para organizar a la sociedad en componentes comunitarios que buscan alcanzar el
Bien Común (racionalidad de justicia), la producción socialista y el poder
popular expresado por vía del autogobierno. Es también comunismo el amor al
prójimo (lazos de afectos surgidos del espíritu de cuerpo) y la buena voluntad
del individuo para solidarizarse en las tareas colectivas de los componentes
comunitarios. Es además, buscar la sustitución del modo de vida capitalista por
el modo de vida socialista y, en consecuencia, generar el cambio de estructura
(nueva génesis) que conciba:
(i)
transmutar las relaciones de producción
cuyo fin no sea el mercado sino la satisfacción del Bien Común del colectivo
para el buen vivir y la colectivización de la propiedad de los medios de
producción;
(ii)
cambio en las relaciones de poder que
asuma como primera instancia de poder la asamblea popular organizada desde los
colectivos de base cuya razón fundamental de existir sea el individuo y no la
mercancía del capital;
(iii)
cambio en las relaciones sociales entre
los seres del colectivo nacional para estructurar la sociedad socialista
desalienada y culturalmente emancipada. La sociedad de la Patria, de la Patria
Grande y del legado de nuestros libertadores.
Formas de Acción
Para este nuevo escenario, teniendo a la
oposición en ventajas con una mayoría de respaldo de votos, el revolucionario
necesita fortalecer sus conocimientos y su base teórica por el socialismo, así
no debilita su condición revolucionaria y se incrementa su energía para batallar
y repeler las acciones de la GNC.
En consecuencia, se requiere que en este lapso
de inicio del nuevo escenario post 6D, mientras el gobierno actúa sobre el
punto uno para contrarrestar el efecto contínuo y mucho más agresivo de la
guerra económica y mantiene alerta a las FANB, a la milicia y a los colectivos
organizados sobre las derivaciones de la GNC, otro sector revolucionario que
cree en el socialismo tiene que abocarse a crear las vías para activar un ente
de investigación teórico-conceptual y de formación cuya finalidad sea estimular
conciencia revolucionaria y generar nuevos conocimientos para darle viabilidad
al socialismo bolivariano. Que por la generación de conocimientos, el
socialismo pueda acceder a otro nivel de credibilidad en la población nacional
y mundial.
Dominio ideológico y conciencia revolucionaria
implica ascender a otro estadio en la construcción del socialismo bolivariano.
Implica también romper con el método cupular de la toma de decisiones
(incidencia en las votaciones el 6D) y erradicar los ilícitos de aquello
débiles ideológicamente en la gestión gubernamental.
El revolucionario convencido del socialismo
bolivariano por vía de la inducción ideológica es lo más importante a lograr en
este escenario post 6D que desde ya se asoma que arreciará la GNC para acabar
con la Revolución Bolivariana.
Paralelamente al acto de la formación
política, difusión ideológica y fortalecimiento de la conciencia colectiva
acerca de la racionalidad del socialismo, el escenario de GNC induce a la
constitución de unidades comunitarias que puedan dar respuestas a las distintas
formas de agresión que se puedan presentar ante las eventualidades que ocurran
como consecuencia de la GNC. Esas unidades tiene que formarse en un nivel
jerárquico de importancia de la acción táctica, atendiendo la premisa que las
FANB asumen la defensa integral como un todo que abarca la soberanía nacional y
resguardo territorial; la Milicia es un cuerpo coadyuvante de las FANB para el
cumplimiento de esa gran meta; y las unidades comunitarias anti GNC son
componentes de Comando Populares para la defensa de los espacios más pequeños
del territorio nacional como lo son las comunidades parroquiales. Así tenemos
que FANB, Milicias y Comandos Populares significan la organización cívico-miliar
para repeler la embestida de la GNC en su escalada y niveles de intensidad en
sus intentos por aniquilar la Revolución Bolivariana.
El escenario de la GNC cuanta con dos actores.
Cada uno con su respectiva visión del mundo y la vida que los hacen
antagónicos, opuestos e irreconciliables. No obstante, a pesar de las
intenciones y propósitos muy bien definidos de USA sobre el Proceso Bolivariano
que se da en Venezuela, late la expectativa que ese escenario que pronostica
confrontación letal pueda apelar a la
razón humana y se logren niveles de tolerancia que induzcan a respetar los
espacios de construcción de nuevos modos de vida.
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