De aquí al 6D faltan 56 días. Eso es equivalente a lo
que hicimos entre el 18 de agosto y hoy. En agosto estábamos en vacaciones
escolares. Entre el 18 de agosto y hoy se han dado hechos que los
recordamos como si hubiesen sucedido ayer. Es muy efímero el transcurrir del
tiempo. Ese lapso fugaz del tiempo que en este ciclo de
centrifugadora tecnológica se avanza de manera acelerada es lo que falta para
el 6D.
Hay una sublime diferencia entre tiempo real y tiempo
político. Sublime por ser casi imperceptible. Lo real es lapso que mide la
permanencia Lo político en tiempo no es medición sino ocurrencia
de hechos que alteran o marcan la vida. Tiempo real y tiempo político no son
sincronía. El tiempo real entre el 18 de agosto y hoy lo indican
56 días. En ese lapso, el tiempo político indica la sucesión de hechos que
trascienden la unidad días y por lo tanto se sobrepone al tiempo real.
Desde el 18 de agosto a hoy ha habido cambio de
ministros; nueva relación con Colombia; definición de la Operación Tenazas;
identificación de la posición de Granger; nuevos intentos de acciones
terroristas; en fin, una nueva coyuntura que altera la realidad del escenario. Entre el
18 de agosto y hoy, el tiempo real ha sido el disfrute de las vacaciones de
nuestros hijos y el inicio el nuevo año escolar. Su
manifestación es relación directa de sol y luna; mientras que el tiempo
político trasciende momento y espacio para concretar hechos.
Esta comparación entre tiempo real y tiempo político
es para ver que hacer de aquí al 6D. Tiempo real es un suspiro, tiempo político
es conversión.
Cada revolucionario que cree en el socialismo y sabe
de la coyuntura actual tiene que actuar. Aunque tenga observaciones hay que dar
la cara. En tiempo real el 6D está a la
vuelta de la esquina. Apenas nos levantamos hoy desayunamos, abrimos la
computadora y ya es mediodía. El tiempo real es la celeridad del momento que se
convierte en un ínfimo espacio de energía que sucede sin darnos cuenta; pero el
tiempo político no es prontitud; es impulso a la transformación del pensamiento
y cambio de actitud hacia la realidad concreta. El
revolucionario que cree en el socialismo como método para crear un nuevo
modo de vida y que su acción descansa en la utopía revolucionaria,tiene
que asimilar estas categorías de medición. El revolucionario de pensamiento y
convicción que trabaja por el cambio de estructura, tiene 56 días de
tiempo político para actuar hacia el 6D y someter las adversidades que se presentan
en el escenario coyuntural. Me refiero al revolucionario como el ser que lucha por
el socialismo ; no al falso rojo; éste, no es revolucionario sino un mercader
que usufructúa el poder. Un falso rojo carece de conciencia social y por lo
tanto de ímpetu para actuar con base al cambio de estructura. Por lo
tanto, el revolucionario aunque se colme de contrariedad, tiene una obligación
ética de actuar en 56 días como tiempo político.
¿Qué tiene que hacer el revolucionario en estos 56
días? Ir al escenario y actuar con base en su conciencia para convertir a los
desalentados. El revolucionario tiene que acentuar su idea sobre el
socialismo bolivariano y hacer la síntesis cognitiva para crear su modelo
conceptual. Cuando el revolucionario alcanza la elaboración de su
modelo conceptual queda en condiciones de transmitir las metas de lucha.
El revolucionario que aún estando fuera de toda acción
de dirección de la sociedad sigue su lucha por la utopía. El revolucionario, a
sabiendas de las contradicciones que se dan en el escenario concreto, no se
desvanece. Sigue de pie dando la cara. Por esto es que el revolucionario
comiéndose la verdes, paleado, apabullado y aturdido no puede claudicar ni
detenerse a mitad de camino. El falso rojo claudica si ve que no va a ganar y
por lo tanto salta la talanquera y se transmuta entre los sectores opositores.
El revolucionario sigue de pie aunque lo ignoren. Su lucha no es por el
pragmatismo sino por ideales, sentimientos y Patria Soberana.
Entonces, en este intervalo de 56 días de tiempo
político hacia el 6D, la conversión de los desencantados descansará en los
revolucionarios. Los revolucionarios tienen que
actuar en el escenario para contrarrestar la acción demoledora de una realidad
opuesta. El revolucionario con su marco conceptual claramente
definido tiene que actuar en su ámbito de competencia y alcance de espacio. El
revolucionario sabe que su acción puede ser aislada y sin contar con apoyo de
nadie. Lo hace por su conciencia y compromiso ético. Su
alcance de espacio lo puede delimitar hacia las comunidades o miembros de ellas
que sufren la hostilidad de una vida que no era así. Hay
frustración por una vida inclemente ahora por costo, colas, guerra y amenazas,
unida a la propaganda contraria al Proceso Revolucionario.
Propongo a los revolucionarios que refresquen la
teoría que sostiene un socialismo inédito que quiere aparecer hoy. Propongo
a los revolucionarios del socialismo bolivariano, una vez que recapitulen sus
conceptos, divulgar las ideas a los desencantados. Hay que
propagar las ideas que sostengan conceptos elaborados, no quedarse con frases
aisladas o consignas que operan como gritos sin respaldo. El
escenario de hoy, contrario a un modo de vida que traía una cotidianidad
soportable, se ha hecho insoportable. Eso hay que teorizarlo.
El revolucionarios tiene que actuar en 56 días de
tiempo político como un teórico para modificar la desilusión, frustración y
desesperanza. Si el revolucionario logra impedir que el 6D se imponga por
relativa mayoría la oposición, tendrá ahora moral para exigir que le escuchen. Si el
revolucionario logra que le escuchen hará que los falsos rojos sean señalados y
neutralizados. Esto significa el inicio del socialismo
La teoría explica la práctica e induce a que se
recomponga. Un desilusionado, presto a atender la teoría, modifica su práctica. Sin
pertenecer al Comando de Campaña, se activa un equipo de revolucionarios que
cree en el socialismo y lucha por darle viabilidad. El equipo
de revolucionarios asume la lucha por las ideas de la transformación
revolucionaria la cual se ha ido estancando. Este
equipo de revolucionarios considera necesario que el 6D logre la mayoría en la
AN a favor del Proceso Revolucionario. Por lo tanto, el equipo de
revolucionarios se activa, dentro de su ámbito de competencia y en el alcance
de su espacio, para sumar votos.
Va entonces el equipo de revolucionarios a llevar la
teoría revolucionaria a los colectivos y comunidades para reforzar su acción
debilitada. Se debilita la acción de los colectivos y comunidades
por una realidad alterada por los antagonismos de la lucha política perversa. La
perversión de la lucha política se concreta por una derecha cuya acción se
centra en la perturbación de la sociedad en lugar de su compromiso a partir de
las ideas. La derecha busca la “salida“ del gobierno y aniquilamiento de un
posible modo de vida socialista por la vía violenta; no acude al concepto.
Considero que esta perversión y adulteramiento de la
vida estable del colectivo nacional es consecuencia de una lucha legalmente
subversiva. Eso se llama lucha de clases. Si la derecha planteara a la
sociedad una confrontación de ideas de justificación de su interpretación del
mundo, la realidad fuera armónica
Entonces, ante esta realidad falsificada por la derecha,
el equipo de revolucionarios va a la acción en el escenario político para
influir. El equipo de revolucionarios, sin estar en el aparato
organizado del partido, estará presente en la lucha difundiendo teoría
revolucionaria. Los pragmáticos y falsos rojos rechazan la teoría
diciendo que la ideología es “pura paja“. Demuestran ausencia de conciencia. La
ideología revolucionaria es la que puede sacudir la estructura para generar
cambios que arranquen de raíz el modelo capitalista.
El equipo de revolucionarios se activa para difundir
ideología revolucionaria que sostenga un socialismo bolivariano, inédito,
ausente aún. El próximo sábado 17.10 estaremos en Maracaibo para
organizar a otro equipo revolucionario que está claro cuál es su rol en el
escenario del 6D. Los equipos revolucionarios no cuentan con maquinaria,
ni son candidatos; solo poseen la convicción de su lucha y su apego al
socialismo. Se Lucha a favor del Proceso Revolucionario por
convicción y obligación ética y moral. El 6D tiene que ser una victoria no
pragmática.
Por lo tanto, convocamos a los revolucionarios que
vivan en Maracaibo y sus cercanías a unirse al equipo para la acción ideológica
este sábado 17/10. Quienes no están en el PSUV ni son “talanqueros“ y
quieren auxiliar a los débiles ideológicamente su espacio es el equipo de
revolucionarios. Tenemos 56 días para contribuir a revertir el
desaliento y el pesimismo. La convicción de una nueva racionalidad procede en
la militancia. El equipo revolucionario tiene que alcanzar en los desanimados
que la angustia y el abatimiento se convierta en energía para la lucha por el
socialismo bolivariano y marcar su viabilidad a partir del triunfo del 6D.
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