La reciente reunión de UNASUR en Bariloche (28/08/09) demuestra la debilidad
de posiciones anti EE.UU., por parte de la mayoría de los gobiernos de la
naciones de Sur América. La correlación de fuerzas a favor o en contra de
EE.UU., representada por la aceptación o no de la bases militares en
Colombia, es de 7 a 3. Concretamente de las 10 naciones latinoamericanas
solamente 3 (Venezuela, Bolivia y Ecuador) fijan un posición inequívocamente
antimperialista y por lo tanto de rechazo a la instalación de esas unidades
de control regional. De los 7 que hacen mayoría, 2 cuadrados y pegados
cerradamente al Imperio están identificados con EE.UU: Colombia y Perú; y 5
(Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile) aunque hacen una advertencia
del significado de esas Bases las admiten y hasta las miran de manera
inofensivas.
Este resultado de las fuerzas que se miden en el escenario geopolítico
regional significa que EE.UU., mantiene aún influencia determinante en las
decisiones políticas de la mayoría de los gobiernos suramericanos. Es
notorio que a diferencia de Chávez, Correa y Morales quienes asumen UNASUR
como una nueva instancia de unidad continental autónoma (sin la tutela de
EE.UU), soberana y de estímulo a la emancipación de los pueblos
latinoamericanos, los demás no le ubican en ese nivel ni le dan esa
importancia de unidad regional. La asumen apegada a la OEA y percibo que la
consideran como otro escenario más donde prevalece la retórica y la
diplomacia impregnada de la cultura de las cumbres inocuas que solo sirven
para la práctica del turismo. Muestra de esta afirmación la confirman las
actitudes de los Presidentes de Uruguay (Tabaré Vázquez) y Perú (Alan
García) quienes se marcharon mucho antes de que concluyeran los debates, las
decisiones finales y la aprobación de la Declaración. La molestia
manifestada sin disimulo por parte del Presidente de Brasil (Lula da Silva)
quien en tono disgustado hizo la observación de la duración de los debates
y, prácticamente, obligó a finalizarla cuando todavía quedaban asuntos que
decir. Si no hubiese sido por el Presidente Chávez quien lo mantenía
“vigilado” y se refería a él como para mantenerlo en su sitio, Lula se
habría ido cuando partió Tabaré o Alan García. Pero lo más destacado que
desmotiva a quienes mantenemos las expectativas del triunfo de las
corrientes antiimperialistas fue el énfasis con que Álvaro Uribe impuso que
cualquier iniciativa de UNASUR estuviese enmarcado dentro del contexto
político de la OEA. Propuesta respaldada por Cristina Fernández y aceptada
por todos.
Sin querer contradecir el espíritu del Presidente Chávez manifestado en sus
Líneas del domingo 30/08/09 en las cuales se intuye su postura de optimismo
y alegría por los resultados de la Cumbre --a los cuales me sumo por que
así sea en el futuro inmediato— no podemos dejar de considerar el factor de
poder militar que está presente en todo esta situación de las bases de
EE.UU., en Colombia. Factor no pasivo, sino por el contrario protagónico y
decisivo en la direccionalidad y uso que se le dará a partir de su
instalación, indistintamente de lo que diagnostique el Consejo Suramericano
de Defensa de Unasur. Por lo tanto, debemos hacer mención a la reunión que
sostuvo el Gral. Douglas Fraser, Comandante del Comando Sur (estructura
militar pivote de los planes de EE.UU., en todo el Continente americano y
unidad militar para hacer la guerra) con los Comandantes de las Fuerzas
Militares de 6 países suramericanos: Perú, Paraguay, Brasil, Uruguay, Chile
y Argentina; así como los ministros de Defensa de Panamá, Uruguay y México,
y el general brasilero José Roberto Machado E Silva, presidente de la Junta
Interamericana de Defensa. Reunión realizada en Cartagena en la primera
semana de Agosto y en donde se analizó la instalación de las Bases y se
obtuvo el acuerdo unánime de los asistentes. Por otro lado, a escasas horas
del inicio de la Cumbre, el 25 de agosto, los Ministros de Defensa de Brasil
y Colombia, Nelson Jobim y Gabriel Silva respectivamente se reunieron en la
sede del Ministerio de Defensa de Colombia para hablar sobre el acuerdo
militar entre Colombia y EE.UU., y la reunión extraordinaria de Unasur en
Bariloche. Ambos ministros ratificaron “…el excelente momento en el que se
encuentran las relaciones bilaterales y acordaron profundizar, aún más, el
intercambio industrial y tecnológico en materia naval, aérea y terrestre…”
Además, destaca la gira que realizó Álvaro Uribe, durante la primera semana
de agosto, para explicar a los Presidentes de Perú, Chile, Brasil, Argentina
y Paraguay el acuerdo militar con EE.UU.
Este lobby de Uribe en combinación con el Comando Sur y acatando las líneas
de la diplomacia inteligente de la Secretaria de Estado preparó el terreno
para los resultados de la Cumbre: la declaración final no hizo mención a la
instalación de las Bases Militares. Estimo por lo tanto, que los pueblos del
Continente tienen que asumir la existencia de la brecha entre las
expectativas del pueblo y las realizaciones de los gobiernos. La corriente
latinoamericana que ha asumido el socialismo y su pleno rechazo a la
instalación de esas bases no vacila en denunciarlas y oponerse
contundentemente a ellas (Venezuela, Bolivia, Ecuador). Pero, los gobiernos
que no quiebran su relación histórica con EE.UU., (los 7 países que arriba
se mencionan) aunque las organizaciones sociales de sus pueblos indiquen lo
contrario, esos gobiernos --al menos en lo que respecta al ejercicio del
poder militar-- se colocan del lado de EE.UU., y aceptan las bases dándole
un voto de confianza a Uribe. Brecha que nos lleva a reconocer que en esta
ocasión debido a la relación de 7 a 3, el Imperio gana espacio y refuerza
por vía de Colombia su plan militar de “Contención Política”” para frenar al
socialismo y principalmente a Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana.
Todavía hay que caminar mucho trecho para consolidar el socialismo en
Latinoamérica. Razón que induce a acelerar y perseverar en la difusión
ideológica para estimular la conciencia crítica y entender el alcance justo
del Socialismo del Siglo XXI.
jueves, 10 de septiembre de 2009
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