Energía Morfogenética

Energía Morfogenética
Fuerza de los Revolucionarios para luchar de manera inquebrantable por consolidar la Revolución Bolivariana

III Curso para Difusores e Investigadores del Socialismo Bolivariano

III Curso para Difusores e Investigadores del Socialismo Bolivariano
Se iniciia el 31.05 a las 08.30am en la UBV de Caracas, Los Chaguaramos, Piso 10, Sala Cruz Diez

Hacia la Capilla ardiente de 10 días

Hacia la Capilla ardiente de 10 días
Fueron cientos de miles quizás millones...no se sabe cuántos desfilaron frente a Chávez para darle su adiós

El Comunismo en Venezuela en 2017

El Comunismo en Venezuela en 2017
El comunismo hoy en día en el siglo XXI lo interpreto como el modo de vida que se fundamenta en la espiritualidad (razón política de energía morfogenética para luchar por transformar el mundo) del ser para organizar a la sociedad en componentes comunitarios que buscan alcanzar el Bien Común (racionalidad de justicia), la producción socialista y el poder popular expresado por vía del autogobiernC

Táctica y Estrategia de la Revolución Bolivariana en la coyuntura del 12 de Octubre

Táctica y Estrategia de la Revolución Bolivariana en la coyuntura del 12 de Octubre
Quienes creen en el Socialismo Bolivariano (Revolución), como otro modo de vida diferente al capitalismo, buscan la realización de actos dirigidos a transformar el capitalismo y generar una nueva estructura de relaciones humanas que invente el otro mundo posible.

El MNOAL y el Socialismo Bolivariano

El MNOAL y el Socialismo Bolivariano
La coyuntura en que se encuentra Venezuela al realizarse la Cumbre de los Países del MNOAL es una oportunidad, para el país que sigue de manera inexpugnable alcanzar la viabilidad de construir el Socialismo Bolivariano

La Revolución Bolivariana es un paradigma que guía a los movimientos emancipadores del mundo

La Revolución Bolivariana es un paradigma que guía a los movimientos emancipadores del mundo
La fuerza interior se crece para transformarse en ímpetu imbatible al dominar las ideas que proyectan el modo de vida sustentado en el socialismo, razón del reto contra las fuerzas de USA, de la derecha mundial y la globalización universal.

Talento, Bien Común y Virtud vs Fascismo, Odio y Destrucción

Talento, Bien Común y Virtud vs Fascismo, Odio y Destrucción
El Bien son los principios, la ética, la moral de la justicia, la razón del espíritu. El Bien es el amor al prójimo y la Buena Voluntad. El Mal es el odio, la devastación consciente, la intención de hacer daño, la negación de la idea, del pensamiento y de la Revolución.

La Carta Democrática Interamericana, instrumenrto de USA para mantener su hegemonía

La Carta Democrática Interamericana, instrumenrto de USA para mantener su hegemonía
No puede uno de sus miembros (OEA) invocar la aplicación de la Carta cuando se carece de moral política por ser violador de su articulado.

El Partido Político tiene que transformarse en estructura para la emancipación

El Partido Político tiene que transformarse en estructura para la emancipación
Democracia Directa es el nuevo estadio que tiene que asumir la Revolución Bolivariana una vez que el pueblo venza a la GNC, a la desestabilización, a la derecha mundial, al Comado Sur, al Departamento de Estado, a los gobiernos de la derecha mundial y al Presidente de USA.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Argentina oscilando entre la crisis de gobernabilidad y la dictadura mafiosa por el economista Jorge Beinstein, Argentina.

ALAI AMLATINA, 22/12/2015.-  Ha sido señalado hasta el hartazgo que por primera vez en un siglo el 10 de Diciembre de 2015  la derecha llegó al gobierno sin ocultar su rostro, sin fraude, sin golpe militar, a través de elecciones supuestamente limpias, se trataría de un hecho novedoso.

Es necesario aclarar tres cosas:

En primer lugar resulta evidente que no se trató de “elecciones limpias” sino de un proceso asimétrico, completamente distorsionado por una manipulación mediática sin precedentes en Argentina activada desde hace varios años pero que finalmente derivó en un operativo muy sofisticado y abrumador. Consumada la operación electoral la presidenta saliente fue destituida unas pocas horas antes de la transmisión del mando presidencial mediante un golpe de estado “judicial” demostración de fuerza del poder real que establecía de ese modo un precedente importante, en realidad el primer paso del nuevo régimen.

Esto nos lleva a una segunda aclaración: el kirchnerismo no produjo transformaciones estructurales decisivas del sistema, introdujo reformas que incluyeron a vastos sectores de las clases bajas, reclamos populares insatisfechos (como el juzgamiento de protagonistas de la última dictadura militar), implementó una política internacional que distanció al país del sometimiento integral a los Estados Unidos y otras medidas que se superpusieron a estructuras y grupos de poder preexistentes. Pero no generó una avalancha plebeya capaz de neutralizar a las bases sociales de la derecha quebrando los pilares del sistema (sus aparatos judiciales, mediáticos, financieros, transnacionales, etc.) desarticulando la arremetida reaccionaria. La alternativa transformadora radicalizada estaba completamente fuera del libreto progresista, la astucia, el juego hábil y sus buenos resultados en el corto y hasta en el mediano plazo maravilló al kirchnerismo, lo llevó por un camino sinuoso, acumulando contradicciones marchando así hacia la derrota final. Nunca se propuso transgredir los límites del sistema, saltar por encima de la institucionalidad elitista-mafiosa de las camarillas judiciales apuntaladas por el partido mediático componentes de una lumpenburguesía que aprovechó el restablecimiento de la gobernabilidad post 2001-2002 para curar sus heridas, recuperar fuerzas y renovar su apetito.

Como era previsible las clases medias, grandes beneficiarias de la prosperidad económica de los años del auge progresista, no se volcaron de manera agradecida hacia el kirchnerismo sino todo lo contrario, azuzadas por el poder mediático retomaron viejos prejuicios reaccionarios, su ascenso social reprodujo formas culturales latentes provenientes del viejo gorilismo, del desprecio a “la negrada” enlazando con la ola regional y occidental en curso de aproximaciones clasemedieras al neofascismo. No se trató entonces de una simple manipulación mediática manejada por un aparato comunicacional bien aceitado sino del aprovechamiento derechista de irracionalidades ancladas en los más profundo del alma del país burgués.

La tercera observación es que el fenómeno no es tan novedoso. Si bien es cierto que el proceso de manipulación electoral se inscribe en el marco del declive del progresismo latinoamericano y que fue realizado de manera impecable por especialistas de primer nivel seguramente monitoreados por el aparato de inteligencia de los Estados Unidos, no deberíamos olvidar que antes de la llegada del peronismo en 1945 la sociedad argentina había sido moldeada por cerca de un siglo de república oligárquica (que no fue abolida durante el período de gobiernos radicales entre 1916 y 1930) dejando huellas culturales e institucionales muy profundas atravesando las sucesivas transformaciones de las elites dominantes como una suerte de referencia mítica de una época donde supuestamente los de arriba mandaban mediante estructuras autoritarias estables. Constituye una curiosa casualidad cargada de simbolismo pero lo cierto es que fue el presidente “cautelar-instantáneo” Federico Pinedo impuesto por la mafia judicial el encargado de entregar el bastón presidencial a Macri. Federico Pinedo: nieto de Federico Pinedo, una de la figuras más representativas de la restauración  oligárquica de los años 1930, bisnieto de Federico Pinedo Rubio intendente de Buenos Aires hacia fines del siglo XIX y luego diputado nacional durante un prolongado período como representante del viejo partido conservador. Seguir la trayectoria de esa familia permite observar el ascenso y consolidación del país aristocrático colonial construido desde mediados del siglo XIX. El lejano descendiente de aquella oligarquía fue el encargado de entregar los atributos del mando presidencial a Mauricio Macri, por su parte heredero de un clan familiar mafioso de raiz italo-fascista[1], instaurador de un “gobierno de gerentes”. Los avatares de un golpe de estado instantáneo establecieron un simbólico lazo histórico entre la lumpenburguesía actual y la vieja casta oligárquica. 

La crisis

El contexto económico internacional viene dado por una crisis deflacionaria motorizada por el desinfle de las grandes potencias económicas. Estados Unidos, la Unión Europea y Japón navegando entre el crecimiento anémico, el estancamiento y la recesión, China desacelerando su crecimiento y Brasil en recesión sobredeterminan una coyuntura marcada por el enfriamiento de la demanda global lo que deprime los precios de las materias primas y estanca o achica los mercados de productos industriales. En suma un panorama mundial negativo para un país como la Argentina principalmente exportador de materias primas y en menor escala de productos industriales de mediano-bajo nivel tecnológico.

Ante ese ciclo internacional adverso, desde el punto de vista teórico la economía Argentina  para no caer en la recesión debería apoyarse cada vez más en la expansión y protección de su mercado interno, su tejido industrial, su autonomía financiera. Sin embargo el gobierno de Macri inicia su mandato haciendo todo lo contrario: achicando el mercado interno mediante la reducción drástica en términos reales de salarios y jubilaciones, aumentando el endeudamiento externo, desprotegiendo al grueso de la estructura industrial. A ello apuntan sus decisiones económicas iniciales como la megadevaluación, la eliminación o disminución de  impuestos a las exportaciones, la suba de las tasas de interés, la liberalización de importaciones, y pronto la eliminación de subsidios a los servicios públicos con el consiguiente aumento de sus tarifas. Se trata de una gigantesca transferencia de ingresos hacia los grupos económicos más concentrados (grandes exportadores agrarios, empresas y especuladores financieros poseedores de fondos en dólares, etc.), de un saqueo descomunal que se irá prolongando en el tiempo al ritmo de las subas de precios, las depresiones salariales, las devaluaciones y los tarifazos. Crecerá la desocupación, la pobreza y la indigencia, la concentración de ingresos avanzará (ya está avanzando) rápidamente, el crecimiento económico nulo o negativo serán inevitables.

Según ciertos expertos estaríamos embarcados en una vorágine completamente irracional   marcada por la declinación del grueso de la industria y la desintegración de la sociedad resultado de la aplicación ortodoxa de recetas neoliberales “equivocadas”. Pero el gobierno no se equivoca, actúa según la dinámica de una lumpenburguesía portadora de una racionalidad instrumental cuyo fin no es otro que el de la acumulación rápida de riquezas saqueando todo lo que se le cruza en el camino. La racionalidad de los bandidos dueños del poder no es la del desarrollo económico armonioso y general que anida en la cabeza de ciertos economistas.

Así es como hemos pasado de una versión suave de la política económica contra-cíclica (desde el punto de vista de la tendencia de la economía global) a una política pro-cíclica que se incorpora con notable ferocidad a la degeneración general (financiera, institucional, ideológica, etc.) del mundo capitalista.   

El progresismo gobernó entre 2003 y 2015 restableciendo la gobernabilidad del sistema, todo anduvo bien mientras la bestia lamía sus heridas en un contexto de relativa prosperidad recomponiéndose del terremoto de los años 2001-2002, pero desde 2008 las cosas fueron cambiando: el achatamiento del crecimiento económico exacerbó su voluntad por acaparar una porción mayor de la torta, en ese sentido el 10 de diciembre de 2015 puede ser visto como el punto de inflexión, como un salto cualitativo del poder draculiano de las elites dominantes inaugurando una etapa de decadencia de la sociedad argentina. Las fuerzas entrópicas, devastadoras, lograron imponer su dinámica.

Dos escenarios

Nos encontramos ante los primeros pasos de una aventura autoritaria de trayectoria incierta. No se trata de un hecho producto del azar sino del resultado de un prolongado proceso de maduración (degeneración) de las elites dominantes de Argentina convertidas en jaurías depredadoras coincidentes con el fenómeno global de financierización y decadencia. Basta con echarle una mirada al gobierno y sus respaldos donde sobreabundan personajes acusados de ser delincuentes financieros como Prat Gay, Melconian o Aranguren, o “padrinos” como Cristiano Rattazzi, Paolo Roca, Franco Macri (y su hijo-presidente) o de otros señalados como agentes de la CIA como Susana Malcorra o Patricia Bullrich[2], para percibir que la tragedia local no es más que un apéndice periférico de un capitalismo global embarcado en una loca carrera liderada por lobos de Wall Streeet, militares delirantes y políticos corruptos destruyendo países enteros, triturando instituciones, saqueando recursos naturales imponiendo un proceso de destrucción a escala planetaria.

La lumpenburguesía argentina, su articulación mafiosa en la cúpula del poder (empresario,  judicial, mediático) y sus prolongaciones institucionales y abiertamente ilegales ha dejado de ser la fuerza dominante en las sombras, jaqueando, condicionando, bloqueando, imponiendo, para asumir abiertamente el gobierno. Esto puede ser atribuido a varios motivos entre otros a  la inexistencia de un elenco de “políticos” con capacidad de decisión como para implementar el mega-saqueo en curso, entonces son los gerentes los que deben hacerse cargo de manera directa del Poder Ejecutivo, es decir “técnicos” completamente ajenos al embrollo electoral.

El nuevo esquema resulta sumamente eficaz a la hora de adoptar medidas contundentes contra la mayoría de la población pero aparece muy poco útil para amortiguar el inevitable descontento popular (incluido el de una porción significativa de incautos votantes de Macri). Las camarillas sindicales podrán durante un corto período generar inacción, algunos políticos provinciales empujarán en el mismos sentido, los medios masivos de comunicación buscarán distraer, confundir, justificar (ya lo están haciendo) intensificando la campaña de idiotización pero todo eso es insuficiente frente a la magnitud del desastre en curso.

Por otra parte el carácter lumpen, inestable del régimen macrista afectado por previsibles disputas internas, golpes financieros, turbulencias exógenas de todo tipo propias de un sistema global a la deriva y además (principalmente) presionado por una base social cuyo descontento irá ascendiendo como una avalancha gigantesca, va dejando al descubierto la única alternativa posible de gobernabilidad mafiosa.

Se trata de la formación de un sistema dictatorial con rostro civil y de configuración variable. Tiene claros antecedentes internacionales recientes, viene guiado por el aparato de inteligencia de los Estados Unidos y se apoya en la llamada doctrina de la Guerra de Cuarta Generación cuyo objetivo central es la transformación de la sociedad objeto de ataque en una masa amorfa, degradada, acosada por erupciones “desprolijas” de violencia caótica y en consecuencia impotente ante el saqueo. Irak, Libia, Siria aparecen como experiencias de manual extremas y lejanas, por el contrario México o Guatemala son paradigmas latinoamericanos a tener en cuenta aunque la especificidad argentina aportará seguramente rasgos originales. Tenemos que pensar en una combinación pragmática de distintas dosis de represión directa “clásica”, judicialización de opositores sindicales, políticos, etc., bombardeo mediático (diversionista y/o demonizador), represión clandestina, incentivos a la rivalidades intrapopulares (cuanto más sanguinarias mejor), irrupción de bandas que aterrorizan a la población (como las “maras” en América Central o los batallones de narcos de México), fraudes electorales, etc. De ese modo Argentina entraría de lleno en el siglo XXI signado por el ascenso del capitalismo tanático.     

Sin embargo esa estrategia no se puede instalar plenamente de un día para otro, requiere tiempo y una cierta pasividad inicial de las bases populares, además encontraría serias dificultades ante una sociedad compleja como la Argentina, con un amplio abanico de clases bajas y medias portadoras de culturas, capacidad de organización, de historias que desde la mirada superficial de los gerentes financieros y de los expertos en control social no aparecen como amenazas visibles (o aparecen como resistencias o nostalgias impotentes) pero que  constituyen latencias, bombas de tiempo de enorme poder que pueden estallar en cualquier momento. Este desafío desde abajo converge con el temor de los de arriba a puebladas inmanejables conformando grandes interrogantes gelatinosos que generalizan la incertidumbre en las elites, deterioran su psicología.

La no viabilidad de ese escenario siniestro, su posible empantanamiento, dejaría abierto el espacio para el desarrollo de un segundo escenario: el de una crisis de gobernabilidad mucho más devastadora que la de 2001. En ese caso la fantasía elitista de la recomposición dictatorial-mafiosa del poder político no habría sido otra cosa que una ilusión burguesa acompañando al fin de la gobernabilidad, al comienzo de un período de alta turbulencia, de desintegración social de duración impredecible. El progresismo tan despreciado por las elites y sus preservativos de clase media habría sido un paraíso capitalista destruido por sus principales beneficiarios.

Como vemos el infierno mafioso no es inevitable aunque no deberíamos subestimar la capacidad operativa de sus ejecutores locales y su mega padrino imperial, los Estados Unidos están lanzados a la reconquista de su patio trasero latinoamericano. 

¿Hacia dónde va esta historia?: la resistencia popular tiene la respuesta. 

Notas:

[1]    Horacio Verbitsky, "A las Malvinas en subte. El rol de la P-2, los Macri, FIAT y TECHINT en la guerra de 1982", http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-190366-2012-03-25.html

[2]    ARGENTINA: la nueva ministra de Exteriores pertenece a la CIA, según Diosdado Cabello.
- El presidente de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, Diosdado Cabello, declaró que la canciller argentina, Susana Malcorra, pertenece a la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés). “Estuvo aquí, la recibí yo en mi oficina, es la CIA misma, se la nombraron de canciller al señor (Mauricio) Macri”, presidente electo de Argentina, subrayó Cabello en su programa semanal de los miércoles, transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).
- También Patricia Bullrich reporta a “la agencia” y probablemente lo hagan otros y otras, como Laura Alonso. El rumor que corre es que Macri prácticamente no conoce a Malcorra y que le fue impuesta telefónicamente por el Departamento de Estado.
- Pájaro Rojo, 11/12/2015, http://pajarorojo.com.ar/?p=20433


- Jorge Beinstein es economista argentino, docente de la Universidad de Buenos Aires. jorgebeinstein@gmail.com


sábado, 19 de diciembre de 2015

Nuevo Escenario Político Post 6D en Venezuela: Guerra No Convencional por William E. Izarra

Dos documentos son claves en este instante para aproximarnos a pronosticar cuál será la tendencia del escenario post 6D a partir de 5E:
(1)           El discurso del Presidente Nicolás Maduro ante las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB) el viernes 11/12/2015
(2)           el Comunicado de solidaridad de las FARC-EP sobre la ofensiva imperialista contra la Revolución Bolivariana de fecha 13/12/2015.
Me fundamento en sus contenidos para señalar que el escenario post 6D a partir del 5E será el de la “Intensificación de la Guerra No Convencional (GNC)“.

En primer lugar tenemos que hacer mención a que todo lo que ha venido ocurriendo durante el año 2015 y los dos años anteriores (2014 y 2013) son derivaciones del concepto doctrinario de la GNC.

Tomo de http://www.ecured.cu/Guerra_No_Convencional la siguiente concepción de GNC:

“…una penetración física política, económica, cultural de un país poderoso en otro en desigual condiciones con la finalidad de someterlo y expropiarlo de bienes hídricos, minerales y energéticos. Erigida no solo como forma principal de agresión, sino como herramienta estratégica de la política exterior norteamericana, sin el uso de armas ni fuerzas  militares…“

Al respecto el Presidente Nicolás Maduro ha expresado: “…Venezuela es víctima de una "guerra no convencional, económica, eléctrica, financiera, criminal y psicológica", que atribuye a sectores de derecha apoyados por Estados Unidos. “Estamos ante una crisis de grandes dimensiones, que he caracterizado como una crisis contrarrevolucionaria de poder…“

“…El país que aplica una GNC no pone la fuerza desmedida de un arma convencional, si no que a través de medios creativos, innovadores, tecnológicos y tácticas sigilosas, logra llevar a cabo los propósitos que se plantean. En la GNC los objetivos de guerra son usualmente psicológicos y coactivos, y los elementos de las fuerzas armadas usualmente trabajan independientemente y es común que se encuentren infiltrados…“

Ejemplos vivos y de reciente configuración de escenarios de GNC en el mundo del siglo XXI son Libia (2011), Siria y Ucrania (ambos conflictos en desarrollo).

La GNC viene gestándose en Venezuela desde que se instaló el gobierno del Presidente Hugo Chávez en 1999; pero luego de su muerte en 2013, USA que fracasó en 2002 con el golpe de estado de 48 horas, estimó que a partir de ese evento -hito de la historia de la Revolución y del País- encontraría condiciones propicias para intensificar sus actos desestabilizadores a fin de aniquilar a la Revolución. Sin embargo, a pesar de la irrupción del terrorismo y las guarimbas urbanas apenas se conocieron los resultados de las elecciones presidenciales del 5 de abril de 2013 que dieron vencedor a Nicolás Maduro, el candidato derrotado Henrique Capriles quien llamó a incendiar el país, no pudieron reducir ni someter a la Revolución Bolivariana. No obstante, el llamado de Capriles arrojó 11 muertos, decenas de lesionados y una gran pérdida material en bienes públicos.

No conforme con estos resultados que afectaron de nuevo las metas de USA, en el 2014 se retomaron las acciones terroristas y apenas se inició el año, irrumpieron nuevos hechos de ataque a instalaciones públicas como indicativo del reimpulso que se le daría a las guarimbas urbanas en ciudades, carreteras y bosques del país. Fueron 5 meses consecutivos que día a día   los sucesos de terror urbano se acrecentaron, pero las fuerzas militares y populares, bajo la estrecha alianza cívico-militar pudieron contenerlos, someterlos y derrotarlos. Este hecho fue un éxito del Presidente Nicolás Maduro contra el imperialismo norteamericano.

Fracasó otra vez el imperio, pero no se agotaron sus intentos por aniquilar a la Revolución. El año 2015 se inició con el intento de un golpe militar cuyas acciones comprendían bombardear sitios estratégicos del poder nacional. Golpe descubierto y desmontado por el gobierno revolucionario. El Imperio y sus aliados de la derecha se percataron que por la vía del terrorismo y los actos subversivos no acabarían con el gobierno ni con la Revolución. De allí que cambiaron la estrategia y asumieron con mayor intensidad la GNC y uno de sus derivados:  la Guerra Económica; ésta, como táctica para socavar y degradar la moral, la fuerza política, psicológica, militar y económica del pueblo venezolano; situación a la que se le sumaría la calificación que daría el gobierno de USA al gobierno de Nicolás Maduro  de “amenaza a la seguridad de EEUU“ en marzo de 2015.

Fue entonces todo el año 2015 un período en el cual se fueron intensificando las condiciones inapropiadas para la susbsistencia equilibrada y armónica de la población por toda la angustia y desmoralización que causa el incremento de precios diariamente, la ausencia de alimentos, la especulación, el acaparamiento, la variación cambiaria debido a la confabulación para manejar el valor de la divisa dólar a niveles que permitiría el incremento inflacionario de manera vertiginosa.

A todo esto se le suma el terror psicológico de sentirse ser una amenaza para USA, pues en cualquier momento -apelando a esa categoría de amenaza- podría activarse el Plan de Intervención directa por parte del Comando Sur. Vimos y escuchamos durante períodos consecutivos a lo largo del 2015 al comandante del Comando Sur, Gral John Kelly, opinando sobre la situación de crisis que vivía Venezuela y descalificando al gobierno revolucionario. Hechos que nos permiten deducir la plena disposición del Comando Sur de inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela, contando para ello con la autorización  del Presidente Obama y con las fuerzas de tareas para llevar a cabo un plan militar de intervención.

A la Guerra Económica se le agregan los factores complementarios que buscan exterminar a la Revolución Bolivariana, tales como:
1.                 la matriz de opinión internacional que pretendía aislar del concierto de naciones al Gobierno del Presidente Nicolás Maduro y estimular múltiples agresiones por  parte de la derecha mundial;
2.                 el contrabando de extracción por la frontera con Colombia factor desestabilizador que influye significativamente en el desabastecimiento nacional;
3.                 las acciones del paramilitarismo como actos que estimulan la violencia, el miedo y la depresión en la población;
4.                 la geopolítica imperial que por el método de la “Operación Tenazas“ pretende envolver al país a fin de presionar y alistar una eventual intervención directa de fuerzas militares

Guerra Económica y factores complementarios son componentes tácticos de la estrategia global que alcanza la Guerra No Convencional (GNC)
  
Este cuadro generado por la GNC es el marco en el cual se desenvuelven las elecciones del 6D. Una población atacada despiadadamente a fin de limitar sus estándares de vida, afectar su seguridad ciudadana, con una intensa contracción económica, responsabilizó al gobierno del Presidente Maduro de ser el causante de esta vida insoportable y degradada como nunca antes.

Contribuye con esta tendencia de la población de señalar al gobierno como culpable de la situación de crisis, cinco asuntos a lo interno de la Revolución:
1.          ausencia del dominio teórico del socialismo bolivariano,
2.          esencia cupular del partido de gobierno (PSUV y sus aliados) donde prevalecen las imposiciones desde arriba haciendo que las decisiones sobre la conducción de la sociedad sean tomadas desde el plano asimétrico;
3.          rumores y hechos de actos de corrupción por parte de algunos elementos que manejan el poder generando dudas, sospechas y decepción de los cuadros de base,
4.          fuerte apego a  una cultura de alienación que produce el mercado capitalista y el consumo compulsivo el cual  sigue vigente en la construcción del socialismo y la búsqueda de consolidar la Revolución.
5.          Desatención por parte de algunas autoridades a las comunidades urbanas y rurales generando frustración en sus pobladores.

Consecuencias de las elecciones del 6D

Sin dudas que los resultados de las elecciones a la AN del 6D le da mayor capacidad de maniobra a la oposición, a la derecha mundial y a USA. Con 112 diputados la oposición venezolana obtiene los 2/3 del total de parlamentarios (167) necesarios para constituir la mayoría calificada condición que le faculta para activar, entre otros asuntos de trascendencia política para el país:
a)         dar voto de censura al Vicepresidente de la República,
b)         tomar la iniciativa para convocar a una Asamblea Constituyente,
c)         remover a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia,
d)         aprobar proyectos de reforma constitucional.

Este poder que obtiene ahora la oposición venezolana le permitirá a los entes internacionales, que la han financiado y acordado pactos políticos de alianzas para arrasar a la Revolución Bolivariana, generar acciones de mayor contundencia dentro de los propósitos que contiene la GNC para terminar de demoler al Proceso Bolivariano. Los entes internacionales que apoyaron y van a respaldar a la oposición venezolana en este escenario de GNC, se pueden agrupar en 4 categorías: (i) corporaciones transnacionales incluyendo organismo multilaterales capitalistas y gobiernos de la derecha mundial; (ii) gobierno imperialista de USA como cabeza del plan de dominio hegemónico mundial; (iii) la geopolítica imperial de la coacción (directriz de la GNC) cuya materialización se concreta en los comandos militares de USA; (iv) los países fronterizos que se prestan a coadyuvar con su espacio territorial y sus actos de política internacional para facilitar la GNC contra Venezuela.

Ante el inminente escenario que se le presenta a la Revolución Bolivariana, que aún mantiene un 42% de soporte popular, la estrategia de acción para contrarrestar la GNC tiene que plantearse con base en tres puntos mayores: (i) reactivar la economía nacional; (ii) profundizar la viabilidad de la Revolución Bolivariana y, (iii) fortalecer la conciencia colectiva sobre la idea del socialismo.

El primer punto es una necesidad inmediata que demanda disminuir los niveles de ansiedad, descontento y frustración que produce en toda la población el tema del desabastecimiento,  precios incontrolables y reducción extrema de su capacidad adquisitiva por la volatilidad del ingreso. Sobre este punto los actores revolucionarios, expertos en asuntos económicos, ya han comenzado  a trabajar y opinar al respecto. El gobierno por su parte ha anunciado medidas que pondrá en acción a los fines de satisfacer esta demanda generalizada y prioritaria.

No obstante, sin pretender que se active en los primeros momentos del nuevo escenario, un cambio de estructura que genere cambios en las relaciones de producción, el gobierno nacional tiene que responder a estas expectativas primarias tanto por su incidencia determinante en los resultados electorales del 6D como por la responsabilidad de producir bienestar a la población. Además, actuar de inmediato sobre este punto le resta contundencia a la oposición, la cual, con base en su meta de acabar con la Revolución, apelará a todo lo que tenga a su alcance para cumplir con la GNC y así continuar malogrando la armonía de la población nacional.     

Los otros dos puntos: profundizar la viabilidad de la Revolución Bolivariana y fortalecer la conciencia colectiva sobre la idea del socialismo son asuntos que tienen una misma raíz y procedencia. Ambos puntos los unifico en la necesidad impostergable de generar operaciones en dos direcciones: (a) difusión ideológica y formación política; y (b) crear el conjunto de categorías conceptuales que le den soporte a la tesis del socialismo bolivariano basado en la teoría de la emancipación.

Esta afirmación responde a la hipótesis que plantea que la Teoría del Desarrollo y la Teoría del Crecimiento son construcciones vigentes en el mundo globalizado del sistema capitalista en el siglo XXI, cuya aplicación no es válida para el Socialismo Bolivariano.

Desarrollo y crecimientos son categorías que se insertan en el marco teórico del modelo hegemónico mundial del capitalismo. Los indicadores que manifiestan los niveles de satisfacción de expectativas de consumo y necesidades materiales logradas por el ser humano están sujetos a patrones derivados del mundo global auspiciado por los entes que se subordinan al poder del capital. Por ejemplo las Naciones Unidas, organismo mundial al servicio del capitalismo, establece paradigmas que determinan cuando se logra o no el desarrollo.

Antepongo al concepto de desarrollo el de emancipación en el marco de un modo de vida socialista lo que determina una posición antagónica al capitalismo. Emancipación es la liberación del ser humano que le permita obtener de manera individual y colectiva la acción armónica con la naturaleza por vía de la autogestión colectiva y la desalienación cultural. Su meta es satisfacer los objetivos del buen vivir, que es: logro pleno de las necesidades espirituales, culturales y materiales del ser de un colectivo organizado; autonomía de pensar, conocer y saber para que el individuo sea lo que quiere ser y no lo que dicen que debe ser; y, potestad y autonomía de crear, inventar y conducirse con base en su propio destino.

Si mantenemos dependencia con los indicadores de desarrollo del capitalismo no habrá emancipación; y tampoco revolución. Los indicadores de la emancipación tienen que crearse libremente sin ataduras para desalienarnos del modelo capitalista.

¿Quien crea los indicadores de la emancipación? ¿El gobierno? No. Lo hace el colectivo ilustrado inducido por el saber.

¿Quien induce la ilustración del colectivo? El cuadro revolucionario quien debe contar con apoyo logístico del gobierno.

 El gobierno viabiliza la vía al cambio de estructura -postulado de la revolución- permitiendo la elevación del conocimiento del colectivo. Los aparatos de poder al servicio del estado administrados por el gobierno no son para el clientelismo son para la emancipación. La emancipación exige un elevado nivel de conciencia, conocimiento y saber de las estructuras de poder y de los cuadros revolucionarios.


De tal manera, que el ente a crear tiene que abocarse a comprobar esta hipótesis y a producir los conocimientos que permitan sostener la tesis de la Teoría de la Emancipación como alternativa y base del socialismo bolivariano.

Conciencia socialista

En 17 años de Proceso Revolucionario la capacitación política que abarca difusión ideológica y formación política no ha sido prioritario. En este lapso ha prevalecido lo pragmático de ganar elecciones sin estar atado a la conciencia de la idea del nuevo modo de vida que implica el socialismo. Se ha impuesto la corriente reformista por encima de la revolucionaria que busca el cambio de estructura como postulado fundamental de la Revolución. Cambio de estructura supone crear un nuevo modo de vida que genere cambios en las relaciones de producción, autogestión colectiva y democracia directa.

En un escenario de GNC donde la oposición ha ganado espacios políticos y se crece su ímpetu por la alta moral que produce la victoria del 6D, los revolucionarios que conforman la Fuerza Revolucionaria tienen que poseer convicción dada por los ideales del socialismo posible. Sus acciones tienen que ser contundentes contra la GNC. Condición que requiere dominio ideológico. Sin ideología revolucionaria se corre el riesgo de permanecer en la reforma, conciliar con el adversario y, en consecuencia, permitir que perezca la idea de la revolución socialista. Situación que le permitiría a la oposición lograr su meta de aniquilar a la Revolución. La fuerza Revolucionaria es antagónica a la oposición Son actores opuestos, por lo tanto irreconciliables.  Esto se traduce en la esencia de la lucha de clases. Por esta razón, el factor ideológico es vital para comprender y asimilar lo que implica la lucha de clases.

Un revolucionario convencido de su pugna por el socialismo no teme por los actos desestabilizadores de la GNC y, lo más significativo de su certeza, no le teme a la muerte. Por lo tanto, un revolucionario con dominio ideológico sobre el socialismo bolivariano no se rinde, ni vota en contra de la Revolución; tampoco se deja seducir por la fascinación del poder, ni cae en tentaciones codiciosas que genere el dinero, ni en actos de corrupción. Un revolucionario que se disputa por el socialismo bolivariano inventa vías, caminos alternos para repeler la GNC y abrir espacios para que culturalmente se rompa con la alienación y se entienda lo de la emancipación del ser.

Manipulación conceptual del socialismo y estímulo a la alienación

Existe una obsesión (idea que con tenaz persistencia asalta la mente) en los seres del mundo capitalista sobre el comunismo. La intensa propaganda desplegada en el mundo occidental durante el período de la Guerra Fría, la cual continuó con mayor empuje a partir del Nuevo Orden Internacional de la globalización iniciado a partir de la caída del Muro de Berlín, ha hecho del individuo un ser alienado (estado mental caracterizado por una pérdida del sentimiento de la propia identidad). La alienación como expresión cultural de generaciones de seres humanos que se atan al mundo capitalista ha sido un instrumento de dominio psicológico  (derivación de la GNC) que ha hecho al individuo de la modernidad y, ahora de la postmodernidad globalizada, presa sumisa de los conceptos que esa propaganda impone como verdad siendo la misma aceptada sin ningún tipo de reflexión, meditación o verificación.

Cuando USA asume la confrontación contra el incipiente mundo socialista que comenzaba a emerger después de la II Guerra Mundial dispuso de su capacidad maligna impregnada de rapacidad, sometimiento y opresión para inventar realidades, ninguna verdadera o al menos manipulada esa verdad parcializada, y crear fantasmas (figuraciones de la imaginación) acerca de un modo de vida diferente al generado por el consumo y sus leyes de la maximización de la ganancia (razón del capitalismo). El comunismo era entonces visto desde la óptica del capital como lo antagónico a democracia, felicidad, libertad y justicia. Era dictadura, opresión, subyugación del pueblo, sometimiento al trato cruel, inhumano y extirpador  de sueños y disfrute pleno. El comunismo era el infierno; mientras que el capitalismo era el cielo.

Pues bien, de allí devino la deformación del comunismo que ha sido permanente, incrustándose en la mente de generaciones humanas para que se asuma (consciente o inconscientemente) como un mal del mundo al cual hay que repudiar, refutar y negar. En Venezuela esa cultura de la alienación y, en consecuencia el concepto de comunismo estrechamente unido al de socialismo, generaliza el anticomunismo, y lo asume como una postura ante el mundo y la vida; la cual sigue viva con mucha fuerza al interior del ser. Postura que demuestra, por un lado, ignorancia masiva de una gran proporción del colectivo nacional, que incluye a contingentes de “revolucionarios“ aún alienados; y por el otro, la propaganda anticomunista se convierte en un factor de estímulo a la lucha contra la Revolución Bolivariana la cual es interpretada por la contrarrevolución (inculta la mayoría) como una copia de la experiencia comunista cubana, factor vigente para descalificar a Cuba y su sistema político autodeterminado por su pueblo; y proporcionar rechazo a la Revolución Bolivariana por el simil que se establece entre ambos modos de vida.

En si, al investigar sobre el concepto político de comunismo tomamos la siguiente conceptualización: “modo de interpretar y hacer  la historia de un pueblo como lucha de clases regida por el materialismo histórico o dialéctico, que conducirá, tras la dictadura del proletariado, a una sociedad sin clases ni propiedad privada de los medios de producción, en la que haya desaparecido el Estado”. Este concepto en bruto sin otro tipo de consideraciones lo interpretó el centro dominante para desvirtuarlo e imponer de manera deformada sus propias visiones interesadas en preservar la esencia del mundo occidental sin influencia de ningún modo de vida diferente al suyo.

Sin embargo, en la práctica de la política actual en Venezuela y con base en nuestra identidad y fundamentándonos en los ideales de los libertadores del siglo XIX, e integrándolos a nuestros propios pensamientos criterios, juicios e ideas, el comunismo hoy en día en el siglo XXI lo interpreto como el modo de vida que se fundamenta en la espiritualidad (razón política de energía morfogenética para luchar por transformar el mundo) del ser para organizar a la sociedad en componentes comunitarios que buscan alcanzar el Bien Común (racionalidad de justicia), la producción socialista y el poder popular expresado por vía del autogobierno. Es también comunismo el amor al prójimo (lazos de afectos surgidos del espíritu de cuerpo) y la buena voluntad del individuo para solidarizarse en las tareas colectivas de los componentes comunitarios. Es además, buscar la sustitución del modo de vida capitalista por el modo de vida socialista y, en consecuencia, generar el cambio de estructura (nueva génesis) que conciba:
(i)             transmutar las relaciones de producción cuyo fin no sea el mercado sino la satisfacción del Bien Común del colectivo para el buen vivir y la colectivización de la propiedad de los medios de producción;
(ii)            cambio en las relaciones de poder que asuma como primera instancia de poder la asamblea popular organizada desde los colectivos de base cuya razón fundamental de existir sea el individuo y no la mercancía del capital;
(iii)           cambio en las relaciones sociales entre los seres del colectivo nacional para estructurar la sociedad  socialista desalienada y culturalmente emancipada. La sociedad de la Patria, de la Patria Grande y del legado de nuestros libertadores.

Formas de Acción

Para este nuevo escenario, teniendo a la oposición en ventajas con una mayoría de respaldo de votos, el revolucionario necesita fortalecer sus conocimientos y su base teórica por el socialismo, así no debilita su condición revolucionaria y se incrementa su energía para batallar y repeler las acciones de la GNC.

En consecuencia, se requiere que en este lapso de inicio del nuevo escenario post 6D, mientras el gobierno actúa sobre el punto uno para contrarrestar el efecto contínuo y mucho más agresivo de la guerra económica y mantiene alerta a las FANB, a la milicia y a los colectivos organizados sobre las derivaciones de la GNC, otro sector revolucionario que cree en el socialismo tiene que abocarse a crear las vías para activar un ente de investigación teórico-conceptual y de formación cuya finalidad sea estimular conciencia revolucionaria y generar nuevos conocimientos para darle viabilidad al socialismo bolivariano. Que por la generación de conocimientos, el socialismo pueda acceder a otro nivel de credibilidad en la población nacional y mundial.

Dominio ideológico y conciencia revolucionaria implica ascender a otro estadio en la construcción del socialismo bolivariano. Implica también romper con el método cupular de la toma de decisiones (incidencia en las votaciones el 6D) y erradicar los ilícitos de aquello débiles ideológicamente en la gestión gubernamental.

El revolucionario convencido del socialismo bolivariano por vía de la inducción ideológica es lo más importante a lograr en este escenario post 6D que desde ya se asoma que arreciará la GNC para acabar con la Revolución Bolivariana.
 
Paralelamente al acto de la formación política, difusión ideológica y fortalecimiento de la conciencia colectiva acerca de la racionalidad del socialismo, el escenario de GNC induce a la constitución de unidades comunitarias que puedan dar respuestas a las distintas formas de agresión que se puedan presentar ante las eventualidades que ocurran como consecuencia de la GNC. Esas unidades tiene que formarse en un nivel jerárquico de importancia de la acción táctica, atendiendo la premisa que las FANB asumen la defensa integral como un todo que abarca la soberanía nacional y resguardo territorial; la Milicia es un cuerpo coadyuvante de las FANB para el cumplimiento de esa gran meta; y las unidades comunitarias anti GNC son componentes de Comando Populares para la defensa de los espacios más pequeños del territorio nacional como lo son las comunidades parroquiales. Así tenemos que FANB, Milicias y Comandos Populares significan la organización cívico-miliar para repeler la embestida de la GNC en su escalada y niveles de intensidad en sus intentos por aniquilar la Revolución Bolivariana.

El escenario de la GNC cuanta con dos actores. Cada uno con su respectiva visión del mundo y la vida que los hacen antagónicos, opuestos e irreconciliables. No obstante, a pesar de las intenciones y propósitos muy bien definidos de USA sobre el Proceso Bolivariano que se da en Venezuela, late la expectativa que ese escenario que pronostica confrontación letal pueda apelar  a la razón humana y se logren niveles de tolerancia que induzcan a respetar los espacios de construcción de nuevos modos de vida.