Energía Morfogenética

Energía Morfogenética
Fuerza de los Revolucionarios para luchar de manera inquebrantable por consolidar la Revolución Bolivariana

III Curso para Difusores e Investigadores del Socialismo Bolivariano

III Curso para Difusores e Investigadores del Socialismo Bolivariano
Se iniciia el 31.05 a las 08.30am en la UBV de Caracas, Los Chaguaramos, Piso 10, Sala Cruz Diez

Hacia la Capilla ardiente de 10 días

Hacia la Capilla ardiente de 10 días
Fueron cientos de miles quizás millones...no se sabe cuántos desfilaron frente a Chávez para darle su adiós

El Comunismo en Venezuela en 2017

El Comunismo en Venezuela en 2017
El comunismo hoy en día en el siglo XXI lo interpreto como el modo de vida que se fundamenta en la espiritualidad (razón política de energía morfogenética para luchar por transformar el mundo) del ser para organizar a la sociedad en componentes comunitarios que buscan alcanzar el Bien Común (racionalidad de justicia), la producción socialista y el poder popular expresado por vía del autogobiernC

Táctica y Estrategia de la Revolución Bolivariana en la coyuntura del 12 de Octubre

Táctica y Estrategia de la Revolución Bolivariana en la coyuntura del 12 de Octubre
Quienes creen en el Socialismo Bolivariano (Revolución), como otro modo de vida diferente al capitalismo, buscan la realización de actos dirigidos a transformar el capitalismo y generar una nueva estructura de relaciones humanas que invente el otro mundo posible.

El MNOAL y el Socialismo Bolivariano

El MNOAL y el Socialismo Bolivariano
La coyuntura en que se encuentra Venezuela al realizarse la Cumbre de los Países del MNOAL es una oportunidad, para el país que sigue de manera inexpugnable alcanzar la viabilidad de construir el Socialismo Bolivariano

La Revolución Bolivariana es un paradigma que guía a los movimientos emancipadores del mundo

La Revolución Bolivariana es un paradigma que guía a los movimientos emancipadores del mundo
La fuerza interior se crece para transformarse en ímpetu imbatible al dominar las ideas que proyectan el modo de vida sustentado en el socialismo, razón del reto contra las fuerzas de USA, de la derecha mundial y la globalización universal.

Talento, Bien Común y Virtud vs Fascismo, Odio y Destrucción

Talento, Bien Común y Virtud vs Fascismo, Odio y Destrucción
El Bien son los principios, la ética, la moral de la justicia, la razón del espíritu. El Bien es el amor al prójimo y la Buena Voluntad. El Mal es el odio, la devastación consciente, la intención de hacer daño, la negación de la idea, del pensamiento y de la Revolución.

La Carta Democrática Interamericana, instrumenrto de USA para mantener su hegemonía

La Carta Democrática Interamericana, instrumenrto de USA para mantener su hegemonía
No puede uno de sus miembros (OEA) invocar la aplicación de la Carta cuando se carece de moral política por ser violador de su articulado.

El Partido Político tiene que transformarse en estructura para la emancipación

El Partido Político tiene que transformarse en estructura para la emancipación
Democracia Directa es el nuevo estadio que tiene que asumir la Revolución Bolivariana una vez que el pueblo venza a la GNC, a la desestabilización, a la derecha mundial, al Comado Sur, al Departamento de Estado, a los gobiernos de la derecha mundial y al Presidente de USA.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Callarle la boca a la oposición

Los intelectuales de la oposición crean sus propios modelos de análisis. Razonan el escenario que se abre a partir del 23/11 y las perspectivas para lograr la aprobación de la enmienda. Aportan elementos considerados como fundamentales para planear sus respectivas formas de acción. Sintetizo sus apreciaciones en estos diez puntos:

(i) el 23/11 es el coletazo del 2D;

(ii) el 23/11 quedó demostrado que la oposición puede batirle en la cueva al chavismo;

(iii) se agotó el discurso bolivariano;

(iv) el modelo político elaborado por el Presidente a partir del 2004 pierde vigencia;

(v) el fascismo gana terreno y avanza hacia el desplazamiento del gobierno en el corto plazo;

(vi) se inicia el espacio del retorno de la democracia representativa con la característica de unir a viejos líderes con los chamos emergentes de las organizaciones aparecidas a partir de 1998;

(vii) el escenario internacional no le será favorable a Chávez por lo de la crisis financiera y la caída de los precios petroleros;

(viii) Obama representa la referencia que unifica a la clase dominante del Imperio para retomar la hegemonía mundial de EE.UU., basado en el “Siglo Americano”;

(ix) un Obama a la disposición de los intereses imperiales podría ser más problemático que Bush en las relaciones con Venezuela; y

(x) el SSXXI no ha hecho ningún aporte científico o práctico para su avance hacia una sociedad postcapitalista.

De esta síntesis extraigo dos conclusiones. La primera es que el marco teórico de cada intelectual representa una verdad que no tiene que ser única. Sus referencias sustentadas en elementos que para ellos constituyen la verificación de sus hipótesis no es válida para un revolucionario cuyo marco teórico es diametralmente opuesto. El intelectual que cree en el mercado y que se ha instruido de los teóricos capitalistas, brillantes y hasta geniales, genera un modelo traducido en el escenario político divergente de otros pensantes que observan la vida y el mundo desde otras perspectivas. Por ejemplo, para ellos es muy importante la consideración de los asuntos macroeconómicos que los eleva a una dimensión muy por encima de la condición humana. En contraposición, para un revolucionario es más trascendente el Bien Común que las tasas de ganancias de las bolsas de valores. De allí que los modelos engendrados no tenga la misma valoración y peso por mucha estadística o imaginación que posean sus contenidos.

La segunda conclusión la refiero a la necesidad de producir intelectualmente las nuevas categorías políticas que le den sostén al SSXXI. Ellos lo denominan “…aporte científico y práctico a la sociedad postcapitalista”. Más allá del discurso, el Proceso no ha asumido todavía la cientificidad de la tesis de la Revolución Bolivariana. Y no es por falta de ideas, de capacidad y de talento. Eso existe. Es más, aprovechando el llamado a la conciliación, creo que es hora de llamar también a todos esos cuadros revolucionarios que ya están formados y que dan el todo por el todo por la instauración del Modelo socialista en Venezuela. Proyectos listos y hombres prestos acudirían al llamado de la República y del Proceso para abocarse a la creación del Centro de Investigación y Producción Intelectual del SSXXI. Unidad para estructurar la nueva base teórica de esta tesis y así: (i) proyectar por los siglos la propuesta mundial y (ii) callarle la boca a quienes se creen únicos poseedores del conocimiento universal.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Contra el fascismo

El capitalismo es el generador del fascismo. Allí radica la semilla de este mal mundial. La experiencia de su nacimiento es producto de la sumisión de la razón del ser a la voluntad controlada por el poder del totalitarismo. Fascismo es violencia y propaganda alienante. Todo por establecer la preponderancia de una clase sobre el conjunto de la sociedad. Lamentablemente, el fascismo y sus análogos políticos diseminados por todo el mundo, son mayoría. La tan mentada democracia occidental tiene una base de control sustentada en elementos fascistas. Y, en esta realidad del siglo XXI, esos preceptos que se tornan en símbolo de las potencias mundiales respaldadas por las grandes corporaciones transnacionales, han penetrado todos los continentes de La Tierra (hasta Asia ha cedido a sus tentaciones) para establecer los conceptos que asume más del 60% de la población mundial.

Afortunadamente, en Venezuela la minoría rebelde y buscadora de libertades para consolidar la emancipación del pueblo logró superar a la mayoría y hacerse del gobierno. Minoría que se convierte en mayoría relativa pero no absoluta. No obstante, es gobierno y por lo tanto ejerce el poder con base en postulados democráticos orientados a la sustitución del modelo político y del establecimiento de una nueva sociedad con nuevos rasgos culturales determinantes de la independencia nacional.

Ahora bien, en este punto crucial nos encontramos. La Revolución Bolivariana se confronta con estructuras de poder (procede de elementos internacionales y nacionales) cuya dirección presenta perfiles fascistas. Se destaca en ese choque frontal la negación de la ideología por parte de las fuerzas oponentes a la Revolución. Posturas conceptuales pertenecientes a un marco teórico diametralmente opuesto al del revolucionario. La ideología es una fuente nutriente del Proceso y, desde su génesis, las fuerzas fascistas la han considerado como una amenaza a su hegemonía. De manera contraria, para el revolucionario la ideología es un factor político indispensable para lograr: (i) fortalecer la racionalidad de los sectores afectos a la Revolución; (ii) solidificar la base teórica conceptual de la tesis que sostiene el Proceso Bolivariano; y, (iii) apuntalar la espada de lucha para vencer al oponente.

Como el marco teórico de la oposición está concebido sobre la interpretación del mundo y la vida basado en los valores que impone el capital, su referencia para juzgar, evaluar y analizar la gestión de Estado y los programas de desarrollo del gobierno revolucionario nunca será compatible al patrón que ha internalizado. Por lo tanto, medios de difusión (propaganda), medios de producción (en manos privadas) y estructuras de gobierno (gobernaciones y alcaldías) adscritos a ese sector nunca aceptarán la razón y los logros del gobierno revolucionario; ni permitirán el triunfo del socialismo sobre el capitalismo. Son visiones opuestas. La pelea de ellos es por preservar su propia vida mundial.

Por eso, aún siendo mayoría relativa y gobierno con apoyo popular, si no blindamos la conciencia con los principios socialistas y nos dedicamos a la difusión ideológica, esa oposición con rasgos y características fascistas que se vincula con el poder mundial puede someter a la Revolución. Por ser mayoría y con hegemonía mundial casi absoluta, el fascismo no para ni la maquinaria de su propaganda ni el terror para derrotar a quienes lo retan.

martes, 2 de diciembre de 2008

Ideología para la Enmienda

Parte de la habilidad profesional del piloto militar es el dominio del vuelo en formación; principalmente en la especialidad de combate (aviones de caza como los Sukhoi). El vuelo en formación es la rutina y la disciplina inherente a las operaciones que ejecuta el piloto de caza. Una formación se organiza con base en el líder y los gregarios. El líder tiene la inmensa responsabilidad de conducir a los gregarios y hacer del conjunto un equipo homogéneo para alcanzar el objetivo propuesto. Los gregarios siguen las instrucciones del líder y tienen que hacerlo, hasta de manera ciega, para no poner en riesgo la misión asignada.

Así visualizo la decisión tomada por el Presidente sobre la enmienda constitucional que va a ser solicitada por la militancia revolucionaria. En esta circunstancia hay que organizar el vuelo en formación. El líder, quien tiene la visión estratégica y los conocimientos más completos sobre la situación, decidió tomar un rumbo. Los gregarios que somos seguidores de sus indicaciones tenemos que cerrar la formación y volar por ese camino escogido.

No obstante, observo que para organizar la formación y volar cada vez más pegados se requiere continuar con el esfuerzo de la capacitación política, basada en la asimilación ideológica. Si se estima que el llamado a consulta popular será más o menos en febrero, considero que en esos 60 días que nos separan de la fecha, se tiene que actuar bidireccionalmente para no perder el objetivo. Las dos direcciones de la acción política de la militancia revolucionaria son las siguientes: (i) la movilización orgánica del partido y aliados con toda su estructura activada a fin de dar cumplimiento a lo exigido por la Constitución Nacional; (ii) paralela y simultáneamente a la movilización, tenemos que fortalecer la conciencia revolucionaria tanto de los propios militantes como de su entorno y de los espacios que abarca cada uno de ellos en cada estructura orgánica. El fortalecimiento de la conciencia pasa necesariamente por difundir e inducir al estudio de la ideología revolucionaria. Los nuevos valores y categorías políticas implícitas en el Socialismo exigen la sustitución del marco teórico que nos ha impuesto la democracia representativa.

Con la experiencia del 2D a cuestas considero que la difusión ideológica, para que se concrete la base conceptual de la tesis del SSXXI, debe contener elementos teóricos que expliquen y justifiquen la necesidad en este instante de una enmienda constitucional. La captación del voto de militantes, aliados y ciudadanos no solamente hay que basarla en compromiso y emoción. Hay que darle vida consciente para que desarrolle espontáneamente el sentido de pertenencia. Entonces, como consecuencia de sus propias reflexiones sin caer en contradicciones ni dudas acepte la enmienda, defienda su alcance, justifique su vigencia, quede en condiciones seguras para rechazar los manejos subliminales de la poderosa maquinaria comunicacional de la contra-revolución que se opondrá ferozmente a ella; y luche por la consolidación del Proceso Revolucionario. El espejo del 2D y la clarinada del 23/11 los tenemos cerquita. Miremos sus reflejos para evitar caer en ellos.

Por lo tanto, la acción del revolucionario no es solamente buscar el voto, hay que echarle bolas a la ideología pues es la garantía del socialismo y la única vía para solidificar la nueva sociedad que busca la Revolución.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Así interpreto el 23/11

Es hábito, costumbre de los valores que se practican en la institución militar, usar el clarín para alertar. Cuando se escucha su toque algo se anuncia. Sonido que induce a una acción. Internamente se altera la condición armónica del individuo para adoptar la postura corporal de responder a algo que va a suceder. El clarín avizora un cambio y el qué hacer apenas concluya su eco.

El 23/11 fue una clarinada. Segundo toque de corneta pues el primero, inicio de la alerta, ocurrió el 2D. Este clarín, que para mi su ronquido es fuerte, es consecuencia del NO a la reforma y la continuación de la tendencia contra-revolucionaria de incrementar progresivamente la ocupación de espacios que se daban por consolidados para la Revolución. Su resonancia incide en tres factores cardinales del Proceso Bolivariano: (i) la psicología del individuo; (ii) la estructura ideológica de sustento; y, (iii) la organización del colectivo revolucionario.

En lo psicológico, tenemos por obligación moral no dejarnos someter por la euforia de la oposición y mucho menos por sus análisis pragmáticos que proyectan la continuación del inicio del fin. La oposición, por efectos de sus mensajes divergentes, va a tratar de persuadir al pueblo nacional de estas dos situaciones: (a) el chavismo, con Chávez a la cabeza, está agotado y por lo tanto comienza la sustitución de su Proceso Revolucionario por la verdadera democracia; y, (b) la tesis del SSXXI no tiene razón de ser en Venezuela, ni en el mundo, por lo que fracasó su intento de nacer. Si oímos fuera de nuestra racionalidad sus planteamientos y caemos en su embrujo entramos en pánico y en consecuencia estamos derrotados. Por el contrario, si reanimamos la fuerza interna (morfogénesis) que poseemos para luchar por la Revolución los sacudimos de una vez y nos elevamos a una dimensión superior a la de ellos. La lectura de la correlación de fuerzas señala que la rojita sigue siendo superior, aunque la de ellos sea significativa después del 23/11.

Influye en la psicología del individuo, el conocimiento y dominio ideológico de los conceptos fundamentales que sostiene la tesis del SSXXI y las metas de la Revolución Bolivariana. Factor débil aún en gran parte de la militancia revolucionaria. La formación, capacitación, investigación y difusión de la ideología revolucionaria es el punto de gravitación de nuestra realidad de hoy. Es el meollo, la médula, el corazón de lo que debemos hacer quienes luchamos por establecer un nuevo orden en la sociedad venezolana. La ausencia de este factor vital arrojó la clarinada del 2D y su repercusión en la del 23/11.

El clarín alcanza también a la organización del colectivo revolucionario. Demanda ese nivel orgánico disposición anímica del individuo (psicología) que se traduce en el ímpetu y voluntad para estudiar el SSXXI. Calma y sosiego más conocimientos resulta en claridad ideológica y por lo tanto: (i) ubicación del revolucionario en la antesala de la estructuración real del poder popular; (ii) captación de militantes para formarse política e ideológicamente; (iii) asumir el significado de la transferencia de la toma de decisiones; y, (iv) demandar la concreción de las instancias de gobierno en vocerías populares.

Ha sonado el clarín de la alerta. Estamos en el lapso exacto de impedir el tercer toque que podría ser fatal. La alerta nos obliga a todos (gobernantes y gobernados revolucionarios) a asumir el acto ideológico de manera masiva.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

SSXXI a partir del 23/11

La oposición basa sus análisis políticos, proyecciones electorales y planes de acción en un marco teórico signado por los valores capitalistas. Su visión del mundo y la vida es totalmente opuesta a la revolucionaria. La oposición nunca podrá entender, por ejemplo, la propuesta de un solo gobierno. Para la oposición el poder le pertenece a las cúpulas sean económicas, políticas o intelectuales; pero jamás lo asumen como una elemento de la creación humana que permita la emancipación del pueblo. Eso se debe a la formación del marco teórico. Los oponentes al Proceso Bolivariano creen en la vigencia del neo-liberalismo como modo de producir los bienes y servicios que demanda el ser para subsistir hoy. Creen en el capitalismo estático, conservador de líneas de conducta excluyentes, pragmático y dominador de la mente del ser para que actúe como objeto o máquina consumidora. Defienden la democracia que pregona el Imperio y, en consecuencia, lo respaldan. Están convencidos que el modelo de vida impuesto a los pueblos de manera dogmática por los gobiernos de EE.UU., y sus aliados sumisos de Europa Occidental es el que debe imitarse en Venezuela. Importan ideas, costumbres y productos para cumplir las leyes del capitalismo y así maximizar las ganancia, razón única del capital. Po lo tanto, su marco teórico no es compatible con el modelo socialista que se está implantando en Venezuela. Los conceptos político-ideológicos hacen que co-existan dos mundos contrarios en una misma sociedad.

Ejemplo de las diferencias conceptuales ubicadas a nivel de la génesis del pensamiento es el referido al Estado. Habla la oposición de “la descomposición del estado actual”. Pues es así. Aunque no se trata de la descomposición sino de la sustitución de la base de funcionamiento del estado reformista por la nueva institucionalidad donde las leyes que va creando la Revolución le va dando un nuevo piso a lo que será el Estado Comunitario, Socialista y Revolucionario. Marcos teóricos diferentes conducen a la concepción ideológica distinta de la política, la cultura, el uso de los medios de comunicación, del lenguaje, de la cotidianidad y por supuesto de lo que manifiesta Chávez, cabeza del movimiento político-social-cultural-militar en el Continente. Por eso es que nada de lo que haga el gobierno, ni las organizaciones sociales de base e individuos emancipados ideológicamente, nada de lo que se concrete en acciones fuera de su marco teórico será válido para ellos.

Todos tienen razón, tanto la oposición como los revolucionarios al considerar el 23/11 como el punto crítico que definirá el desenlace de la coyuntura que ha generado el escenario del 2008. A partir de esa encrucijada entraremos en la nueva etapa de la Revolución. Les aterra a la oposición saber que la República será socialista y que a pesar de sus interpretaciones fuera de contexto, el 23/11 la Revolución se profundiza. El Socialismo del Siglo XXI, tesis inédita, fresca, sin comparación con ninguna otra existente, en fase de creación y consolidación, tomará nueva fortaleza. Nada que ver con comunismo, ni socialismo real ni utópico. El SSXXI es Venezuela emancipada, poder popular, Bien Común, Cristo, Bolívar, Ché, diferentes modos de propiedad, distinto modos de producción compatibles y en armonía. Es la vocería Popular en todas las expresiones del Estado. SSXXI es solidaridad internacional y tolerancia de esa oposición a pesar de su oquedad.

viernes, 14 de noviembre de 2008

La fuerza para pulverizar

Vivimos en un proceso político estimulador de emociones. La praxis por alcanzar nuevos estadios de vida en la sociedad se fusiona con los alientos que dimanan del liderazgo conductor (Chávez) y de las ideas inspiradoras de nuevos paradigmas (SSXXI). Alma y materia, espíritu y potencia, conjunto de sensaciones que se transforma en fuerza. Así tendremos distintos ímpetus descubiertos por el ser que aparecen en su interior en tanto exista emocionalidad creadora. La suma de esa vitalidad representada por F1, F2, F3 hasta Fn se constituye en el conjunto de vectores de la morfogénesis. Algunos de estos vectores son, por ejemplo: (F1) el contacto espiritual con nuestros libertadores, antepasados indígenas e historia política; (F2) las nuevas organizaciones sociales y comunitarias; (F3) la creación de la cultura emancipadora; (F4) la investigación dirigida a producir nuevas tecnologías; (F5) el cambio del hábitat en tiempos progresivos; (F6) la práctica de solidaridad fundamentada en amor al prójimo; (F7) la simbiosis que ocurre entre el líder y la multitud en un acto de masas. Estos vectores de la morfogénesis la convierten en una fortaleza multivariable que se transforma en energía permanente.

La presencia de la fibra permanente se concreta al unir en un solo cuerpo de resolución alma, razón y corazón. Tronco energético potenciador de actos superiores a nuestra vitalidad física que nos empuja a confrontar adversidades, derrotar inmensos obstáculos y someter las objeciones encontradas que se oponen a nuestras metas. Por ejemplo: (-1) la desestabilización de la oposición reaccionaria reflejada principalmente en la guerra mediática de quienes tienen el poder de la comunicación radial, impresa y televisiva (no debemos creer en los análisis que hacen a diario. Su marco teórico así como sus valores e ideas son contrarias a las del revolucionario. Jamás lo que hace el gobierno será bueno para ellos. Se basan en el capitalismo, mientras el Proceso Revolucionario lo hace en el socialismo. Son visiones del mundo opuestas); (-2) los valores, hábitos y costumbres aún vigente en nuestra sociedad de consumo que produce la alienación del ser (pérdida de la conciencia crítica); (-3) la matriz de opinión internacional que manejan las transnacionales de la comunicación en contra del gobierno nacional (Chávez es un dictador, en Venezuela no hay democracia y el gobierno es aliado del terrorismo).

Estos desafíos son para la energía morfogenética su ejercicio de combate cotidiano. Confrontación a la que concurre el revolucionario por propia convicción; y por muy ilimitadas que sean las dificultades que se presenten la energía morfogenética multiplica la acción para liquidar a la contrarrevolución. Siempre las fuerzas (F) superarán a los oponentes menos (-). He alli la bondad infinita de la morfogénesis. Por generar la voluntad consciente y en estado de aceleración, el revolucionario responderá la confrontación directa para desbaratar a la contrafuerza oponente; y de no lograrlo, no se rinde. Comenzará entonces la búsqueda de los caminos indirectos. Ya no es la recta lo más cercano. Aparecerán curvas, caminos sinuosos, avances y retrocesos; pero, su energía reflejada en la plena disposición a mantener constante su brega le llevará a superar los obstáculos encontrados, dominar la situación y lograr el propósito de someter a la adversidad. A mayor nivel de morfogénesis mayor posibilidad de entender y luchar por el Proceso Revolucionario.

Cuando él moría yo nacía

“Te doy una canción”, es el título de una creación poética extremadamente inspiradora de fuerza revolucionaria. Transmite emociones que nos acerca de nuevo a la lucha armada, a la búsqueda de caminos para cambiar la estructura de la sociedad en Venezuela. Melodía que nos ubica en el centro de la ruptura de los esquemas pragmáticos para sustituirlos por la ideología socialista. Todo eso lo genera escuchar a Silvio Rodríguez y evocar a los pioneros de este proceso.

Coincide este momento de remembranzas con el homenaje a Alfonso Rafael Lara Aguilar que prepara Calazán Martínez, excombatiente de la la guerilla urbana en Anzoátegui y ahora promotor del CFI en Clarines. Calazán nos convoca para que el 1/11 recordemos a este revolucionario caído durante el período de la lucha armada en los años 60. Alfonso Lara nació en Guanape, el 31 de Octubre de 1940. Adquirió sus ideas revolucionarias leyendo a Marx y Lenin a los 15 años cuando trabaja como mensajero. Fue estudiante de economía en la UCV, donde Francisco Mieres fue uno de sus maestros. Militó en el MIR con el grupo que liderizaba Moisés Moleiro. Participó en la guerrilla urbana en Barcelona y extrajo agudas conclusiones del Barcelonazo. Aprendizaje que unido al contexto político-ideológico nacional e internacional de la época tomó la determinación de irse a la montaña. Subió a El Bachiller en 1965. Se entrenó en comunicaciones y adoptó el seudónimo de “Guillermo”

Dos años de operaciones le llevó en convertirse en uno de los jóvenes de fino olfato e intuición para que con certeza pronosticara lo que podría suceder en Venezuela si llegara a triunfar la lucha armada. Escritos sobre estas experiencias de la montaña los guarda su hermana Haydee en Barquisimeto. Material que tiene que ser procesado en un corto plazo como documentación de esa época todavía ignorada por la verdadera historia política de nuestra República.

Alfonso Lara cayó en un encuentro con las tropas el Ejército en Macanilla, Estado Miranda; posiblemente el 31 de Octubre de 1967. Tenía 27 años al momento de perder la vida. Es muy probable que ésta haya ocurrido el mismo día de su cumpleaños. Lo que si es cierto es que en ese mismo año y en el mismo espacio territorial de combate, El Bachiller, quien esto escribe se encontraba allí mismo enfrentando a los guerrilleros. Fue a los 19 años siendo parte de la tripulación del helicóptero artillado de la FAV a la orden del Teatro de Operaciones Antiguerrilleras Destocaribe, (el Comando estaba establecido en Altagracia de Orituco con alcance operativo en los Estados Miranda, Guárico y Anzoátegui), presencié el desembarco de Machurucuto. Acto fortuito que hizo crujir, cuestionar y cambiar la rígida formación ideológica que habíamos adquirido en la EAM. Eso fue en mayo de 1967, de manera que en Octubre cuando deja de existir Alfonso Lara, mi espíritu, conciencia y vida material estaba en un momento de tránsito. Me batía entre la formalidad de la democracia representativa y el socialismo como cambio estructural para la emancipación del hombre. Mientras uno convencido entregaba su vida por la revolución, otro hermano venezolano, en trinchera de lucha distinta, comenzaba a nacer y abrazar los ideales por los cuales él murió. Espíritus de energía, muerte y vida, se encontraban para hacer posible el Proceso de hoy.

Este sábado 1/11 justificaremos a los inmortales y prolongaremos la esencia de la lucha por la Revolución. Siempre es bueno oír una vez más a Silvio.

Cómo se hace el socialismo

Lección magistral de un maestro. Así lo interpreto y lo califico de grandioso. Cinco adjetivos me vienen a los dedos, producto de mi emoción, para expresar el sentido de su elevación: impactante, claro, profundo, concreto y vivo espiritualmente. Fue una clase inmortal. Arrojo de sentimientos. Cosecha de su trabajo permanente, constante, sin pausa. Se llena de gloria eterna por su vocación histórica para bien del pueblo venezolano. Se pregunta cómo se hace el socialismo, pero él mismo lo responde. Lo sabe, lo enseña, lo cosecha en sus ideas que riega con la de otros que andaban caminos por ese sendero.

De esa clase tomo tres elementos generales para intentar sintetizar lo que me quedó al relacionar la cadencia de ese conjunto de conceptos que fluían con armonía y ritmo para manifestar la empatía, la coincidencia teórica y la fusión espiritual que genera el palpar la realidad de un país que se transforma y va madurando su nueva institucionalidad. Revive el alma al saber que el proyecto trascendente es el mismo que abrazamos en los inicios de la búsqueda de la Revolución. Se refuerza la esperanza al reconocer un liderazgo recio, sembrado para conducir la República por esa ruta soñada siempre, de la que nunca nos apartamos y jamás claudicamos por su lucha.

Pero, más emotivo se hacía el momento de la euforia pues las ondas radiales de la escucha se fusionaban con las ondas de la satisfacción al homenajear a un pionero de este Proceso caído en las montañas de El Bachiller en 1967: Alfonso Lara.

Iba de regreso a mi morada, por esa carretera de recuerdos y peligros que une a Clarines con Píritu cuando salta la frecuencia vibradora de Patria, de nuevas ideas, de pleno convencimiento de una Revolución que sí es posible. Decía entonces que derivo de sus ricas revelaciones los tres elementos que me indican cómo se hace el socialismo: cambio de estructura, nuevas relaciones de producción y la asimilación de valores éticos y morales inspirados en el amor al prójimo y la buena voluntad. Espléndidos paradigmas agudamente inteligente tratados por un maestro que no cese de estudiar. Se erige como un hito histórico que educa a su pueblo y que estimula la conciencia crítica para que se inventen las vías hacia el socialismo.

Justo quiero ser con un hombre que se merece la admiración porque así mismo se ha dedicado a trabajarlo. Méritos que no le hacen dormir en laureles. Pensar que la oposición lo reta, lo ofende, lo subestima. Quien de ellos se le acerca a su estatura de líder. Dónde está dentro de la oquedad de esa oposición la idea o proyecto que se le acerque a las que él ha parido a fuerza de crecimiento intelectual y brega en las acciones políticas. Orgullo de tiempo. Momentos únicos que serán fundamentales para los siglos venideros. Dichosos los que estamos aún vivos presenciado la nueva sociedad que está naciendo.

Lo que origina este reconocimiento que para nada tiene que ser considerado adulancia y eso lo sabe él mismo, fue el evento del sábado 01/11 en Maracaibo, con motivo de la reunión de los candidatos del PSUV. Hugo Chávez el maestro, dictó cátedra. Acto ideológico que precisa la ruta de la emancipación. Además, como complemento a su voluntad de consolidar la Revolución, se anotó en la lista como el primer alumno de la Escuela de Cuadros que va a crear el PSUV. Me anoto también contigo, camarada Hugo, para que veamos como se hace el socialismo en Venezuela. Mi abrazo fraterno, hermano Presidente.

domingo, 5 de octubre de 2008

Un solo gobierno

A pesar de Bush y su disposición a liquidar al gobierno de Hugo Chávez, la Revolución saldrá fortalecida en las elecciones del 23/11. Fecha emblemática pues dará inicio a la nueva fase del Proceso. Considero que la campaña en manos del Presidente y ante una oposición fatua, sin contenido, ocupada en cuestiones secundarias de la cotidianidad política, todo indica que el triunfo nuevamente estará del lado rojo del socialismo.
Podríamos señalar que la nueva fase apunta hacia la consolidación de un solo gobierno. Condición favorable para el cambio de estructura y facilitar la transferencia del poder a la comunidad organizada. Un solo gobierno, tal como lo anuncia el Presidente, significa la activación de una nueva forma de mando por la vía ya no solo del consejo de ministros, sino que ahora se incorpora a la unidad de criterios socialistas, el consejo de gobernadores y el consejo de alcaldes. Este modo de gestión le da viabilidad al fortalecimiento de lo planteado en la nueva geometría espacial-territorial. La aparición en el escenario geopolítico nacional de la comuna, apenas en estado incipiente, bajo el concepto de un solo gobierno se materializará en todos los espacios comunitarios donde se practican los principios revolucionarios. Entiendo que un solo gobierno basado en la Constitución Bolivariana y reforzado por el conjunto de las 26 leyes habilitantes colocará a la sociedad venezolana ante el real sentido del cambio cultural para generar una nueva sociedad, hábitat del nuevo hombre político. La nueva gestión de mando apuntará a consolidar el poder popular. Esto es también la conversión de las alcaldías en vocerías populares y la propensión a la transformación de las gobernaciones en estructuras de co-gobierno entre el estado y la comunidad organizada.
No obstante, esta revolución a nivel de las relaciones de poder exige identificación ideológica con respecto al socialismo del Siglo XXI. Es imperativo que todos los candidatos del PSUV tengan dominio pleno de la esencia del poder popular y el vital significado de la vocería. Es una exigencia de orden filosófico, político y material que se metan de lleno en entender el significado del Bien Común y el amor al prójimo. Hay que entenderlo y practicarlo. Un solo gobierno pasa por hacer prevalecer en las relaciones de mando estos actitudes desde las estructuras de mando regional y local.

Por otro lado, la comuna es consecuencia de la claridad ideológica de los consejos comunales. La organización de la comunidad en consejos comunales y el dominio de la base conceptual del socialismo por parte de sus voceros e integrantes de las asambleas de ciudadanos será la vía correcta para integrar las comunas. Sin esa condición no creo que se concrete el gran salto a dar por parte de la revolución. La producción socialista de la comuna será realidad en tanto se tenga plena conciencia y el justo convencimiento del socialismo del Siglo XXI. Por lo tanto, creo que sigue siendo una necesidad existencial del Proceso la difusión ideológica y formación política de toda la militancia revolucionaria. Además, esta es la forma lógica de rechazar las amenazas del Imperio. Recuérdese que para los que diseñan los planes de intervención en el mundo, la conciencia de los pueblos es una amenaza asimétrica a sus pretensiones. La amenaza asimétrica siempre será el talón de Aquiles de los halcones del Pentágono.
Sigamos en la dirección de construir un solo gobierno para avanzar sostenidamente en la revolución venezolana.

martes, 23 de septiembre de 2008

En la mira de los Halcones

La emisora 99.1 “La Bolivariana” de Punto Fijo es revolucionaria. Calza justamente en la categoría de alternativa y comunitaria de pleno apego al proceso. Su fundador, Guillermo Dacosta, sacrificó los limitados recursos con que contaba para una operación de corazón abierto (en el año 2002, pleno momento de guerra política) y los empleó para arrancar las transmisiones. Siete años después, con una válvula que determina su vida, tenemos que reconocer el trabajo de hormiga que Guillermo y su equipo han venido cumpliendo en las labores de concientización en Falcón.

Enfrentado a la oposición (de derecha e izquierda) Guillermo y su Bolivariana ha perseverado. Su tesonera acción de difusión ideológica se confronta con la oquedad de la oposición, pero también con los reformistas rojos de esa región.

Destaca su exacta precisión de alertar sobre los peligros del imperio. Sabe resaltar la significancia estratégica del Estado y la vulnerabilidad del Centro de Refinación de Paraguaná (CRP). Su lucha (a veces parece como un arado en el mar) no produce los efectos que quisiéramos quienes nos empatamos en la difusión ideológica y formación política. Con el Comandante de la Base Naval programa actos para señalar las consecuencias del Plan de Ataque contra Venezuela gestado en el Comando Sur, pero asisten solo 20 personas de 200 invitados. No obstante, su perseverancia luce intacta. Es de los que saben que estamos en la mira de los halcones.

El CRP es el más grande del mundo. Surge al fusionarse tres importantes refinerías: Amuay, Cardón y Bajo Grande. Su capacidad actual es de 950 mil B/D equivalente al 71% de la totalidad de refinación de todo el país. Prácticamente allí se produce todo el combustible que mueve la flota aérea nacional incluyendo a la aviación militar. Un sabotaje en el complejo paraliza a la aviación comercial y deja en tierra a nuestras naves de combate. Si bien la Fuerza Armada Bolivariana cada vez está más aguda en la percepción de los potenciales desestabilizadores, no podemos dejar de considerar que ese es uno de los blancos prioritarios del Comando Sur.

Es bueno recordar que la inteligencia del imperio está activa en cada espacio vital de la República. Así como la CIA, la Agencia de Seguridad Nacional, la DEA, Freddom House, la NED, por citar los más visibles elementos que hacen inteligencia en Venezuela con campos de acción específico, así como éstos, la inteligencia del Comando Sur está presente en el área del CRP para mantener vivo el blanco. El CRP forma parte del tejido de objetivos militares de activarse el día “D”. No se necesita ser adivinador para preveer que los meses de Octubre y Noviembre están en el plan del Comando Sur, por instrucciones del Pentágono con base en la acción estratégica continental de la etapa final del mandato de Bush, para tratar de liquidar al Proceso Revolucionario.

He allí entonces la labor de la Bolivariana y de Guillermo con su equipo. Seguir con su prédica, continuar sus enlaces con el Comando Naval, observar de cerca los acontecimientos que ocurren alredor del CRP, crear –-con esos 20 que asisten a los foros de defensa integral—- una red de inteligencia y contraintelgencia para activar los Comandos Populares, estimular el estudio en los Consejos Comunales y nutrirse de energía inspiradora para mantener la emisora como una voz revolucionaria que no claudicará nunca en su empeño por construir el Socialismo Revolucionario del Siglo XXI en el Estado Falcón.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Nueva cara de la Revolución

Cinco elementos inciden en la generación de la nueva coyuntura que modifica la situación política que venía desarrollándose desde inicios de este año. Elementos determinantes para estimular la aceleración del proceso de cambio y tomar de manera cierta y sin vacilaciones la ruta del Socialismo del Siglo XXI. Me refiero a: (i) la comprobación del intento de golpe de estado; (ii) la revisión y paralización de la relaciones políticas y diplomáticas con EE.UU; (iii) la demostración de la fuerza popular que respalda a la revolución; (iv) la velocidad de la movilización del pueblo organizado; y, (v) la conciencia puesta de manifiesto por la Fuerza Armada Bolivariana. A estos elementos los calificaré, para efectos de los análisis didácticos que debemos exponer al colectivo nacional, factores intervinientes.

La caída que produjo el 2D en la curva ascendente de avance de la Revolución, se comienza a recuperar como consecuencia de estos factores intervinientes. Hecho que nos lleva a sostener que si sabemos orientar su significado por la vía del análisis, la enseñanza y la investigación; y demostrar además la fortaleza de la fuerza social del Proceso Revolucionario, digo si lo hacemos con dominio conceptual teórico-práctico, la coyuntura del 23/11 verá sus resultados en dos fundamentales direcciones: (a) obtener la victoria aplastante sobe las fuerzas contrarrevolucionarias, y (b) fraguar el momento que marca el punto de la nueva aceleración que va a producir la intencionalidad consciente del cambio estructural.

Los factores intervinientes, éstos incubados el 11/09, le dan marcha libre a la energía morfogenética del revolucionario; es decir, a esa fuerza integral del individuo que une razón, alma y corazón para vencer todas las resistencias y adversidades que se opongan a la revolución. Como consecuencia de su aparición espontánea, los factores intervinientes viabilizan la dirección que debe tomar el Proceso a partir del 23/11, que será definitivamente de ocupación de espacios por parte de acciones estructuralmente socialistas. Cito entonces, como una aproximación a lo que será la nueva cara de la Revolución después de las elecciones regionales, tres áreas de acción que debemos tomar como indispensables para solidificar y profundizar el Proceso Revolucionario. Me refiero a: (i) la conversión de las Alcaldías --reformistas hoy en día-- en vocerías populares del municipio, cuya razón existencial será principalmente: (aa) el fomento de la organización de la comunas socialistas, (bb) la preparación de las comunidades y sus consejos comunales para la práctica del autogobierno, y (cc) la formación técnico-científica de los miembros de las comunas para el desarrollo de nuevas tecnologías y su dominio; (ii) la implantación de programas culturales que rompan con la alienación del consumo y se orienten a internalizar hábitos, valores y costumbres bajo la interpretación socialista del mundo y la vida. Esto pasa por elevar la importancia de los medios alternativos y apoyar su acción suministrándole la logística que hoy en día se destina a los medios contrarrevolucionarios; (iii) profundizar la conciencia del significado de las relaciones de producción socialistas por la vía de la formación ideológica. Partimos que solo la conciencia puede determinar el nuevo rol de la producción en las comunas y en la nueva sociedad socialista del futuro inmediato.

El nuevo rostro de la Revolución lo tiene el poder popular. Los factores intervinientes son su consecuencia.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Comuna socialista

Les recomiendo leer (click en el link de abajo) la "Comuna Socialista del Sur Oeste de Barquisimeto". Allá estaremos el sábado 4 de octubre, a las 6 PM. El CFI está invitado.

http://www.aporrea.org/misiones/n119519.html

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Fuerzas Propias

El escenario político que vivimos actualmente es consecuencia del 2D. Escenario que ha venido desarrollando diferentes momentos cuyo desenlace final apunta al 23/11. Interpreto los momentos como espacios temporales definidos por circunstancias que generan la confrontación de las fuerzas que actúan en sus límites. Por lo tanto, para efectos de este corto análisis identifico dos macrofuerzas antagónicas que se repelen y copan la actividad política de hoy: las revolucionarias (fuerzas propias) y las contrarrevolucionarias (oposición). Fuerzas que han marcado dos momentos y proyectan el tercero.

El primer momento va de enero a junio donde las fuerzas oponentes emergen con energía inspiradas en el 2D. Forman su particular matriz de opinión destacando el inicio del fin del Proceso Revolucionario, el rechazo colectivo al socialismo y su victoria segura en 10 gobernaciones y el 50% de las Alcaldías. Matriz que fue construida con base en supuestos, ilusiones y suspiros de aire. Por su parte las fuerzas propias se mantuvieron en cautela, observando y preparando el específico terreno de la real confrontación. Fue el momento de las 3R, el surgimiento de la organización del PSUV y de la disposición plena del revolucionario a avanzar hacia la profundización del Proceso. Enero-junio fue el escenario de riesgos para la Revolución. Se creció la oposición valentonada pero sin conceptos.

El segundo momento va de julio a septiembre. Ahora aparecen las fuerzas oponentes desunidas, fragmentadas y quebradas moralmente. La ausencia de proyectos que superen al Proceso Revolucionario y la vaguedad de sus propuestas sin base ideológica, sin apreciaciones científicas, carentes de planteamientos políticos honestos fuera del clientelismo y usufructo de poder; oquedad lo denominas anteriormente, todo este conjunto de variables inciden en la caída de su energía eufórica que a principio de año irradió. Por su parte, las fuerzas propias se unifican, se fortalecen moralmente por el respaldo que reciben de un líder como Hugo Chávez que le transmite día a día a ese colectivo identificados con el cambio, el socialismo y la revolución, le transmite fuerzas inconmensurables para crecer espiritualmente y asumir a plenitud la energía morfogenética de su ser. Julio-septiembre es para las fuerzas propias el momento del ascenso y la definición inequívoca para el combate de las ideas y el diseño del nuevo modelo político para el Estado y la sociedad.

Pero, lo obtuso que son las fuerzas oponentes al darse cuenta de la reciedumbre de las fuerzas propias, proyectan el desmonoramiento de su posibilidad de triunfo electoral, y pasan entonces a crear las condiciones para que surja un punto crítico que conduzca a la explosión social y la violencia. Conducta irresponsable y ruin que nos lleva al tercer momento del escenario. Creo entonces que Octubre-noviembre será el momento de la desestabilización por la vía de la conspiración (clandestina), la aplicación de las disciplinas no violentas (fascismo disfrazado), la intervención desobedeciendo (Gene Sharp); y, a nivel internacional, el desprestigio del gobierno, la calificación de ente terrorista y su aislamiento con respecto al primer mundo. En este escenario, las fuerzas propias tienen que potenciar su lealtad al Proceso, intensificar su estudio para elevar la conciencia revolucionaria y dominar las nuevas categorías vinculadas a los cambios estructurales (véase el conjunto de 26 leyes habilitantes) que emergen de la creación del poder popular.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Como los fenómenos paranormales

Así como en los fenómenos paranormales la existencia de la cuarta dimensión es imperceptible al cerebro humano, en las relaciones sociales hay también componentes invisibles. La cuarta dimensión no se puede ver. Es intangible. Lo extrasensorial es aún inexplicable. El alma, los espíritus, los milagros, todo este mundo que lo creemos mágico y que sigue siendo un misterio, no lo capta el cerebro del hombre terrenal. Se mantiene en el plano de lo incomprensible.

Sucede igual en las relaciones político-sociales. La génesis de los hechos son imperceptibles. Lo cubre el fenómeno, que si es visible y explicable. El fenómeno es la apariencia, mientras que la causa que lo genera (genoestructura), no es percibida por la gran mayoría de la humanidad. La raíz está oculta, inmersa en los lugares más recónditos de la justificación.

Este es el mundo de lo fáctico y por lo tanto podemos derivar nuestros juicios. Sin embargo, si permanecemos en este nivel de lo fenomenológico, nos sucederá lo mismo que con la cuarta dimensión. Sin percibir la esencia de las cosas. Porque lo fenomenológico no es la verdad. Es consecuencia de una verdad.

La esencia de los hechos es la génesis de los fenómenos; por ejemplo, la causa del inminente ataque a Irán (apoyada tanto por Mcain como por Barak) y la política trazada para contener el desarrollo de la revolución iraní, no es las armas atómicas sino el petróleo. Motor vital para la subsistencia del Imperio y las potencias mundiales. La estrategia del dominio mundial que incluye la apropiación de toda la energía del mundo se ubica en la dimensión estructural de los hechos mundiales. Por lo tanto, lo que va a generar la puesta en marcha del plan militar del Comando Central de EE.UU., para incendiar el Golfo Pérsico e intentar liquidar la revolución iraní es el dominio del espectro global.

Evidentemente, a partir de lo estructural, que es precisamente la causa principal de los conflictos, emergen los distintos fenómenos y revelaciones. Es decir, toda la gama de sucesos que terminan de explicar las conductas de los pueblos. Pero, sin la existencia de ese embrión estructural los fenómenos no aparecerían.

La guerra es consecuencia de las contradicciones de las potencias que toman decisiones en nombre de la paz. Cada elemento involucrado, en cualquiera de los conflictos actuales, mantiene sus propias demandas que son consideradas justas. Su verdad y su razón se imponen para no ceder ante su oponente. Lo que EE.UU., considera como terrorismo, es para el islam la guerra santa contra el enemigo. Los palestinos no dejarán de luchar por su causa hasta conseguir para sí, los territorios que les fueron despojados. En Colombia, las FARC no entregarán las armas ni claudicarán ante las amenazas del Plan Colombia; y, así, cada parte amenazada por las fuerzas dominantes mantiene su posición con base en su dignidad y principios de lucha. Esa es la realidad del mundo. Punto único que arroja consecuencias desoladoras para el futuro y para la evolución de la humanidad.

En nuestro espacio político, los revolucionarios no podemos quedarnos a nivel de lo fenomenológico. Hay que ir a la raíz de los hechos, para entender al mundo y actuar con base en la verdad. Indagar sobre la génesis de los fenómenos es lo que nos permitirá profundizar en lo estructural. Eso es lo que nos diferencia de la escuálida oposición. La revolución es cambio de estructura y no clientelismo, usufructo de poder ni decisiones cupulares.

sábado, 30 de agosto de 2008

Entre Revolución y Espiritualidad

La revolución es un acto humano de profunda inspiración espiritual. La meta que busca alcanzar la revolución es lograr a plenitud el bien común del pueblo. Esto pasa por asumir que la espiritualidad es la energía interior que manifiesta el sur humano para lograr la obtención de fines y propósitos (energía morfogenética). La espiritualidad es el motor que genera la acción revolucionaria. No puede haber revolución si no se siente el amor por el prójimo, si no internalizamos sentimientos humanos de desprendimiento y entrega para satisfacer el bien colectivo

Ente los factores que estimulan el surgimiento de la espiritualidad y que se aplican a la política, puedo mencionar cinco de ellos: la conciencia, el compromiso, la unidad del colectivo, la pertenencia y las virtudes sustentadas en principios y valores de alto contenido ético y moral. Factores que moldean el marco teórico del revolucionario. Factores que inducen al cambio conceptual de los elementos que le dan consistencia al realismo político, es decir: (i) definición de una postura económica frente a los medios de producción; (ii) elaboración de una clara actitud política frente al cambio en las relaciones sociales y de poder; y (iii) producción de una sólida posición ideológica frente a la concepción del mundo y la vida. Es entonces una correspondencia simbiótica la que existe entre la espiritualidad del ser revolucionario y la acciones políticas que generan los cambios estructurales de la sociedad.

La espiritualidad actúa como agente innovador de la conciencia revolucionaria. Su incidencia en tres aspectos estructurales del Proceso: bien común, poder popular y fuerzas propias, nos permite afirmar que el nuevo paradigma que ha establecido la revolución en Venezuela es consecuencia de la racionalidad política en conjunción con los sentimientos nobles que emergen del corazón humano. La espiritualidad nos conduce a la concepción de un nuevo sistema político cuya raíz es el bien común. Este aspecto es suficiente para entender que el Proceso Bolivariano nunca es ni será igual a los otros modelos políticos que se sostienen con base en el clientelismo o usufructo del poder. La democracia representativa (IV República), por ejemplo, no entiende la vida y al mundo desde una visión de amor hacia al prójimo. Lo hace sobre el marco capitalista cuya esencia lo define el beneficio y la acumulación hasta el valor infinito que produce el mercado. Su razón existencial es el consumo, el lucro, el egocentrismo, la competencia, la rivalidad. Diametralmente opuesto a lo que busca la revolución.

La diferencia entonces radica que en la revolución, lo espiritual permite que se direccione la acción política hacia la satisfacción de las creencias y prácticas basadas en el humanismo. El poder popular, por ejemplo, significa transferir, canalizar u otorgar la potestad de la toma de decisiones al pueblo organizado. Quien no sienta amor por el prójimo, nunca cederá el poder a los otros. No dará ni un milímetro del control del aparato del Estado a los grupos comunitarios que lo necesitan para satisfacer sus expectativas de vida. Eso solo se logra, se obtiene de manera legítima, cuando por propia voluntad la acción política inmersa en la convicción de la espiritualidad humana, el revolucionario se iguala a su prójimo y resaltando la disposición de desprendimiento y de solidaridad fraterna, decide conscientemente materializar la transferencia de poder al pueblo.

domingo, 24 de agosto de 2008

La oposición venezolana

A propósito de las elecciones regionales del 23/11, se hace necesario reiterar conceptos teóricos para precisar la consistencia ideológica de la oposición, la que aspira a obtener el triunfo de 10 gobernaciones y más del 50% de las Alcaldías.

Oquedad y ausencia de criterios refleja hasta ahora su inocua propuesta, la cual difícilmente se puede estudiar por no existir una base conceptual que lo admita.

Cree que el triunfo es pragmatismo cuando ya existe una base de criterios sólidos por parte del pueblo. Repasemos la lección fundamental, para estimularle en su conciencia la intención de convertirse en luchadores sociales. Esto generaría la confrontación de ideas inspiradoras de grandes obras inmortales si es que su vaguedad lo permite.

Les digo a la oposición, para que desarrollen su más intensa elaboración intelectual en esta coyuntura del 23/11, punto crítico que determina el cruce de caminos definitorio de la ruta de la Repùblica; les digo, que la revolución es cambio de estructura. El modelo político del proceso bolivariano es revolucionario. El cambio de estructura significa la creación de un nuevo sistema político (Estado, aparato productivo y relaciones de poder). La estructura es la dimensión del funcionamiento de la sociedad, donde se dan las relaciones de los factores genéticos que producen los actos visibles (hechos observables). La estructura es la génesis de los fenómenos. La Revolución Bolivariana actúa sobre la estructura. Mientras que ustedes, oposición, son contrarrevolución y reforma. Buscan operar solamente a nivel de los fenómenos (lo visible y verificable). Ustedes, oposición, no transforman la estructura. Ustedes son reformistas y por lo tanto contrario a la revolución. El modelo político de la democracia representativa, que es el de ustedes, es simplemente reparos inertes para que se mantenga la estructura capitalista, liberal, cogollérica, individualista y clientelar. Ustedes no plantean el cambio del sistema político. La democracia representativa, la de ustedes, se fundamenta en la representación de los cogollos. En la revolución las decisiones la toma directamente el pueblo. La revolución está desarrollando la conciencia del vocero. Ustedes oposición son cúpula. Su experiencia y antecedentes más inmediatos verifican que su acción se fundamenta en la apropiación del poder y el aislamiento del pueblo.

El Estado en la democracia representativa se concibe para que el aparato burocrático –-gobernaciones, alcaldías, concejos municipales y demás unidades políticas orgánicas-- implante el clientelismo y la coacción de los representantes. Su modo de gestión llega solo hasta ligeros ajustes de la organización y las leyes, pero sin tocar la base de sustento (estructura).

Ustedes los de la oposición tienen que saber ya, y sobre todo si son políticos que se van a confrontar con la ideología revolucionaria, que nuestro Proceso Bolivariano opera a nivel de la estructura. La militancia revolucionaria, que incluye a los candidatos del PSUV, luchan para erradicar ese Estado que aún sigue vigente. Razón por la cual se justifica el conjunto de 26 leyes habilitantes cuya racionalidad jurídica apunta a arrancar buena parte de esas raíces reformistas.

A mi juicio ustedes deben volver al estudio y, para enriquecer la creatividad e inventiva de la sociedad actual, asumir la campaña electoral con base en los preceptos ideológicos y las nuevas categorías políticas que está generando el proceso revolucionario.

sábado, 16 de agosto de 2008

Pueblo

Las expectativas revolucionarias están latentes. El pueblo consciente demanda viabilidad de lo que se promueve como poder popular. La diferencia entre reforma y revolución tiene que instrumentarse en la cotidianidad de la práctica del Proceso. La nueva fase, que debe arrancar a partir de los resultados del 23/11, tiene que consolidar la tesis ideológica del SSXXI y la transferencia de la toma de decisiones a las comunidades organizadas. Esto se adquiere con mayor nivel de compromiso político, convencimiento pleno de romper las resistencias al avance del cambio de estructura y una clara actitud moral contra la corrupción.

Por lo tanto, la nueva cohorte generacional que asuma la conducción del Proceso a partir del 23/11, tiene que manifestar sus hechos de gobierno con base en las necesidades reales del colectivo y atendiendo los compromisos implícitos en los actos constituyentes y soberanos de las comunidades organizadas.

Si hasta ahora eso no ha ocurrido, debido entre otras razones al analfabetismo ideológico y a la rigidez del Estado reformista, ya estas no pueden ser las variables en uso para negar el poder popular. Si la cohorte del mando regional y local ha actuado muy similar a la IV República con base en decisiones usufructuarias del poder, clientelares y sin ser consultadas con el pueblo, ya esa práctica viciada y contrarrevolucionaria se agotó. Ahora lo que viene es la conversión de los mandos del Estado en vocerías populares y la toma de decisiones por parte del pueblo a través de las asambleas, cabildos, organizaciones comunitarias, grupos de acción social y nuevas estructuras de participación ciudadana. Viene ahora la fase de los presupuestos estimados y ejecutados por las mismas comunidades; la implantación de la contraloría social; el acoplamiento de los programas gubernamentales a las tareas cotidianas del colectivo. Lo que viene es que los gobernadores, alcaldes, diputados regionales, asuman su nuevo rol como voceros: hablan lo que le diga el pueblo y no quien decide en su nombre convirtiéndose en cúpula de mando. Esto por supuesto no lo puede entender quien no tenga la convicción revolucionaria, por lo que enfatizo lo de las cohortes. La nueva cohorte tiene que ser transformadora y estar persuadida que el mando no es de un ser supremo que posee un conglomerado de vasallos que se debe al gobernante.

La nueva cohorte tiene que despojarse de la superioridad humana, generadora de egocentrismo, vanidad, codicia, prepotencia y pragmatismo, para asimilar la horizontalidad jerárquica, humildad igualitaria y fomento del bien común sustentado en la buena voluntad y el amor al prójimo. Si no lo hace, el proceso alarga la fase de transición y no habrá revolución. Si la nueva cohorte no se acopla al momento que exige el Proceso, puede ser que el pueblo se lo demande de una manera insospechada.

Los candidatos del PSUV tienen tres meses para aprender a ser revolucionarios en la nueva fase de cambio estructural y entender cómo transferir la toma de decisiones a las comunidades organizadas. Tres meses que deben ser empleados también por las comunidades para ejercitarse en la práctica del cogobierno y exigirles a sus voceros una conducta acoplada a la democracia directa. Las elecciones del 23/11 tienen que ser actos revolucionarios y no actos burocráticos. Y eso significa tomarle el paso a la historia y seguir su cadencia de ritmo para ir de frente hacia la emancipación popular.

viernes, 8 de agosto de 2008

El Vocero

El vocero es el portador de la semilla de la democracia directa; es decir, la toma de decisiones directamente por la comunidad organizada en el desarrollo de su destino. El vocero es el elemento que ejecuta el mandato del Consejo Comunal, instrumento a su vez, de la Asamblea de Ciudadanos de una determinada localidad. El vocero es solo una voz, transmisor de la decisión del grupo. Recoge también el vocero lo que surge de la sesión asamblearia de la cual forma parte. Plantea lo que se analizó en ese ambiente y espera por nuevas situaciones que se deriven de las discusiones colectivas. Es así entonces como el vocero toma, lleva y trae. Siempre bajo el parámetro de manifestar la decisión del grupo. Nunca el vocero actuará individualmente o a su libre albedrío. El vocero no manda ni impone su criterio personal. Es la extensión o la prolongación de la presencia de un colectivo de trabajo o un área comunitaria en el Consejo Comunal. Puede ser también el vocero el ejecutor de una encomienda asignada por el Consejo Comunal ante una entidad del Estado, otra instancia comunitaria u alguna organización social, política, cultural o militar. Pero en todos estas situaciones el vocero solo habla, entrega el mensaje, cumple la encomienda. El vocero no toma decisiones. La decisión o el mando sobre asuntos que le competen a la comunidad no es del vocero. Eso es exclusiva responsabilidad de la asamblea de ciudadanos, que es la primera instancia de poder, y el instrumento popular que determina la existencia de los Consejos Comunales.

La figura emblemática de lo que sería el cambio en las relaciones de poder, como parte de la transformación estructural que busca la revolución en esta fase del Proceso, es el vocero. El vocero tiene una connotación espiritual y por esa razón responde a la concepción revolucionaria del nuevo paradigma que genera el cambio de estructura. Lo espiritual está presente porque el vocero estimula la humildad del servidor público. Un vocero del Consejo Comunal es un aliado a la causa de servirle al pueblo. De servirle con amor. El vocero es una embrión de la naciente corriente política que sustenta su acción en el amor al prójimo. El vocero rompe con la rivalidad entre los iguales. El vocero acaba con el dedo. Como el vocero no manda, sino solo habla, cualquiera que entienda lo que significa la gestión de solidaridad, buena voluntad y afecto sincero para alcanzar el bien común, cualquiera de ellos puede ser el vocero. Esto acaba con el egocentrismo y el individualismo corruptor del ser supremo que bajo el manto del poder del Estado, somete a los demás sin consideración alguna a la condición humana. Gestión de mando engendrada por el modelo reformista que más que servir al pueblo lo que busca es aprovecharse del pueblo. El egocentrismo es el padre de la rivalidad. Pero el vocero, ahora y en la medida que se generalice su acción y su esencia revolucionaria, el vocero demolerá a la rivalidad e impondrá la humildad a los servidores del pueblo.

Pues bien, si el rol del vocero se define cada día de manera más clara y así es entendido por las comunidades organizadas, podemos entonces decir que va por buen camino el cambio de estructura a nivel de las relaciones de poder que tiene que alcanzar la revolución.



La existencia del vocero que está en la onda de la avanzada revolucionaria, coloca a los partidos reformistas apegados, enchufados y enganchados con las cúpulas y el dedo, los coloca en un escalón más abajo en la escalera de la revolución. Vocero es salto adelante. Partido reformista es salto atrás.

domingo, 3 de agosto de 2008

A los candidatos del PSUV

Una reflexión dirigida a todos los candidatos del PSUV, incluyendo a quienes
aspiran repetir en las gobernaciones de estado. El compromiso de ustedes,
candidatos, tiene dos dimensiones: (i) obtener el triunfo y (ii) viabilizar
el socialismo. No es suficiente ganar y mantener la estructura burocrática,
clientelar y alienante de las instituciones vigentes que son herencia de la
IV República. Se necesita triunfar y proceder a desarrollar los componentes
socialistas que se encuentran en estado incipiente para avanzar en la nueva
ruta de la República. Si de verdad ustedes, candidatos, quieren acoplarse a
la dinámica de la historia política del SSXXI en Venezuela tienen que
dominar la conceptualización teórica. El orden ideológico exige, para la
acción revolucionaria desde las instancias del mando burocrático, asumir con
conciencia el empleo del poder. El poder, bajo la categorización del
Proceso, no es para usufructuarlo tal como se hace bajo los parámetros de la
IV República. Es decir, hacer uso del mando burocrático del Estado para
favorecerse a sí mismo y su grupo. El poder empleado por el reformista o
reaccionario no apunta a satisfacer las expectativas en sus niveles más
elevados de lo moral, lo material y lo espiritual del ser humano. No, el
poder de la IV República descansa en las cúpulas que se adjudican la
potestad del Estado para actuar con base en sus propios intereses. Esta
forma de mando, en cualquiera de las instancias de elección popular, tiene
que ser erradicado. En su lugar, hay que darle cabida al principio
revolucionario de emplear el poder para alcanzar el bien común. En
contraposición al reformismo o a la reacción, se tiene que alcanzar el
triunfo el 23/11 para transferir la toma de decisiones al pueblo. Eso es
viabilizar el socialismo y profundizar la conciencia revolucionaria.



Atención candidatos, el poder no es para el usufructo. El poder es para
llevarle felicidad al colectivo nacional. El poder no solo se ubica a nivel
del aparato burocrático del Estado; sino también, en la decisión directa del
pueblo. Para que triunfemos el 23/11 hay que tomar en cuenta al pueblo
organizado. El que sea electo para un cargo ya no será más el señor dueño de
los destinos de la comunidad que va a dirigir. No, esa práctica desaparece.
El que sea electo se convertirá en vocero del pueblo. El vocero expresa y
manifiesta lo que determina la comunidad que dirige. Su mando va a depender
de los dispositivos de participación popular consagrados en la Constitución;
valga decir, consejos comunales, contraloría social, asambleas populares,
cabildos abiertos. Por lo tanto, el que aspira a ser electo bajo los
preceptos revolucionarios no puede emular la práctica clientelar de los
jerarcas del Estado de la IV República (oposición disociada hoy en día).


De tal manera que, vale tanto y hasta más el ejercicio de la comunidad
organizada en la conducción de su destino, que el del actor electo para un
cargo público. Si esto se asume con conciencia, la rivalidad desaparece y
con humildad se tiene que aceptar la necesidad del consenso revolucionario.
Bajo estos preceptos, el poder no es del individuo electo --deformación
estructural estimulante del egocentrismo y demás desviaciones perversas del
poder. Ahora, el poder lo ejerce directamente el pueblo. Sean inteligentes,
camaradas y seres de buena voluntad para aceptar que estamos en un proceso
revolucionario (cambio estructural) y que las prácticas reformistas quedaron
atrás (manutención estructural).

lunes, 28 de julio de 2008

Convenio para la formación, difusión e investigación ideológica entre el CFI y el IUTC

Esta es la Agenda que se cumplirá el jueves 31/07/08 en el Instituto Tecnológico de Tecnología de Cabimas (IUTC) con motivo de la firma del Convenio entre el CFI y el IUTC. A tal efecto, invito a quienes puedan asistir a hacer acto de presencia y difundir este evento como expresión sumatoria a la difusión ideológica y la formación del pensamiento crítico del revolucionario, objetivos que busca alcanzar en todos los espacios nacionales el CFI.

AGENDA DEL IUTC, Jueves 31/07/08, 11.00 AM

FORO: “FORMACIÓN DEL PENSAMIENTO TEORÍA Y PRÁCTICA DEL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI”

Lugar: 31-07-08- EN EL AUDITORIO DEL IUTC.


-HIMNO NACIONAL DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, (INTERPRETADO POR LA ESCUELA DE MÚSICA DEL IUTC)


* PALABRAS DE APERTURA A CARGO DE LA MSc. MIREYA MÉNDEZ, COORDINADORA DE LA COMISIÓN DE MODERNIZACIÓN Y TRANSFORMACIÓN DEL INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGÍA DE CABIMAS

* PALABRAS DE BIENVENIDA A CARGO DE LA Dra. YOLENIS MANZANO, COORDINADORA DEL CFI IUTC.

* PARTICIPACIÓN DEL COMANDANTE WILLIAM IZARRA, COORDINADOR NACIONAL DEL CFI

* PRESENTACIÓN DE ACTIVIDAD CULTURAL (CANTO A LA RESISTENCIA INDÍGENA, LA SIEMBRA DE MAÍZ) POR LA ESCUELA DE TEATRO DEL IUTC

* EXHIBICIÓN DE OBRAS “BOLÍVAR EN NUESTRAS IDEAS”


* CLAUSURA DEL ACTO.

jueves, 24 de julio de 2008

Comandos Populares

IV Flota adscrita al poderoso Comando Sur, reforzamientos de las unidades en las islas ABC (Aruba, Bonaire y Curazao), nuevo establecimiento militar en Perú, reubicación de la base de Manta, movimientos crecientes en Mariscal Estigarribia de Paraguay, visitas de los jefes militares, halcones del Pentágono y cúpulas Políticas a Colombia reforzando la alianza con Álvaro Uribe, desestabilización encubierta en los países que han mantenido rígidas posturas antiimperialistas, vigencia de la protesta pacífica basada en la doctrina de Gene Sharp en la América Latina. Bueno esto nos lleva a la conclusión de “guerra avisada no mata soldado”. Por lo tanto, cabe hoy destacar esta expresión para bajar de la teoría a la práctica de nuestra soberanía. Cada día se agudiza la intención de las fuerzas internacionales por contener el gobierno de Hugo Chávez. La política de seguridad de EE.UU., raya la inviabilidad estratégica de proseguir sus amenazas a los que han considerado como países del eje del mal. Ahí anotan a Venezuela.



Ante la aceleración de estos hechos internacionales lo que incide en el rediseño del escenario geopolítico mundial, las organizaciones populares del Proceso Revolucionario Venezolano (políticas, sociales comunitarias), tienen que incorporar a sus planes tácticos de corto plazo las instrucciones vigentes de la orden de operaciones emitidas por el Presidente en Mayo del 2004. Uno de sus tres objetivos estratégicos es la creación de las estructuras populares para la defensa integral. Este es el punto que quiero tratar de nuevo y llamar a organizar los comandos populares para darle respuesta a esa Orden emitida por el Presidente y minimizar la sorpresa de las fuerzas internacionales que s oponen a la revolución bolivariana.

El Comando Popular (CP) se organiza en las comunidades dentro de un especio geográfico delimitado por su alcance y capacidad operativa. Puede ser una cuadra, tres manzanas, o todo un barrio. Depende de la capacidad e influencia de liderazgo por parte del cuadro revolucionario. Dos elementos tácticos lo constituyen: el Centro de Operaciones (COP) y las Unidades Básicas de Acción (UBA).

El COP es el elemento que planifica todas las actividades del Comando. Cuatro secciones lo componen: (i) dirección cuya responsabilidad es la de coordinar las actividades; (ii) Organización, se encarga de formar las Unidades Básicas de Acción (UBA); (iii) Operaciones, elabora y pone en marcha el Plan de Operaciones. Éste es el instrumento que define el concepto de las tareas que ejecutará el CP. Contempla de manera específica la asignación de responsabilidades que cumplirán todos los integrantes de la organización. Determina también los blancos seleccionados que sean necesarios incluir en las operaciones a desarrollar; (iv) Sala Situacional es el espacio físico clasificado como secreto, el cual acumula toda la información de inteligencia, operaciones y política que se procesa en la organización.


Las Unidades Básicas de Acción (UBA) son los componentes orgánicos que ejecutan las tareas operativas para alcanzar la misión de defensa integral de la comunidad. Las UBA se organizan con base en un (1) Coordinador y siete (7) áreas funcionales. El Coordinar tiene por responsabilidad distribuir, ejecutar y supervisar las tareas asignadas a cada miembro de la UBA.



Las áreas funcionales, las cuales deben ser asignadas por especialidad a los siete (7) miembros de la UBA, son las siguientes: (i) Registro se encarga del listado, movilización, observación y control de la población de la comunidad que le compete, (ii) Abastecimientos, velaa por la ubicación, almacenamiento y distribución de todos los bienes alimenticios que requiere el ser humano para subsistir; (iii) Comunicaciones, elabora el inventario de todos los medios de comunicaciones existentes en el área de la comunidad. Además, debe proveer los mecanismos para establecer las comunicaciones directas, indirectas y de emergencia, entre todos los miembros del CP; (iv) Inteligencia, recaba, analiza y distribuye la información procesada a los fines de incidir eficazmente en la toma de decisiones para alcanzar la misión del CP; (v) Defensa, levanta las cartas topográficas y planos comunitarios, así como los puntos vulnerables, tácticos y estratégicos para ser considerados en el Plan de Operaciones; (vi) Retaguardia, establece las vías, rutas, medios, sitios de resguardo y ambientes para el repliegue táctico en caso de que la adversidad o los elementos oponentes pongan en riesgo la vida de todos los miembros de la comunidad; (vii) Ofensiva, establece las formas de acción, los componentes operativos y las estrategias, para pasar a la ofensiva cuando así lo determine la situación política o militar que prevalezca en el área de la comunidad.



El CP tiene que enlazarse con todas las estructuras orgánicas del Proceso, principalmente con el PSUV, la Reserva y los Centros de Formación Ideológica (CFI). Por ser unidades del poder popular, los Comandos Populares demandan conciencia revolucionaria y disposición a profundizar la Revolución Bolivariana. Es una obligación moral del revolucionario consciente difundirlo en el colectivo y estimular su activación entre todos para capacitarnos dentro de los nuevos conceptos de defensa integral, prestos a responder a las amenazas y sorpresas de la escalada imperialista.

miércoles, 16 de julio de 2008

Cuál poder buscamos

La búsqueda del Poder se orienta en dos significativas direcciones. La primera, el poder para decidir democráticamente en beneficio del colectivo, aceptando y respetando el juicio de los miembros de la sociedad. Aquí estamos ante una práctica del poder como instrumento de los cambios que demanda la mayoría. En este sentido el ejercicio del poder es positivo; es para alcanzar el Bien Común del pueblo. La otra interpretación es el poder que se asume, consciente o inconscientemente, como vicio ambicionado y deseado para elevarnos ante el prójimo, subordinar a la sociedad e imponer nuestra voz de mando. Ese poder que nos genera un halo de superioridad para someter al colectivo nacional, nos aleja de lo que realmente buscamos con las transformaciones políticas. Desde esta perspectiva, el ejercicio del poder resultará negativo para la mayoría y en contra de los postulados fundamentales del socialismo.

A estas alturas del primer tercio del período de campaña regional, los candidatos del PSUV deben reflexionar muy profundamente hacia cuál de estas formas de ejercer el poder es la que cada uno, en lo más secreto de su ser, está pensando desarrollar.

El poder, en esta coyuntura que engendra la situación política que nace del 2D y a los fines de proseguir la aceleración del proceso revolucionario, sólo se justifica si va en la dirección de fortalecer a la comunidad organizada en sus estructuras colectivas y estimular de manera exponencial la conciencia revolucionaria. Organización para crear el nuevo estado comunitario, socialista y de solidaridad humana; y, conciencia para la emancipación del ser rompiendo el paradigma cultural de la alienación capitalista.

Por otro lado, invito a los candidatos del PSUV a reflexionar también acerca de las consecuencias del ejercicio del poder. Primero, por supuesto, su entrega plena a satisfacer las necesidades reales del colectivo en el ámbito de su jursdicción terrotorial; pero también sobre ese otro asunto derivado de su manto pragmático, pues ese poder, como todo ejercicio que implica someter a un grupo determinado a específicas tareas o condiciones, va acompañado de una inmensa soledad. Si bien es cierto que el poder atrae a los sumisos, adulantes e interesados, y eso forma un grueso contingente de seres alrededor de quien detenta ese poder, no es menos cierto que esa masa humana es circunstancial y que mientras más crece más soledad tendrá el poderoso.

La soledad solo se puede minimizar con la buena voluntad y solidaridad humanas. Entrar en la dimensión del Bien Común y actuar para que se genere el espíritu de cuerpo que hace indivisible a los grupos que luchan por las causas más justas del ser. Asumir el rol no del poderoso sino del camarada. Olvidarse de las prácticas clientelares que ha caracterizado al usufructo del poder durante la IV República (propuestas similares hace la oposición del 2008, en pleno siglo XXI a la comunidad nacional. Propuestas sin modelo de sociedad ni desarrollo del pensamiento humano ni de valores solidarios. Solo el pragmatismo y la maximización del beneficio es su meta a alcanzar). El ejercicio del poder de un candidato del PSUV que alcance el triunfo el 23/11 tiene que ser para convertirse en vocero de su comunidad. Aceptar que la dirección de la sociedad no es del individuo sino de la asamblea de ciudadanos. Esa es la meta del candidato revolucionario del PSUV. Poder y soledad son un solo cuerpo. Vocería y solidaridad es realización plena.

viernes, 11 de julio de 2008

Decisiones del CFI el 10/07/08

En la reunión del jueves 10/07/08 donde se reunieron miembros de los equipos del CFI de los Estados Anzoátegui, Aragua, Carabobo, Lara, Yaracuy y Caracas, se programaron los siguientes eventos a ser cumplidos en el 2do. Semestre del 2008:

1. Firma del Convenio con el Instituto de Tecnología
de Cabimas (IUTC) el 30/07/08
2. Reunión de evaluación del CFI el 20/08/08 en la Base Aérea El Libertador, Palo Negro, Maracay
3. Tercera conferencia Agroecológica en Montecarmelo, Lara, los días 13 y 14 de septiembre.
4. Encuentro Latinoamericano de los Centros de Estudios del Pensamiento Popular y Socialista del Siglo XXI, a ser realizado en la ciudad de Maracaibo entre el 4 y 5 de Octubre.

Además se decidió cumplir con otros eventos de carácter didáctico en las siguientes ciudades: (i) Caracas, el sábado 2 de agosto; (ii) Valencia, el jueves 7 de agosto; (iii) San Felipe, el viernes 15 de agosto; y (iv) Barquisimeto, el sábado 16 de agosto.

jueves, 10 de julio de 2008

El ser de buena voluntad

Si bien es cierto que la política deja más amarguras que satisfacciones, también resulta que en medio de esta lucha se forjan virtudes, creencias y valores. Las amarguras emergen del ser, por estar consustanciadas con la pasión humana. La hipocresía y la mentira, por ejemplo, son expresiones del torrente pasional derivados del pragmatismo corruptor. Por su parte, la lealtad y la honestidad son virtudes sostenidas por quienes luchan como consecuencia de su búsqueda inspirada en el bien común. El ser humano virtuoso, practicante del amor al prójimo, sostiene su lucha con base en ideales y principios morales. De éstos, la lealtad destaca como la más significativa de las virtudes que blinda la moral de los individuos auténticos Cuando el ser humano leal mantiene su camino ajustado a la verdad se hace muy difícil que su práctica sea alterada por la intromisión de odios, rencores, envidias y demás factores destructores de la integridad humana. Contrariamente, quienes atentan contra la manifestación de la ética y la moral son los que desvirtúan las grandes brechas que han logrado abrir los audaces con sus retos por alcanzar las metas del bienestar colectivo.

El ser de buena voluntad no puede engañar. Su luz es la verdad. Y aunque ésta a veces duele, se convierte en la fuente que inspira la acción de las obras imperecederas. Hay que creer en los seres que se ejercitan en la ruta de la buena voluntad. El ser virtuoso que sostiene su lucha de manera incorruptible, tiene que saber mirar y perfeccionar el arte de escuchar. El hombre íntegro no lleva temores ocultos en su alma, por lo que fácilmente se le puede descubrir sus intenciones a través de la mirada y de la transparencia de sus ojos. He allí un buen indicativo para comprobar la lealtad. Además, el hombre leal tiene una característica particular que le permite diferenciarse de los otros: el hombre leal no se marchita. Su frescura le hace trascender lo superfluo y circunstancial, para ubicarse en el sitio privilegiado de la verdad. Frescura que se manifiesta por la claridad de sus ideas, su disposición al trabajo, su voluntad para seguir en la lucha por muy poderoso que sea el adversario y, principalmente, porque mantiene el amor en su más profunda intensidad. La frescura del hombre leal refleja la felicidad interior que le produce estar en paz consigo mismo.

Los criterios, opiniones o conceptos de los hombres leales tienen que ser escuchados y meditados cuando el entorno está viciado, lleno de hojas de otoño. Las virtudes humanas y la fortaleza ideológica se conjugan para hacer destacar a los hombres sinceros prestos a brindar una amistad verdadera. Esos son los leales. El apoyo que nos potencia e imprime energía a la fuerza espiritual radica en la palabra de aliento del ser verdadero, solidario y luchador empedernido. Sin esto la soledad invadirá nuestra vida, haciéndonos desdichados y sumamente infeliz. La soledad nos lleva a perder la vitalidad necesaria para responder a los actores que nos adversan.

El ser que lucha inspirado en ideales no se deja seducir por la mentira del pragmático, ni por la fascinación del poder y, mucho menos, por la ceguera de la superioridad. Por lo tanto, no corrompe sus principios ni entrega su alma al vicio lujurioso del placer material. Sus metas van más allá del disfrute que produce la fuerza del poder. Integridad y dignidad son las armas que emplea para batir la tentación del oro, la ostentación vanidosa y la droga de la adulación.

jueves, 3 de julio de 2008

Gobernadores y Alcaldes: Voceros Populares

Para el SSXXI la verdadera dimensión del poder se ubica en las Asambleas de Ciudadanos. La sustancia del poder está en: (i) la contraloría social, (ii) los consejos comunales, (iii) la asamblea de ciudadanos, (iv) los cabildos abiertos, (v) los gobiernos comunitarios. Por lo tanto, las próximas elecciones pasan a ser el canal que materialice la construcción de un nuevo Estado: el Estado revolucionario del poder popular.


No obstante, hay que precisar el modo de asumir esas elecciones. Para el revolucionario auténtico, las elecciones son para tomar el poder y cederlo al pueblo. Por el contrario, para el contra-revolucionario o reformista las elecciones son para mantener la estructura de dominio sobre pueblo. La primera concepción se inscribe dentro del espíritu del acto revolucionario. Es colocar el gobierno al servicio del colectivo. Es darle viabilidad a la democracia directa. Es consolidar el poder constituyente. Por su parte, el reformista desea ganar las elecciones para usufructuar del poder: beneficio para sí mismo y su grupo excluyendo a la comunidad organizada. Esto en sí es un acto burocrático. Es darle continuidad al reformismo. Es tolerar la vigencia del sistema político de democracia representativa. Es mantener la estructura clientelar.

En la coyuntura electoral del 23/11 se hace indispensable el acto revolucionario, tanto en su concepción ideológica como en su práctica. Tomar el poder a través de las elecciones es para convertir las gobernaciones y alcaldías en vocerías populares. Es además no instalarse en las edificaciones que hoy son símbolo del ejercicio del mando. No hay que volver a entrar a esas casas o edificios. Demostrar que se va a profundizar la Revolución pasa por ubicar las sedes del gobierno (convertidas en vocería del pueblo) en las comunidades organizadas.


Las elecciones del 23/11 significa la lucha por el bien común y reemplazar el mando reformista por la acción revolucionaria, valga decir: (i) asumir el gobernador y los alcaldes su nuevo rol de vocero del pueblo; (ii) transferir la toma de decisiones a la asamblea de ciudadanos en su nivel respectivo; (iii) establecer el método de rendición de cuentas ante las organizaciones comunitarias; (iii) darle consistencia a los mandatos constitucionales de cogobierno (estado-pueblo), a través de las asambleas populares; consejos comunales; contraloría social; cabildos abiertos; y demás organizaciones que invente la comunidad consciente y organizada; (iv) propiciar la vía constituyente para mutar las estructuras rígidas que aún no se ajustan a la revolución bolivariana.

Pero, transformar gobernación y alcaldías en vocerías y luchar por instaurar el poder popular demanda: (i) identificación plena con el pueblo (amor al prójimo); (ii) convencimiento ideológico (socialismo); (iii) compromiso con
la revolución (desprendimiento del orden material de las cosas); (iv) conciencia de servicio a la causa emancipadora. Si no se siente esto en el alma, si no se ha incubado en el corazón, ni se ha practicado el bien común fundamentado en la buena voluntad, será muy difícil alcanzar las metas revolucionarias. Sin espíritu revolucionario el pragmatismo corruptor continuará vivo. Por lo tanto, solo la conciencia del colectivo logrará la determinación de los líderes que se identifican con sus luchas. Luchar por el pueblo significa la desintegración de las cúpulas y la eliminación de las decisiones cupulares.

viernes, 27 de junio de 2008

Base del triunfo el 23/11

El modelo del ejercicio político implícito en la construcción del SSXXI es la democracia revolucionaria. Esto es el modo de ejercer los derechos ciudadanos, consagrados en la Constitución Bolivariana, para dirigir la sociedad con base en el cambio de estructura que lo sustentan sus tres postulados fundamentales: (i) el bien común (cambio en las relaciones sociales), (ii) la participación directa (cambio en las relaciones de poder) y (iii) la producción social (cambio en las relaciones de producción). La democracia revolucionaria es diametralmente opuesta a la democracia representativa, pero es sinónimo de democracia directa. Busca la democracia revolucionaria establecer el poder popular que es en última instancia la razón de ser del proceso revolucionario. El poder popular se basa en la transferencia de la toma de decisiones al pueblo organizado.

Cuando el pueblo de manera consciente, estructurado en unidades socialistas planificadas y siguiendo las metas que trazan los proyectos para la emancipación soberana del colectivo, se asciende a un nuevo estadio en la evolución de la sociedad. Esta acción se traduce en participación directa lo que significa que la dirección del gobierno, las líneas maestras (tácticas y estratégicas) que definen el rumbo de la República y la concepción filosófica del ser para el ejercicio político, lo determina el mismo pueblo sin la intermediación de entes colaterales o de intermediación. Esencia, pues, de la democracia directa. Nada fácil de alcanzar, pero es la lucha que libra hoy el Proceso Revolucionario. La democracia directa o democracia revolucionaria, que para mi es lo mismo, requiere de consciencia, capacidad de asimilación, voluntad y constancia del colectivo revolucionario para poder sustituir la cultura representativa arraigada en nuestro pueblo. Lo representativo se traduce en clientelismo, pragmatismo y consumismo atado al ejercicio del poder de las cúpulas. Es por lo tanto exclusión, sectarismo, cogollismo y pragmatismo corruptor. Por ser usufructuaria, la representación niega la participación de la gran mayoría, generando su alienación, lo que se traduce en la pérdida de la consciencia crítica. Es, en última instancia, la contrarrevolución, ya que no busca el cambio de estructura de la sociedad, sino por el contrario aferrarse a la manutención estructural. Su práctica es la sustitución de los hombre o mujeres que administran o dirigen el aparato del Estado y de las instancias de mando de la sociedad, pero sin cambiar la estructura social.

El Proceso Revolucionario, cuya meta es la consolidación de la revolución, sí tiene que buscar el cambio de estructura. Si no lo busca y, por lo tanto, no lo alcanza entonces no es revolución. Es sencillamente continuar con la representación y el sostenimiento de la cúpula como ente de dirección. De allí que la democracia revolucionaria como sinónimo de democracia directa y medio para la práctica del Socialismo, tiene por fin el establecimiento del poder popular. Debemos saber que el poder popular, concepto usado como muletilla propagandística y el cual no es lema ni debemos abusar de su empleo emulando a quienes lo minimizan; decía, el poder popular es el ejercicio directo del pueblo organizado que se deriva de la acción colectiva, consciente y planificada, para dirigir la República sin operadores políticos.

Entonces, dada la importancia de digerir estos conceptos y actuar, tenemos como responsabilidad primaria estudiarlos y asimilarlos para hacerlos parte de nuestra cotidianidad cognitiva.

jueves, 19 de junio de 2008

La Fuerza Ideológica

La fuerza A,B es la voluntad puesta de manifiesto por el revolucionario para materializar la traslación revolucionaria (transferencia de la toma de decisiones a las comunidades organizadas). La fuerza A,B es una acción autogestionada decida por convicción y espontaneidad para actuar en los distintos campos operacionales que la coyuntura actual del Proceso Revolucionario demanda: (i) formación Ideológica, (ii) conceptualización teórica y (iii) cambio de estructura.

La fuerza A,B se compone de vectores, es decir, los
elementos energéticos del individuo, del grupo comunitario o de la masa revolucionaria que generan la energía morfogenética (centrifugadora de acciones múltiples) para transformar las realidades (cultura, pensamiento y naturaleza humana), elevar la conciencia, transferir el poder a las comunidades y alcanzar el máximo nivel de consolidación de la revolución: materializar la plenitud del Bien común del colectivo.

Considero que los vectores que constituyen esta fuerza A,B son dos: el 1,2 que comprende la espiritualidad del ser humano; y el vector 3,4 que está referido a la racionalidad del individuo.

El vector 1,2 lo identificamos como la potencia interior del ser que lo mueve, lo incentiva, lo empuja a alcanzar, decididamente sin dejarse vencer por las adversidades, los objetivos revolucionarios. Es lograr un nivel de absoluta disposición para luchar por sus creencias, sus ideas y sus razones. Esa vitalidad interior pujante es consecuencia de los factores espirituales que intervienen en el yo interior del individuo. Factores que deben ser madurados, trabajados internamente por cada revolucionario. Los factores espirituales tienen que entenderse para asimilarlos o, si no se ha alcanzado ese nivel de claridad todavía, descubrirlos y procesarlos a fin de hacerlos parte de su vida cotidiana.

Considero cuatro factores como los básicos generadores del dinamismo que el individuo necesita para ser un aliado incondicional de por vida al Proceso Revolucionario. A esos factores los clasifico por su atributos valorativos en rangos jerárquicos de la siguiente manera: (i) los principios y virtudes del individuo; (ii) la unidad colectiva, creadora del espíritu de cuerpo; (iii) el sentido de pertenencia al Proceso; y (iv) el pleno compromiso con la revolución.

El vector 3,4 entendido como la racionalidad del individuo (razón basada en un marco conceptual teórico), se bifurca en dos direcciones: conciencia y talento. La conciencia es el resultado de la producción intelectual generada por el estudio disciplinado y permanente, la investigación creadora y la elaboración de conocimientos procesados. Se identifica este nivel cognitivo del ser, cuando se construyen los juicios por la vía de la asociación de conceptos cuya relación y sumatoria final conduce a la organización del pensamiento crítico. Condición necesaria para objetar el efecto de la alienación cultural. Punto de partida para producir cambios en el sistema cultural heredado de la IV República.

El establecimiento de la Revolución, se elevará a dimensiones de franco desarrollo cuando se produzca, domine e internalice íntegramente la Fuerza A,B.

Curso ideológico

Reorganizo el curso de capacitación ideológica en siete partes: (i) Proceso Revolucionario, (ii) SSXXI, (iii) Bien Común, (iv) Capitalismo vs., Socialismo, (v) Clientelismo, (vi) Cambio de Estructura, y (vii) Energía Morfogenética. Siete partes cuyos contenidos pasan a convertirse en un instrumento de análisis, captación y lucha política en la nueva fase coyuntural en que se encuentra el escenario político del 2008. Instrumento que denominaremos “Curso intensivo para la capacitación de difusores ideológicos en la coyuntura electoral del 23/11”.

Este curso de seis horas está dirigido al luchador revolucionario, convencido del Proceso, preocupado por la profundización de la Revolución e inquieto por la situación política de confrontación con la oposición. Su finalidad es preparar al militante para enseñar la ideología revolucionaria. El curso servirá de estímulo permanente para reforzar el marco teórico individual y generar acciones centrifugadoras a fin de potenciar la suma de lealtades a la Revolución Bolivariana. Acciones de producción intelectual para que en la primera fase de la coyuntura recién iniciada este mes, se proceda voluntariamente a la difusión ideológica en todos los espacios de la geografía nacional.

Una vez culminado el curso, cada participante deberá organizar su propio equipo político con el objeto de verificar el manejo de los conceptos básicos y la didáctica a emplear para la difusión. El equipo tiene que constituirse con cuadros ganados por la revolución y elaborar su propio plan de acción dirigido a la difusión ideológica en el ámbito de su competencia. Además tiene que organizar otros equipos (uno por cada miembro) que multipliquen la actividad concientizadora.

En la primera etapa de la formación de los grupos políticos, una vez puesto en escena el plan de concientización, se reforzará al equipo con un segundo curso de capacitación que estudie las partes estructurales de la transformación revolucionaria, valga decir: (i) precisar el método del socialismo del Siglo XXI para cambiar las relaciones de producción, (ii) evaluar las nuevas categorías políticas opuestas a las capitalistas, (iii) analizar la producción basada en el Bien Común, (iv) determinar la metodología para la integración latinoamericana, (v) estudiar la “Contención” como estrategia geopolítica de las fuerzas internacionales contrarias al Proceso venezolano, y (vi) procesar los elementos doctrinarios y operativos de la defensa integral.

Este segundo curso desarrollará intrínsicamente el talento revolucionario para la formulación de estrategias de pequeños grupos a los fines de ampliar la captación de los miembros de la comunidad para el Proceso Revolucionario.

El primer curso podrá impartirse tantas veces y en tantos lugares como la demanda de conocimiento ideológico lo determine. Por lo pronto, un primer curso abierto a toda la comunidad y principalmente a la militancia del PSUV lo tendremos en Anzoátegui el sábado 28 de junio entre 09.00 y 15.00.

Cuando se organice el equipo, elabore su plan de acción y ejecute sus primeros eventos didácticos, a partir de ese momento se podrá convertir en Centro de Formación Ideológica (CFI) y por lo tanto determinar sus actividades con base en los tres objetivos que lo definen y que son fundamentales para avanzar hacia el socialismo: difusión ideológica, formación política e investigación teórica.

jueves, 5 de junio de 2008

Lo dijo Chávez

La búsqueda por alcanzar la revolución siempre estuvo concebida bajo el método de la vía violenta. Los antecedentes del proceso actual hay que ubicarlos en la lucha armada de los años 60. Allí está el origen de lo que hoy se construye en Venezuela. Esos pioneros que a lo largo de más de tres décadas lucharon y hasta entregaron su vida por la revolución tienen que ser reivindicados. Su acción y su pensamiento influyeron en la vía revolucionaria. No obstante, el año 1997 marca un hito en la historia política de Venezuela. Me refiero a la Asamblea Extraordinaria del MBR-200 en Valencia. Las decisiones que en ese evento se adoptaron crearon un nuevo paradigma para hacer la revolución. Ya no sería la acción violenta el método revolucionario sino el electoral.

Aunque el cambio de paradigma se inclinó por las elecciones, eso no significa que el modelo político revolucionario tiene que ser igual al representativo. Es más, hay que diferenciar muy bien entre lo que es ganar las elecciones como acto burocrático o tomar el poder como acto revolucionario. En ambos casos se emplea el método electoral. Pero, el burocrático es darle continuidad a la democracia representativa. Es mantener el Estado para el usufructo del poder. Es sostener a los representantes como cúpulas y materializar la “teoría del manguito”. Ésta se refiere a darle un solo manguito al pueblo, mientras que las cúpulas se quedan con la mata entera, cargada de jugosos y dulces mangos. Esa mata le pertenece al pueblo, pero por falta de conciencia o menesterosidad el pueblo no la reclama. La oposición actual simboliza a la democracia representativa. Su acción está inmersa dentro del concepto de las cúpulas reformistas, que se apropian de la “mata de mango” del pueblo. Algunos “revolucionarios” que no se han dado cuenta todavía de las diferencias ideológicas entre lo representativo y lo revolucionario, asumen las elecciones como acto burocrático. Aspiran el poder no para el pueblo sino para usufructuarlo.

La diferencia del acto burocrático con respecto al acto revolucionario es que lo electoral va a sustituir el método de tomar el poder. El acto revolucionario materializa la revolución, tal como se buscaba por la vía violenta antes de 1997. Es colocar el gobierno al servicio del pueblo y darle viabilidad a la democracia directa (gobiernos comunitarios, asambleas populares, cabildos abiertos, contraloría social, consejos locales de planificación, consejos comunales, asociaciones de ciudadanos,). Es despertar al pueblo para consolidar el poder constituyente. El militante que va a las elecciones para tomar el poder y hacer del acto electoral un acto revolucionario, estará en sintonía con la base ideológica de la revolución. Será un camarada que se convertirá en instrumento del pueblo y, por lo tanto, no decidirá nada de los asuntos públicos que le competen a la comunidad sin la consulta popular. Como instrumento del pueblo tendrá que estimular los canales de su participación directa y propendrá a crear las condiciones para sustituir el Estado de la democracia representativa, por el Estado de la revolución bolivariana.

jueves, 29 de mayo de 2008

Las Flechas

Es imperativo destacar la esencia de la racionalidad revolucionaria. Insistir en la formación política. No abandonar jamás la lucha por hacer realidad la revolución. Esforzarse por aceptar la lógica de los pensadores. Ilustrarse de la sabiduría universal donde existe el pensamiento emancipador de los pueblos. Entender, al fin de cuentas, que el proceso revolucionario se construye, se arma minuciosamente con la buena voluntad de los hombres llenos de ideales.

Entramos en la fase de la producción intelectual y la práctica concreta de profundizar el Proceso. Momento que exige a los constructores del nuevo sistema político temperancia, conciencia y, sobre todo, humildad. Punto decisivo para diferenciar lo que es reforma y lo que es revolución. Coyuntura para sincerar posiciones políticas e ideológicas. Línea divisoria que marca la realidad de los dos sistemas políticos encontrados: democracia representativa y Revolución Bolivariana. Estamos, entonces, de frente a la historia y con la obligación de rendir cuentas al pueblo y a nosotros mismos.


Se hace necesario también observar que la masa popular, el pueblo como estructura política, ha ascendido en sus niveles de conciencia. Ya no es el mismo. Aquella masa sumisa y conforme con un saco de cemento, láminas de zinc, ladrillos y una bolsa de comida, sabe ahora lo que es el poder popular. Intuye y palpa el significado de la emancipación. Por lo tanto, para no errar de nuevo ante el pueblo, hay que tomar la dirección correcta. Los nuevos escenarios señalan dos rumbos a seguir. Las flechas del destino así lo marcan. La flecha hacia la derecha es para no romper con la cultura política que impuso la IV República. Por lo tanto, es mantenerse apegados al sistema de la democracia representativa, aceptar la reforma y olvidarse del sueño revolucionario. Es hacerle ofertas al pueblo para ganar indulgencias y no cumplirlas. Es también, hablar en nombre de la revolución pero actuar como reformista. Es, además, emplear el poder para usufructuarlo (práctica de la democracia representativa) y no para alcanzar el bien común (meta de la Revolución Bolivariana).

La otra flecha, que orienta hacia la izquierda, es la senda para asumir la lucha por consolidar el Proceso. Es la flecha que nos señala el Presidente. Lo que implica: (i) claridad ideológica para actuar como un ser de buena voluntad; (ii) aprehender para sí la conciencia revolucionaria y convertirse en un auténtico promotor del bien común; (iii) estimular la formación política propia y de la militancia para contrarrestar los efectos demoledores de la fascinación del poder; (iv) canalizar los actos revolucionarios como la vía constitucional para la toma del poder regional y local; (v) fundamentar los actos constituyentes para sustituir el Estado de la IV República; (vi) inducir el fomento de los principios éticos y morales a fin de interactuar con base en la humildad y el amor por el prójimo. Esa es la flecha que sigue el revolucionario que asume el cambio estructural de la sociedad basado en el Proyecto Socialista de ruptura de paradigmas.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Para no perder la Revolución

Dos niveles definen el campo actual de la difusión ideológica. Un primer nivel se ubica en el plano teórico-conceptual; plano permanente y estratégico. El otro, es el operativo: lo táctico y pragmático. Ambos niveles configuran la situación vigente que determina la profundización o no del Proceso. El avance y consolidación del Proceso Revolucionario se alcanzará si damos la batalla y obtenemos la victoria en la lucha ideológica.

El plano teórico-conceptual se refiere a la estructuración de las ideas fundamentales de la búsqueda revolucionaria. Es, principalmente, la confrontación entre reforma (manutención de la estructura) o revolución (cambio de estructura). Lo que exige definiciones inequívocas. Todavía el aparato del Estado y gran parte de las organizaciones de la sociedad guardan un porcentaje muy elevado de individuos que no se han podido desprender de la cultura reformista de la cuarta república; y, por lo tanto, sucumben ante la fascinación del poder. Se incrustan en la lujuria cupular del mando y se olvidan del prójimo. Se arman de interpretaciones subjetivas (disonancia cognitiva) de lo que es la revolución para montarse en la cacería de las comisiones. Caen en las redes de la corrupción y traicionan las metas revolucionarias. Otros, que no son revolucionarios, siguen viviendo del Estado. Cargos, contratos y negociados se imponen por encima del Bien Común. Se amparan ante un mal uso de la llamada “institucionalidad” para obstaculizar el avance del Proceso. Estos reformistas (de la V y de la IV) son en el fondo una cuerda de usufructuarios que haciendo uso del nombre de la revolución siguen alimentado la inmensa burocracia parasitaria y los hábitos del puntofijismo. Sólo con la conciencia revolucionaria inspirada en el árbol de la tres raíces (Bolívar, Rodríguez, Zamora), inspirada también en la huella que orienta la concepción originaria (Cristo, Ché) y sustentada en la democracia directa del SSXXI, se deslastrará la revolución de quienes no saben qué es eso, pero que viven de ella.


El otro plano de la batalla, lo que se propone es materializar los Centros de Formación Ideológica (CFI). La constitución de los CFI lleva implícito alcanzar la conciencia revolucionaria. Acto que obliga al estudio, la discusión y la investigación. En los CFI se aprende a pensar bajo los parámetros del marco conceptual de la tesis ideológica del Proceso Revolucionario. Además del CFI, en este plano operativo, se necesita crear el Centro de Estudio e Investigación de la Revolución Bolivariana (CEI-RB) para coordinar a la red ideológica tejida por los CFI, establecer la sede de los núcleos de investigación y generar la producción intelectual del Proceso.


La creación de los CFI y del CEI-RB, demanda voluntad y convencimiento políticos. Por lo que se requiere de una militancia revolucionaria despojada de los valores heredados de la democracia representativa para que pueda asumir la difusión ideológica como una tarea propia de la lucha cotidiana. Sin ese nivel de conciencia no solo se deja de operacionalizar la ideología, sino que veremos perecer la revolución.